EDUCACION: AVANCES Y REZAGOS
En un documento denominado Evaluación de la educación para todos 2000, el gobierno mexicano ofrece una visión optimista de la situación de la enseñanza en México y enumera una serie de indicadores que, a su juicio, demuestran el éxito que han tenido en el país los programas oficiales en la materia.
Aunque ha de reconocerse -como se señala en el reporte citado- que en los años recientes han tenido lugar diversos avances y mejoras en el ámbito de la educación pública en México, resulta preocupante que el análisis de la SEP no aborde de manera suficiente los graves rezagos y limitaciones que todavía se padecen en múltiples asuntos cruciales de la enseñanza en el país, y sólo considere como "deuda educativa" la persistencia de una elevada tasa de analfabetismo entre la población adulta.
Problemas como la insuficiencia, el deterioro o el pobre equipamiento de los planteles y las todavía bajas remuneraciones que perciben los maestros no reciben en el documento el tratamiento que les corresponde, pese a que estas cuestiones inciden de manera importante tanto en la cobertura como en la calidad de la educación. En el diagnóstico tampoco se consideran a cabalidad indicadores relacionados con los problemas cualitativos de la enseñanza, como son el creciente analfabetismo funcional que se registra en México, o las repercusiones que las deficiencias en la preparación básica tienen en otros niveles, como la educación técnica o la superior. En este sentido, por sólo citar un ejemplo, cabe señalar que varios de los factores determinantes que han conducido a la crisis por la que atraviesa actualmente la UNAM tienen su origen en los problemas estructurales de la enseñanza básica.
Así, si bien es cierto que el acceso universal a la educación primaria es un imperativo para el desarrollo nacional, es igualmente importante que la preparación que reciben los millones de alumnos mexicanos tenga la calidad indispensable para que el esfuerzo educativo del país se traduzca en beneficios concretos y no sea sólo motivo de estadísticas festivas.
Ciertamente, las mejoras y los avances en el ámbito de la enseñanza pública en México que se mencionan en el documento de la SEP resultan esperanzadores, pero no deben dar pie al triunfalismo ni al trazo de panoramas que no corresponden con la angustiosa realidad en la que viven incontables niños y maestros. Por ello -y por más saludables o exitosas que parezcan las estadísticas-, hoy más que nunca resulta indispensable perseverar en la ampliación de las oportunidades educativas, en el mejoramiento de las condiciones materiales de educandos y profesores y en la elevación de la calidad de la enseñanza que se imparte en México. En materia de educación, la tarea todavía no se ha terminado.
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