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México, D.F. viernes 21 de abril de 2000
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Aclaración de Pablo González Casanova

Estimada Carmen: Como se dice en buen castellano, "for the record"... En la edición de ayer de La Jornada, se repite un error que hace tiempo difundió un canal de televisión y que en nuestro propio periódico aclaré desde entonces. Yo no "renuncié a la UNAM" sino a la dirección del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias. Te agradeceré publiques esta aclaración.

Cordialmente,
Pablo González Casanova


Apoya las protestas contra el neoliberalismo

Señora directora: No nos debe caber la menor duda de que la población mundial comienza a tener conciencia acerca del sistema político económico que busca el dominio de la gente desde hace 20 años, ampliando la brecha entre pobres y ricos que amontonan una riqueza insultante mientras que cada vez más personas son víctimas de la pobreza. Este sistema capitalista es ampliamente conocido por sus efectos: el neoliberalismo.

A mediados de este mes de abril, miles de personas bloquearon en la ciudad de Washington la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), organismos financieros que han sido considerados los responsables de la globalización económica, como parte inherente del sistema capitalista neoliberal, cuyos efectos de hambre, muertes por enfermedades curables, desnutrición, etcétera, están a la vista de quien quiera verlos. En la misma tónica, hay que recordar la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en diciembre pasado en la ciudad de Seattle, EU, en donde también miles de manifestantes interrumpieron varias veces la citada reunión, protestando en contra del mismo sistema económico y su globalización.

Recientemente, del 12 al 14 de abril, se efectuó en La Habana, Cuba, la primera reunión cumbre del Grupo de los 77 (G-77), que gran parte de los medios de comunicación ignoraron, en donde se dieron cita jefes de Estado y de gobierno y de representantes de 133 países del mundo pobre, es decir, Asia, Africa, Cuba y Venezuela, en donde se condenó la política neoliberal por ser inhumana y se pidió una solución al problema de la deuda externa. Respecto a esta petición, agregó que a principios de este mes de abril, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dio a conocer en su sesión de trabajos en México, que la deuda externa del continente latinoamericano es de casi 750 mil millones de dólares, más del doble de la que tenía hace 15 años y que fue catalogada como impagable, en aquel entonces. Asimismo, señaló la CEPAL que existían más de 200 millones de pobres en la región, de los que 50 millones se encontraban en México.

Finalmente, señora directora, debo recordar que fue en Chiapas donde a finales de julio y principios de agosto de 1996 inició a la lucha a favor de la humanidad y contra el neoliberalismo, lucha emprendida por un grupo de indios mayas conducida por el subcomandante Marcos.

Enhorabuena, por la respuesta que en todo el mundo, incluida Europa, ha tenido esa lucha emprendida por los indios mexicanos.

Julio Molina Esquivel


Relaciona el conflicto en la universidad con el proceso electoral

Señora directora: La imagen no podría ser más elocuente: La Universidad Nacional se encuentra cerrada temporalmente, custodiada por una policía militarizada; el marco, la recta final del proceso electoral en México. Peor para quienes esta imagen resulta intolerable, hay que recordar que la UNAM estuvo cerrada durante diez meses, nada más que en lugar de policías había basura y alambres de púas en los accesos. El contexto era también, como ahora, el proceso electoral mexicano.

Si bien se han planteado de manera intuitiva relaciones entre el conflicto en la UNAM y las elecciones, no se han aclarado suficientemente estas conexiones. Hay, sin embargo, algunos hechos que resultan claros, el principal, que la universidad se encuentra cerrada durante el proceso electoral. Si alguien diseñara una estrategia para garantizar el triunfo de un partido político a toda costa, tendría que considerar, en ese diseño, el papel de la universidad y los intelectuales, que en México constituyen elementos opositores y críticos. La UNAM, todo el mundo lo sabe, ha sido un bastión de la oposición. Hace seis años y en otras elecciones, la universidad fue arena de las campañas políticas. Los candidatos acudían al campus a plantear sus ideas. Eran actos tan importantes como los cierres de campaña, todos acudían, con excepción del candidato del partido oficial. Hoy no acude nadie. El espacio se sustituye con los pequeños auditorios en universidades privadas.

Los intelectuales universitarios se encuentran preocupados y ocupados en el conflicto de su casa de estudios. Nadie o muy pocos se asoman a examinar criticamente el proceso electoral. Me refiero incluso a los expertos en política, cuyas reflexiones y artículos (como puede verse en este diario) se dedican casi exclusivamente al tema de la UNAM, pero lo que sí es cierto es que ahí se concentra una proporción elevada de los científicos y humanistas más críticos del país. Si alguien hubiera pensado en cómo hacer a un lado a este sector durante el proceso electoral, lo ha conseguido con creces.

No sólo eso. El conflicto de la UNAM ha servido también para desprestigiar a un partido de oposición a quien se atribuye el origen del conflicto y es al mismo tiempo su víctima. No es causal que uno de los principales blancos de ataque del CGH sea el PRD con lo que se beneficia indirectamente al partido oficial y a otros. Mientras el conflicto persista, el PRD va en picada, ese ha sido el cálculo, y es la realidad.

