MEXICANOS EXPATRIADOS: UNA DOBLE PRIVACION
Millones de mexicanos han debido salir del país en busca de trabajo y de un futuro mejor, para ellos y para sus comunidades. Ellos mantienen fuertes lazos con sus regiones de origen, muchas de las cuales dependen de los envíos de dinero que realizan estos conciudadanos, los cuales fueron obligados a irse pero siguen preocupándose por su tierra natal.
Muchas veces, sobre todo en Estados Unidos, su situación ilegal les impide aprovechar las ventajas que disponen los estadunidenses y esa es ya una grave desigualdad y una dura privación de sus derechos humanos. Pero a la misma se agrega otra, ésta debida a sus mismos connacionales que, en territorio mexicano, parecen olvidar que una parte importante del cuerpo electoral potencial está impedido de ejercer su derecho como ciudadano y de sufragar sólo porque residen en el extranjero. Esto hace de ellos ciudadanos de segunda clase, desprotegidos, sin derechos cívicos y separados de la posibilidad de decidir cuál va a ser el futuro del país y su propio porvenir.
Sin embargo, nada impediría que esa gran masa de electores pudiese intervenir en la política nacional para, entre otras cosas, tratar de resolver las causas sociales, ambientales, políticas, económicas, que provocan la emigración y obligan a arriesgar la vida en la frontera. En efecto, si para las autoridades migratorias de Estados Unidos muchos de ellos son ilegales, no lo son en cambio para las autoridades consulares y si no están registrados ni tienen información suficiente ni están bien organizados, ello se debe a las carencias graves en las representaciones diplomáticas mexicanas y a la despreocupación de los partidos y organizaciones sociales por personas que difícilmente pueden ser clientela electoral o pueden pensar en vender su voto.
ƑPor qué la enorme diferencia que existe en el caso de los emigrantes mexicanos con países como Italia, los cuales organizan el retorno de los emigrantes a votar en las elecciones nacionales en sus regiones de origen o garantizan el voto en las representaciones consulares o por correspondencia, y aseguran incluso un número de curules a los emigrados? ƑNo será acaso porque la vieja emigración de esas naciones es nostálgica, conservadora y la comunidad en el exterior está dirigida generalmente por notables mientras que la emigración mexicana a Estados Unidos, por el contrario, es fresca, se renueva constantemente, mantiene un contacto con la realidad social del país y querría cambiar las condiciones políticas y sociales del medio rural que la expulsó?
Sea como fuere, es deber moral de las autoridades y de los partidos garantizar a millones de mexicanos su derecho al voto y a la organización política pues su exclusión invalida moralmente la corrección y transparencia de los escrutinios y significa, de hecho, una afrenta a la democracia.
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