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México, D.F. lunes 24 de abril de 2000
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La ESECA rechaza el uso de la fuerza

Señora directora: Los profesores de la Escuela de Extensión en Canadá de la UNAM (UNAM-ESECA) nos dirigimos a usted para solicitarle la publicación de la siguiente carta:

Doctor Juan Ramón de la Fuente, rector de la UNAM:

Los profesores abajo firmantes, desean dar a conocer a la comunidad universitaria en general su posición respecto a la participación en las mesas de diálogo organizadas por las autoridades universitarias.

Como universitarios consideramos necesaria la transformación de nuestra casa de estudios para responder adecuadamente a las nuevas necesidades de la sociedad mexicana. Una vía para hacerlo y resolver los problemas que enfrenta actualmente la universidad es la realización de un congreso donde participe toda la comunidad universitaria.

Estamos conscientes de que la situación por la que atraviesa la UNAM nos atañe a todos, pero creemos que para la realización de un congreso primero es necesario que el CGH y las autoridades universitarias se sienten a dialogar para crear así las condiciones que permitan actuar con la mayor libertad de expresión, con respeto y sin ningún tipo de violencia.

Consideramos que en este momento no están dadas las condiciones que permitan la reflexión, la discusión amplia y la participación de toda la comunidad universitaria. Estamos organizando mesas de discusión alternativas donde trataremos los temas que afectan a nuestra comunidad.

Reiteramos que para iniciar una verdadera discusión en torno a nuestra universidad es necesario el diálogo entre el CGH y las autoridades universitarias, a partir del cual se establezcan las condiciones en que habrá de realizarse el congreso.

Teresa Espín, Emma Jiménez Llamas, María Trinidad Madrid, Dalia Mendoza Limón


Precisión de Paulina Fernández

Querida Carmen: En la primera parte del excelente reportaje de Andrea Becerril, titulado Cierra el gobierno el cerco militar en torno al EZLN, publicado el día de ayer (p.4), se deslizó un lapsus: quien viajó a Chiapas en el grupo de legisladores e integrantes de la sociedad civil el pasado fin de semana fue Paulina Fernández, no Fátima Fernández. Se trata de dos personas con profesiones, actividades, intereses y compromisos distintos, por lo que no debería haber lugar a confusión. Como no es la primera vez que nos intercambian los nombres, hago esta aclaración pública con la esperanza de que sea la última.

Paulina Fernández


Discriminación y robo en Villa Romana

Señora directora: Hacemos de su conocimiento un lamentable hecho de humillación, engaño y, sobre todo, discriminación.
Firmamos un contrato con el señor Israel Estrada Escobar, director general de Summer Producciones para llevar a cabo un brindis en un lugar llamado Villa Romana (ubicado en avenida Revolución 2015, Pedregal San Angel) el viernes 7 de abril. El acuerdo fue que las personas con boleto entrarían en dicho lugar de 20 a 22 horas. En ningún momento se especificó que habría algún tipo de impedimento para ingresar al lugar salvo con el uso de tenis y/o pants, además en el boleto no se especificó que el lugar se reservara el derecho de admisión.

El contrato fue firmado por 300 personas dejando 100 boletos extras a consignación. Los 300 boletos se pagaron el día 6 de abril y 86 boletos extras a las 15:00 horas del día 7 de abril.

Todo iba bien hasta que empezó el acto. Sufrimos una evidente discriminación. Además de que el lugar se abrió 15 minutos después de lo pactado, lo cual no estaba estipulado en el contrato, a muchos de nuestros compañeros con boleto no los dejaron pasar. El personal que permite el acceso al lugar y nuestro intermediario hicieron comentarios tales como: "Este tipo está muy gandalla", "Esa chamarra está horrible", "Con esa botas nunca va a entrar", "aunque se estén hasta las tres de la mañana, nunca los vamos a dejar pasar".

Como ni siquiera nos dejaron contar los boletos que recogieron no estamos en posibilidades de decir cuántas personas entraron y cuántas se quedaron afuera, pero por lo menos 150 compañeros fueron discriminados. El caso es que los abajo firmantes, tanto los que entraron como los que no, queremos dejar claro que no estamos dispuestos a solapar y aceptar que algo así suceda.

Estamos hartos de la prepotencia y humillación a la cual nos someten de manera cotidiana este tipo de personajes a los jóvenes que pagamos por entrar a algún lugar. No es posible que este tipo de cosas pasen en nuestro país.

ƑDesde cuando que alguien sea "gandalla" (a su gusto) es un argumento para que, aun con un boleto pagado en mano, no dejen entrar a alguien a un lugar? ƑHay acaso mexicanos de primera y de segunda?

El señor Israel Estrada Escobar se niega hasta la fecha a devolvernos nuestro dinero.

Bernardo Rodríguez Martínez, presidente del consejo cocal de alumnos de química


Denuncia abusos en Citibank

Querida Carmen: José Galán nos ha brindado información sobre Citibank referida a presuntas acciones de lavado de dinero. Permíteme agregar, a escala personal, mis experiencias con Citibank o Citigang, como debería llamarle.

