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México, D.F. miércoles 3 de enero de 2001
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Reconciliación de fin de milenio 

Querida Carmen: El pasado 31 de diciembre la ciudad de México volvió a ser la región más transparente del aire. Estaba hermosísima, sin tráfico, sin ruido, traspasada por una luz intensa. Por primera vez en muchos años, me di el gusto de recorrerla y me sorprendió ver cuántos árboles se han sembrado. Visité el Museo de Antropología, que está sensacional, y por la noche me fui a bailar al Zócalo con los guapachosos grupos que contrató el Instituto de Cultura. Te juro que cuando estaba allí, moviendo mis pies sobre la plancha irregular que conforma el corazón de este país, con tanta gente alegre a mi alrededor, los edificios festivamente adornados, la enorme bandera flotando sobre su asta y las campanas de Catedral tañendo, me sentí tan emocionada que, como te podrás dar cuenta, hasta me volví cursi. Y como me paso la vida criticando todo y a todos, me pareció de justicia reconocer cuando las cosas están bien. Por eso quiero por este conducto hacer público mi agradecimiento a quienes hacen posible que todo esto suceda, darles las gracias porque por fin pude reconciliarme con mi ciudad. 

Sara Sefchovich 



  
Aplaude el dictamen del tribunal electoral para Tabasco 

Señora directora: El fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que anuló las elecciones para gobernador en Tabasco, como una muestra de legalidad que los ciudadanos exigimos, propició en mi estado el descontento del grupo en el poder, en concreto de Roberto Madrazo y su camarilla, quienes no asimilan su derrota y tienen temor de que se actúe conforme a derecho en su contra, pues estos seis años del gobierno madracista fueron de corruptelas y abusos del poder. Derivado de esto han logrado fundir toda una cadena de prácticas ilegales manipulando incluso al Poder Legislativo estatal, desvirtuando su función principal "la división de poderes" convirtiéndolo en un empleado más bajo la sombra del cacicazgo que, dicho sea de paso, está en franca decadencia. 

Ante este hecho trascendental para el país, podemos decir que estamos avanzando en un régimen estrictamente democrático, además de que el federalismo, que tanto se ha pregonado y ha sido tema central en muchos de los discursos, se está practicando realmente y de que un principio fundamental en la democracia se tiene que respetar que es el sufragio universal libre y secreto; de no ser así, los resultados ahora sí serán muy distintos a los hasta ahora conocidos. ¿Por qué tener miedo a un dictamen de esta naturaleza? Demostremos los tabasqueños que podemos insertarnos en este nuevo acontecer político; asimilando esta sabia decisión dejemos a las instituciones realizar el papel que realmente les corresponde y respetemos las decisiones que de ellas emanen por dolorosas que éstas sean. 

Iniciamos el siglo XXI, que nos exige mucha mas participación y más interés en la vida política de nuestro estado y del país. Tenemos un plazo más para determinar mediante las urnas lo que realmente queremos para nuestras familias y nuestro estado. 

Como estudiante tabasqueño radicado en esta ciudad capital, ya lo sé y estoy consciente de ello. Bajo mi óptica particular, César Raúl Ojeda Zubieta es y seguirá siendo la mejor opción de cambio. Agradezco la prontitud con que sea publicada esta reflexión y mi deseo franco de éxitos al frente de tan respetable periódico. 

Geovani González Pérez 


Comenta la situación en el SNTSS 

Señora directora: El pasado 25 de noviembre, en esta sección, el encargado de prensa del CEN del SNTSS cuestionó el trabajo de la reportera Angeles Cruz, que cubrió la información referente a la recién creada Asociación Nacional Sindical de Médicos del Seguro Social. 

Desde la gran movilización del SNTSS en 1989, año caracterizado por el embate del salinismo contra los sindicatos, las dirigencias nacionales en turno han venido desgastándose, aunque se escondan en las siglas de la UNT, pues demostraron el divorcio que existe entre bases y dirigentes, cargando desde entonces con el estigma de haber sido rebasados y nulificados moralmente por la dignidad de un movimiento que demandó desde aquel año una auténtica democracia sindical. 

