POLICIA AUXILIAR: SANCIONES EJEMPLARES
La determinación, anunciada anteayer por la contraloría interna de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Distrito Federal, de sancionar con la destitución y la inhabilitación para ocupar cargos públicos a 41 altos mandos de la Policía Auxiliar -dependiente de la SSP- constituye una medida ejemplar, ante el necesario saneamiento de las corporaciones policiales de la capital y del país, ante la tarea de combatir y erradicar la corrupción que afecta a vastos sectores de la administración pública, y ante el imperativo de desmontar las estructuras patrimonialistas que aún persisten en diversos ámbitos del Estado.
Cabe recordar que uno de los más escandalosos mecanismos de apropiación de lo público por lo privado era, en el ámbito del gobierno urbano, la asociación Servicios Sociales para la Policía Auxiliar, AC (SSPAAC), la cual era dirigida sin control alguno por los máximos directivos de la corporación. Durante décadas, las regencias permitieron que los comandantes manejaran a su arbitrio parte de las percepciones de los policías auxiliares, cuando no partidas salariales enteras, que iban a parar a la SSPAAC, como fue el caso de la partida presupuestal 1203, por un monto de mil 152 millones de pesos, y cuyo desvío motivó una investigación iniciada por el propio Gobierno del Distrito Federal -encabezado entonces por Cuauhtémoc Cárdenas-, en 1988.
Es pertinente anotar, asimismo, que esa indagación se ha traducido tanto en una investigación previa, a cargo de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), como en el trámite de la contraloría interna de la SSP, que culminó, el pasado martes, con la inhabilitación y el despido de cuatro decenas de comandantes de la Policía Auxiliar, entre ellos el ex director general de la corporación, Francisco Ruiz Gamboa, y el ex director administrativo, Severo Rodríguez Huezo.
El hecho mencionado es alentador, por cuanto habla de un combate a profundidad de las redes de corrupción en los órganos de seguridad pública de la capital; al mismo tiempo, inquieta preguntarse si el multimillonario desvío descubierto en la Policía Auxiliar no es, por así decirlo, la punta del iceberg de actos ilícitos mucho más vastos.
Cabe esperar, en todo caso, que la firmeza demostrada por la actual directiva de la SSP continúe en el próximo gobierno capitalino, que presidirá Andrés Manuel López Obrador, y que sea secundada, en lo nacional, por el Ejecutivo, que encabezará Vicente Fox, así como por los gobiernos locales. Porque sólo mediante una acción coordinada en los niveles federal, estatal y municipal será posible obturar los vasos comunicantes de la corrupción policiaca que, como se sabe, está presente en todo el territorio nacional.
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