Reconciliación de
fin de milenio
Querida Carmen: El pasado 31 de diciembre la ciudad
de México volvió a ser la región más transparente
del aire. Estaba hermosísima, sin tráfico, sin ruido, traspasada
por una luz intensa. Por primera vez en muchos años, me di el gusto
de recorrerla y me sorprendió ver cuántos árboles
se han sembrado. Visité el Museo de Antropología, que está
sensacional, y por la noche me fui a bailar al Zócalo con los guapachosos
grupos que contrató el Instituto de Cultura. Te juro que cuando
estaba allí, moviendo mis pies sobre la plancha irregular que conforma
el corazón de este país, con tanta gente alegre a mi alrededor,
los edificios festivamente adornados, la enorme bandera flotando sobre
su asta y las campanas de Catedral tañendo, me sentí tan
emocionada que, como te podrás dar cuenta, hasta me volví
cursi. Y como me paso la vida criticando todo y a todos, me pareció
de justicia reconocer cuando las cosas están bien. Por eso quiero
por este conducto hacer público mi agradecimiento a quienes hacen
posible que todo esto suceda, darles las gracias porque por fin pude reconciliarme
con mi ciudad.
Sara Sefchovich
Aplaude el dictamen del tribunal electoral para Tabasco
Señora directora: El fallo del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que anuló
las elecciones para gobernador en Tabasco, como una muestra de legalidad
que los ciudadanos exigimos, propició en mi estado el descontento
del grupo en el poder, en concreto de Roberto Madrazo y su camarilla, quienes
no asimilan su derrota y tienen temor de que se actúe conforme a
derecho en su contra, pues estos seis años del gobierno madracista
fueron de corruptelas y abusos del poder. Derivado de esto han logrado
fundir toda una cadena de prácticas ilegales manipulando incluso
al Poder Legislativo estatal, desvirtuando su función principal
"la división de poderes" convirtiéndolo en un empleado más
bajo la sombra del cacicazgo que, dicho sea de paso, está en franca
decadencia.
Ante este hecho trascendental para el país, podemos
decir que estamos avanzando en un régimen estrictamente democrático,
además de que el federalismo, que tanto se ha pregonado y ha sido
tema central en muchos de los discursos, se está practicando realmente
y de que un principio fundamental en la democracia se tiene que respetar
que es el sufragio universal libre y secreto; de no ser así, los
resultados ahora sí serán muy distintos a los hasta ahora
conocidos. ¿Por qué tener miedo a un dictamen de esta naturaleza?
Demostremos los tabasqueños que podemos insertarnos en este nuevo
acontecer político; asimilando esta sabia decisión dejemos
a las instituciones realizar el papel que realmente les corresponde y respetemos
las decisiones que de ellas emanen por dolorosas que éstas sean.
Iniciamos el siglo XXI, que nos exige mucha mas participación
y más interés en la vida política de nuestro estado
y del país. Tenemos un plazo más para determinar mediante
las urnas lo que realmente queremos para nuestras familias y nuestro estado.
Como estudiante tabasqueño radicado en esta ciudad
capital, ya lo sé y estoy consciente de ello. Bajo mi óptica
particular, César Raúl Ojeda Zubieta es y seguirá
siendo la mejor opción de cambio. Agradezco la prontitud con que
sea publicada esta reflexión y mi deseo franco de éxitos
al frente de tan respetable periódico.
Geovani González Pérez
Comenta la situación en el SNTSS
Señora directora: El pasado 25 de noviembre,
en esta sección, el encargado de prensa del CEN del SNTSS cuestionó
el trabajo de la reportera Angeles Cruz, que cubrió la información
referente a la recién creada Asociación Nacional Sindical
de Médicos del Seguro Social.
Desde la gran movilización del SNTSS en 1989, año
caracterizado por el embate del salinismo contra los sindicatos, las dirigencias
nacionales en turno han venido desgastándose, aunque se escondan
en las siglas de la UNT, pues demostraron el divorcio que existe entre
bases y dirigentes, cargando desde entonces con el estigma de haber sido
rebasados y nulificados moralmente por la dignidad de un movimiento que
demandó desde aquel año una auténtica democracia sindical.
Es en este contexto en el que hay que entender la actitud
del vocero del CEN, pues más que ser una puntual aclaración
obedece a una táctica de contraofensiva con la intención
de distraer a la opinión pública.