Hace varios años, cuando el dólar costaba alrededor de 3.50 pesos mexicanos, Citibank me ofreció una tarjeta de crédito con límite de 4 mil dólares (unos 14 mil pesos). Con la devaluación de diciembre de 1994 y meses sucesivos, mi límite de crédito ya no era de 4 mil dólares, sino de la mitad. No valieron mis reclamos. Luego me llegó una cuenta de compra en las ciudades de Oaxaca y Jalapa, donde no he estado desde hace más de 20 años. Se hizo la averiguación, y después de más de seis meses, resultó que alguien había intentado falsificar mi firma. Vale decir que mi tarjeta de crédito tenía mi fotografía y que nunca se me perdió ni hubo adicionales. ƑCómo le hicieron los falsificadores?

Más adelante, en abril de 1999, me llegó un estado de cuenta por una cosa que se llama "Seguros Cigna, México, DF", que nunca contraté. El 31 de mayo mandé una carta referida al número de aclaración 100635 para que me bonificaran los cargos. Nunca lo hicieron. Me siguieron llegando cargos con intereses más IVA, y hablé a Citiphone, con Fernando Casas (quien me dijo que era imposible cancelar mi tarjeta de crédito), con Mauricio Boy, con Oswaldo Martínez, con Elsa López con Leticia Franco, con un señor Espejel, con Oscar Orijuela, con el bonificador Oscar Martínez y con no sé cuántos más. Todas estas llamadas fueron entre abril de 1999, y la última en abril de este año.

A la fecha, después de que el bonificador Oscar Martínez me ha asegurado dos veces que mi tarjeta ya está cancelada y que todos los cargos, incluidos los intereses, ya han sido bonificados, no sólo no me envían una carta donde por escrito me confirmen la cancelación y las bonificaciones, sino que ahora me siguen cobrando, incluso, intereses moratorios y gastos de cobranza, y me amenazan con no poder contar con créditos futuros en cualquier banco si no liquido el débito absurdo con Citigang.

En síntesis, y como en una película de terror, en Citibank no puede cancelar tu tarjeta, te cobran automáticamente cosas y seguros que no has comprado, los cargos bonificados te vuelven a aparecer, turnan tu caso a una compañía de cobranzas y al final te amenazan con afectarte en tus créditos con otros bancos. ƑQuién dijo que el capital y los bancos extranjeros son mejores que los mexicanos?

Octavio Rodríguez Araujo


Protesta contra personal migratorio

Señora directora: Por más de 15 años he asistido al Tianguis Turístico de Acapulco, ya que soy dueña de una agencia de viajes mayorista especializada en turismo a México, por más de 20 años.

Tenía boleto para viajar de Ciudad Juárez a la ciudad de México en el vuelo 227 de Aeroméxico con conexión a Acapulco, para el sábado 7 de abril a las 7 horas. Ya con pase de abordar, un oficial de migración con gafete 12062 me detuvo. Resultó que mi visa turística de un viaje anterior estaba vencida. Inmediatamente habló a los encargados del equipaje para que bajaran mis maletas, y me informaron que no iría en este vuelo. Aunque bajo las leyes mexicanas no había ningún motivo para que me negaran una nueva visa, me dijeron que no había manera de obtener otra. Después de un largo y abusivo regaño por parte de este agente y su compañero, me llevaron a un cuarto aparte, donde tenía muchas visas, que supongo deben proporcionar a los turistas que, como yo, se encuentran en semejante situación para ayudar a resolver un problema. De manera por demás cínica me informaron que si quería una visa me iba a costar 100 dólares. No soy partidaria de la corrupción, pero el Tianguis Turístico es el acto más importante del año para mi negocio, y no tuve más opción que ceder a su extorsión y darles su mordida. Me advirtieron que debía callarme y no comentar lo sucedido. Viajando en lista de espera, llegué a Acapulco ocho horas tarde, asustada, humillada y frustrada.

Como es tradición, el presidente Zedillo y el secretario de Turismo abren el acto con discursos acerca de la hospitalidad de México y la bienvenida que se les da a los visitantes extranjeros. Hablaron de los visitantes que llegan cada año y de la importancia del turismo como fuente de divisa al país. Parece que su nuevo sistema de visas, en lugar de estar capturando más ingresos para México con el impuesto de entrada de 15 dólares, está volviéndose un negocio propio para los agentes de migración.

Si en el aeropuerto me tratan a mi como delincuente y con amenazas, Ƒcon qué seguridad puedo vender viajes a México a mis clientes?

No sé si el presidente Zedillo y el secretario Espinosa se pueden imaginar cómo se siente una mujer viajando sola a un país al que ha dedicado su vida profesional, y de repente encontrarse a merced de individuos como éstos, en espera de hacer negocio propio.

Espero que la impunidad y trato abusivo de estos oficiales no sea el estándar en México hoy en día, ya que tengo muchos años visitándolo, quiero mucho al país y cuento con muchos amigos mexicanos que realmente me demuestran la hospitalidad y corazón del pueblo. (Carta resumida)

Atentamente
Marcia Roberts


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