Detienen a 20 e incautan casi 2 mil kilos de droga // Empresario local operaba logística y lavaba dinero
Miércoles 19 de noviembre de 2025, p. 11
Madrid. La Policía Nacional española informó la desarticulación de lo que definió como “la oficina” que pretendía asentar en el país el cártel Jalisco Nueva Generación, que en los últimos años ha intensificado su presencia en Europa, siempre teniendo como puerta de entrada a Madrid.
El operativo se saldó con la detención de 20 personas, de las cuales 15 ya están en prisión y entre ellas dos “objetivos prioritarios” desde hace años de la DEA, ademas de la incautación de casi dos mil kilogramos de cocaína, anfetaminas, armas de fuego y dinero en efectivo.
La desarticulación de la estructura en España del cártel mexicano se dio gracias a la colaboración con los servicios de inteligencia de Estados Unidos, en particular de la DEA, además de la policía especializada en el crimen organizado y el tráfico de drogas de los Países Bajos, una de los países europeos con mayor tráfico ilícito de este tipo de sustancias.
La policía española informó que detectaron movimientos que sugerían que el cártel mexicano había “reactivado su estructura operativa”, gracias a que se descubrió la llegada de un cargamento de droga oculta en maquinaria industrial de gran tonelaje, realizado por miembros activos del Jalisco Nueva Generación. Esto permitió la detención de 20 personas que presuntamente se dedicaban a introducir grandes cargamentos de cocaína y metanfetaminas desde América Latina para su posterior distribución en España y otros países europeos. La operación fue dirigida por el juzgado central de instrucción número dos de la Audiencia Nacional y por la Fiscalía Especial Antidroga.
Entramado mercantil
La investigación comenzó este año cuando se constató la introducción de cocaína en España oculta en maquinaria industrial de gran tonelaje, aprovechando el entramado empresarial de uno de los principales objetivos españoles al servicio del cártel. Una vez en territorio nacional, se almacenaba en fincas ubicadas en la sierra de Madrid y en Ávila. La distribución nacional era coordinada desde una finca próxima a La Adrada, Ávila, con ramificaciones en Bilbao y Valencia, para lo que utilizaban vehículos con compartimentos ocultos para el transporte de los fármacos.
Para el traslado internacional, la organización contaba con otras fincas en Talavera de la Reina, Toledo, donde se recibía el material, se escondía en maquinaria industrial y se enviaba a Italia.
El encargado de dar soporte en España a toda la estructura de introducción, almacenamiento y distribución del producto era un empresario español, quien operaba a través de varias sociedades mercantiles de su propiedad. De esta forma, además, permitía introducir en el flujo legal las ganancias económicas obtenidas.
La investigación se llevó a cabo en dos fases, una dirigida a las detenciones del núcleo de operaciones, y la segunda, contra los puntos claves de distribución en las provincias de Valencia y País Vasco.