Las torpezas, los errores de cálculo político
y las mezquinas ambiciones del actual secretario general han creado un
severo clima de descomposición que ha causado malestar entre los
300 mil trabajadores, siendo él causante directo de la escisión
y creación de esta nueva agrupación médica.
Rocha es el primer labastidista del sindicato; organizó
desayunos al candidato del PRI, cerrando el sindicato a los abanderados
de otros partidos; le compró al actual tesorero una diputación
plurinominal priísta en la actual legislatura, pasando por alto
la pobre aportación parlamentaria que este oscuro personaje tuvo
en la primera legislatura del salinismo (88-91). El resultado electoral,
adverso a los intereses personales y de grupo del doctor Fernando Rocha,
me hacen alertar a los trabajadores sobre el manejo antidemocrático,
abusivo e inmoral que durante décadas se ha hecho de las cuotas
sindicales. Pues con estos recursos se han cerrado los espacios del disenso,
se ha marginado y destruido a los otros actores, aniquilando así
el pluralismo.
Como no hay un control democrático y estatutario
real que evite las complicidades y manoseos de cuotas, se requieren de
pesos y contrapesos de una profunda reforma estatutaria acorde con los
nuevos tiempos. Pues mientras ésta no se realice, la corrupción
del grupo rochista atentará contra otros eventuales contendientes,
ya que dispondrán a su antojo de recursos más amplios para
publicar sus intereses, organizar reuniones, hacer proselitismo, ganar
la opinión pública y financiar como siempre la campaña
de su candidato único, en detrimento de todas las obras corrientes.
Osvaldo Juárez Ortega
Fue agredido y ahora lo
amenazan con cárcel
Señora directora: Solicito la publicación
de la presente denuncia para evitar que se cometa una injusticia.
C. Licenciado Bernardo Bátiz Vázquez, procurador
de Justicia del DF.
El 5 de septiembre fui brutal y arteramente agredido ?por
la espalda? sufriendo lesiones en la cara y en diferentes partes del cuerpo.
El ataque fue perpetrado por un sujeto de nombre Alberto Israel Rodríguez
García, mejor conocido como El Pingüino o El Chaparro.
Acudí a levantar la denuncia correspondiente el 6 de septiembre.
Al entregar el citatorio al agresor, éste me insultó y me
amenazó. Posteriormente, me ha hostigado amenazándome con
lanzar en mi contra un enorme perro y también se ha burlado de mí.
El 18 de diciembre, la agencia investigadora 66 de la PGJDF me notificó
que la acción penal no procede contra El Pingüino; asimismo,
me informaban que, de desearlo, debía inconformarme por escrito
en los siguientes diez días. No lo hice esperando que de esa manera
terminara el hostigamiento del sujeto de marras. Sin embargo, el 29 de
diciembre recibí un citatorio del juzgado 23 de paz penal, en el
que me convoca para el jueves 4 de enero de 2001, a las 9:30, para un careo
con el atacante y sus testigos. Me pregunto, ¿testigos de qué?
Otro detalle sospechoso es que cambiaron el juzgado donde originalmente
se llevaba a cabo el proceso. Esto me hace pensar, señor procurador,
que este individuo trata de acusarme de haber mentido a la autoridad y
que las lesiones que constan en actas me fueron infligidas por otra persona
o quizá por mí mismo. Cabe agregar que en el citatorio me
advierten que, de no comparecer, ahí sí procede en mi contra
una reclusión de 36 horas. Entonces, bonita es mi circunstancia:
después de que fui salvajemente agredido (nunca en mi vida había
sido golpeado de forma tan inhumana), de que ni puedo, ni quiero, ni debo
liarme a golpes con un perdulario de semejante ralea, pues soy un hombre
de 50 años de edad, mi agresor no llega a los 30, es decir, carezco
de todo medio para defender mi integridad, puesto que la justicia ha considerado
que no procede castigo contra quien me dañara tan salvajemente y
todavía puedo ir a prisión si no comparezco ante una autoridad
que ha actuado ?ignoro por qué razones? salvando la impunidad del
Pingüino. Solicito encarecidamente su intervención para
evitar que se comenta una flagrante injusticia en contra de mi persona.
Jesús Ortega Rodríguez |