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Bruno Rodríguez, Ministro Cubano de Relaciones Exteriores
El impulso inédito de EU al bloqueo, anclado en la politiquería de Miami

La relación entre Cuba y México, modelo para la colaboración hemisférica, resalta el diplomático

La presión del titular del Departamento de Estado para que otros países voten en la ONU a favor del cerco, se trata de una agenda personal corrupta de Marco Rubio, afirma; Washington calumnia la cooperación médica de La Habana con 56 países, pero no les envía ningún experto en salud, enfatiza

Corresponsales
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de octubre de 2025, p. 29

Nueva York y Washington. El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, en entrevista con La Jornada expresa su sorpresa ante una campaña de inédita presión impulsada por el Departamento de Estado estadunidense para lograr que países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) modifiquen su voto de repudio, expresado por 33 años, contra el bloqueo económico a la isla por el gobierno de Washington durante la sesión programada para esta semana en la Asamblea General, en la cual se debatirá una resolución sobre el tema. A la vez, condenó el ataque contra el programa internacional de cooperación médica de La Habana como parte de la ofensiva de la Casa Blanca.

Asimismo, destacó que los nexos bilaterales entre Cuba y México debe ser modelo para las relaciones hemisféricas.

–Hay una campaña de presión sin precedente de Estados Unidos para que otros países modifiquen su voto esta vez –el año pasado el resultado fue de 187 sufragios contra el bloqueo, dos a favor y una abstención. ¿Por qué es tan importante esto para Washington por primera vez?

–Estoy sorprendido por la manera en que el gobierno actual de Estados Unidos o por lo menos el secretario de Estado, que no es lo mismo. Siento que en este tema también funciona una agenda personal corrupta, anclada en la politiquería de Miami.

“No ha habido declaraciones agresivas contra Cuba del presidente de Estados Unidos y por eso llama la atención este intento desesperado del Departamento de Estado de imponer a otras naciones un cambio de su discurso y de su voto en esta resolución a la que Wa-shington, en los gobiernos sucesivos con breves excepciones, siempre subestimó o sobre la cual mostró una gran resignación.

“El despliegue ha sido extraordinario. Incluye el envío de emisarios, la movilización personal del secretario de Estado, subsecretarios y funcionarios de esa dependencia, así como de las representaciones diplomáticas, los embajadores estadunidenses en todas las latitudes y la misión permanente de Estados Unidos ante Naciones Unidas, aquí mismo en Manhattan o incluso presiones inusitadas de su representación en La Habana contra el cuerpo diplomático acreditado. Para mí es sorprendente que las peores y más brutales coerciones se han ejercido contra Europa.

Argumentos brutales

“Las misivas y argumentos constituyen una amenaza brutal, porque le pide a los gobiernos que lo consideren un asunto de máxima prioridad y que Estados Unidos lo abordará en el futuro en conformidad con los estatutos, reglamentos y autoridades legales aplicables. Lo cual quiere decir que si usted no cambia su voto será objeto de sanción. Exige a los países que si mantienen su voto y su narrativa estarán agrediendo los intereses de Washington, sirviendo al eje chino-ruso, caraqueño, y a favor del interés de redes criminales que ponen en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos y de las naciones del hemisferio.

“Esto es un reconocimiento del absoluto aislamiento que provoca la política de bloqueo del gobierno de Estados Unidos, los obstáculos que crea en sus relaciones con terceros países y su aceptación de que no han funcionado sus presiones ni su política, ni el cerco mismo, que provoca un enorme daño humanitario en Cuba y un desastre económico, en particular desde 2019, pero que no hace avanzar a Estados Unidos en el propósito de derrotar la revolución cubana.

“Que sea con relación a este asunto puntual, que es una mera votación no vinculante en la Asamblea General de Naciones Unidas, históricamente desdeñada, no sólo por Estados Unidos, sino por la prensa de la potencia, llama mucho la atención y duplicará el valor del apoyo abrumador que va a recibir la condena al bloqueo, la defensa del derecho internacional y de la Carta de Naciones Unidas, así como la solidaridad con Cuba. Será otro hito en esta escalada agresiva contra La Habana y nuestra América, y en contraparte, un gran triunfo que nuestro pueblo celebrará.

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▲ México mantuvo su vínculo con la isla cuando la potencia del norte obligó a prácticamente toda América Latina a romper relaciones diplomáticas con La Habana; ahora, estamos agradecidos con el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, indicó el representante.Foto cortesía del Ministerio de
Relaciones Exteriores de Cuba

“Aunque es verdad que ahora la atención a este tema se comparte con el huracán Melissa, que, aliado oportunista de Estados Unidos, golpeará a Cuba. Será algo así como el covid, al que el gobierno estadunidense asumió como aliado táctico para endurecer el bloqueo.

–El ataque contra el programa internacional de médicos cubanos ha sido parte de la ofensiva de Washington contra la isla, incluso llamándolos “esclavos en batas blancas”. ¿Ha tenido algún efecto esa campaña?

–Ha sido tan cruel, brutal, calumnioso como inútil. No hay un país que haya renunciado a la cooperación médica con Cuba, de los 56 con los que tenemos cooperación. Estados Unidos no ha ofrecido un sólo especialista en salud. Es verdad que han amenazado con sanciones y en algún lugar hasta con soldados, pero doctores no parecen tener disposición de ofrecer y uno lo encuentra razonable sabiendo de la parálisis y del apagón en el gobierno estadunidense, precisamente, al parecer, relacionado con alguna medida importante con el debate para proveer o no cobertura a los propios ciudadanos estadunidenses.

“Demuestra el desprecio por el bienestar, incluso por el ejercicio del derecho a la salud de las personas, millones de consultas médicas, millones de cirugías, millones de partos, millones de inmunizaciones. Entonces, eso no se puede tapar con un dedo”.

Apoyo entrañable, solidario

–En esta coyuntura que describe, ¿cómo calificaría la relación bilateral entre Cuba y México?

–Se ha sentido quizá parecida a algunas coyunturas muy lejanas en el tiempo, como cuando Estados Unidos obligó prácticamente a toda América Latina, porque el Caribe no era independiente, a romper relaciones diplomáticas políticas con Cuba o a suspender a la isla en la nefasta e irreformable Organización de Estados Americanos (OEA). México mantuvo sus vínculos. Es una relación asentada en nuestras raíces y en los vínculos profundos entre las culturas mexicana y la cubana, formadas a lo largo de la historia en circunstancias a veces distintas y en ocasiones con puntos de contacto, por ejemplo en el ámbito de la usurpación y de la agresión del vecino poderoso o el perenne intento del saqueo, el de dominar y dictar nuestro destino.

“La relación entre México y Cuba ha demostrado estar por encima de cualquier coyuntura política, de todo factor en la definición de un gobierno, ya a lo largo de muchas décadas. Creo que es un paradigma de cómo podría ser este orden internacional, que tendrá que venir, por más que demore y sea trabajoso o incluso peligroso, hacerlo llegar.

“Una relación entrañable, solidaria. No creo que haya un lugar en el mundo en el que se quiera más a México y a los mexicanos que en Cuba. La relación con el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum es entrañable, ejemplar, extraordinaria.

“Sentimos una enorme gratitud con el pueblo y el gobierno mexicanos, en particular por las administraciones de (Andrés Manuel) López Obrador y ahora por la presidenta Sheinbaum.