La universidad cerrada ya sea por policías o por encapuchados (en una versión caricaturizada de Chiapas) significa mantener a la universidad controlada durante el proceso electoral. Puede plantearse a manera de hipótesis que esta anulación no es casual y que responde a una estrategia que los universitarios no deben perder de vista en los días decisivos que están por venir. Quizá una de las mayores contribuciones sea desnudar los hilos que unen al problema universitario con esa estrategia hasta llegar a los sitios desde los que, con absoluto desprecio por lo que significa la universidad, se mantiene y se hace crecer el conflicto.

Javier Flores


Rechazan la presencia de la PFP en la UNAM

Señora directora: Solicitamos incluir el pronunciamiento de la Federación de Colegios del Personal Académico de la UNAM.

La solicitud del rector para que la policía ingrese al campus universitario, hecha pública el día 13 de abril durante la sesión del Consejo Universitario, coloca a la UNAM en una situación altamente peligrosa. Dicha acción, lejos de encaminarse hacia una vía de solución, provoca una espiral de enfrentamiento que, de continuar, pondrá en serios riesgos a nuestra universidad.

Los miembros de la Federación de Colegios vemos con preocupación esa medida porque atenta contra el supuesto ambiente de normalidad dentro de la universidad, toda vez que es difícil entender un diálogo con garrote.

Al solicitar el uso de la fuerza pública pretextando inseguridad, se percibe un doble discurso. En la mesa de pláticas rectoría aduce el uso de la razón mientras busca aplicar la fuerza del estado como respaldo viendo en la otra parte a enemigos a los que hay que someter.

Desde hace ya muchos meses venimos repitiendo a tono con la comunidad universitaria: el diálogo hoy es un imperativo que debe estar por encima de cualquier interés de grupo o burocracia alguna.

Rechazamos terminantemente la presencia de la Policía Federal Preventiva en la UNAM. Nos negamos a que el trabajo académico sea custodiado por botas policiacas.

Por la Comisión redactora: Ignacio Hernández Saldívar, Sara Unda, Alma Herrera, Axel Didriksson, Rodrigo Páez


Abogan por desplazados en Chiapas

Señora directora: Con gran preocupación e indignación, hemos constatado que la situación en Chiapas sigue agravándose. Estamos seguros de que la guerra de baja intensidad, factor de violencia generado, principalmente por el gobernador del estado, Roberto Albores (para quien se ha solicitado juicio político); por el PRI, y por el Poder Ejecutivo, está poniendo en riesgo la vida de miles de mexicanos y mexicanas que han sido desplazados de sus lugares de residencia a través de operativos militares injustificados y de grupos paramilitares.

Los retenes militares, los elementos de las tropas especiales y los grupos paramilitares mantienen una actitud de hostigamiento a los habitantes de las zonas zapatistas y no zapatistas, por lo que no pueden abastecerse de alimentos, ni de agua, mucho menos de medicamentos o de cualquier otra provisión. La leña, de la cual dependen para preparar sus alimentos, básicamente, se está agotando. Esta "operación exterminio" ha sido denunciada ya en otras ocasiones, por lo que evidentemente, el Jefe del Ejército, como ya lo ha declarado públicamente, continuará "sin bajar la guardia" hasta el término del sexenio.

La lucha zapatista es para millones de compatriotas una esperanza de cambio que, hasta ahora y después de más de 70 años en el gobierno, el PRI no les ha dado. Esta situación de "represión selectiva", al estilo de las más vergonzosas dictaduras centroamericanas, lejos de crear las condiciones para la supuesta "gobernabilidad" que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional le exigen al gobierno federal, lo único que está logrando es la destrucción de una parte de la sociedad mexicana, de una parte de la cultura nacional y la aniquilación de una opción de democracia real, donde toda la población participe en la decisión del tipo de gobierno que queremos y que necesitamos. En efecto, los grupos paramilitares se han convertido en el brazo armado del PRI, como lo afirma el senador Mario Saucedo. No nos queda otro remedio que convertirnos en parte del brazo civil urbano de todos aquellos pueblos rurales organizados para recuperar sus derechos y su dignidad šExigimos la salida inmediata e incondicional de todas las tropas irregulares del estado de Chiapas y que regresen los desplazados a sus lugares de origen!

Susana Angón, Jorge Alonso R., Juventina Baena, Eugenio Bermejillo, Fernando L. Carmona, Rosa Flores, Juan A. Flores, Enrique Hidalgo, Paulina Fernández, diputada Fabiola Gallegos, Pablo G. Casanova Henríquez, Luyiz González Souza, senador Auldárico Hernández J., Guillermina Krause, Cointa Lagunes, Andrés M. López Obrador, diputado Gilberto López y Rivas, Ma. del Carmen López, Gonzalo Mejía R., Ofelia Medina, Félida Medina, Rosalba Mendieta y 28 firmas más


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