Es en este contexto en el que hay que entender la actitud del vocero del CEN, pues más que ser una puntual aclaración obedece a una táctica de contraofensiva con la intención de distraer a la opinión pública. 

Las torpezas, los errores de cálculo político y las mezquinas ambiciones del actual secretario general han creado un severo clima de descomposición que ha causado malestar entre los 300 mil trabajadores, siendo él causante directo de la escisión y creación de esta nueva agrupación médica. 

Rocha es el primer labastidista del sindicato; organizó desayunos al candidato del PRI, cerrando el sindicato a los abanderados de otros partidos; le compró al actual tesorero una diputación plurinominal priísta en la actual legislatura, pasando por alto la pobre aportación parlamentaria que este oscuro personaje tuvo en la primera legislatura del salinismo (88-91). El resultado electoral, adverso a los intereses personales y de grupo del doctor Fernando Rocha, me hacen alertar a los trabajadores sobre el manejo antidemocrático, abusivo e inmoral que durante décadas se ha hecho de las cuotas sindicales. Pues con estos recursos se han cerrado los espacios del disenso, se ha marginado y destruido a los otros actores, aniquilando así el pluralismo. 

Como no hay un control democrático y estatutario real que evite las complicidades y manoseos de cuotas, se requieren de pesos y contrapesos de una profunda reforma estatutaria acorde con los nuevos tiempos. Pues mientras ésta no se realice, la corrupción del grupo rochista atentará contra otros eventuales contendientes, ya que dispondrán a su antojo de recursos más amplios para publicar sus intereses, organizar reuniones, hacer proselitismo, ganar la opinión pública y financiar como siempre la campaña de su candidato único, en detrimento de todas las obras corrientes. 

Osvaldo Juárez Ortega 


Fue agredido y ahora lo amenazan con cárcel 

Señora directora: Solicito la publicación de la presente denuncia para evitar que se cometa una injusticia. 

C. Licenciado Bernardo Bátiz Vázquez, procurador de Justicia del DF. 

El 5 de septiembre fui brutal y arteramente agredido ?por la espalda? sufriendo lesiones en la cara y en diferentes partes del cuerpo. El ataque fue perpetrado por un sujeto de nombre Alberto Israel Rodríguez García, mejor conocido como El Pingüino o El Chaparro. Acudí a levantar la denuncia correspondiente el 6 de septiembre. Al entregar el citatorio al agresor, éste me insultó y me amenazó. Posteriormente, me ha hostigado amenazándome con lanzar en mi contra un enorme perro y también se ha burlado de mí. El 18 de diciembre, la agencia investigadora 66 de la PGJDF me notificó que la acción penal no procede contra El Pingüino; asimismo, me informaban que, de desearlo, debía inconformarme por escrito en los siguientes diez días. No lo hice esperando que de esa manera terminara el hostigamiento del sujeto de marras. Sin embargo, el 29 de diciembre recibí un citatorio del juzgado 23 de paz penal, en el que me convoca para el jueves 4 de enero de 2001, a las 9:30, para un careo con el atacante y sus testigos. Me pregunto, ¿testigos de qué? Otro detalle sospechoso es que cambiaron el juzgado donde originalmente se llevaba a cabo el proceso. Esto me hace pensar, señor procurador, que este individuo trata de acusarme de haber mentido a la autoridad y que las lesiones que constan en actas me fueron infligidas por otra persona o quizá por mí mismo. Cabe agregar que en el citatorio me advierten que, de no comparecer, ahí sí procede en mi contra una reclusión de 36 horas. Entonces, bonita es mi circunstancia: después de que fui salvajemente agredido (nunca en mi vida había sido golpeado de forma tan inhumana), de que ni puedo, ni quiero, ni debo liarme a golpes con un perdulario de semejante ralea, pues soy un hombre de 50 años de edad, mi agresor no llega a los 30, es decir, carezco de todo medio para defender mi integridad, puesto que la justicia ha considerado que no procede castigo contra quien me dañara tan salvajemente y todavía puedo ir a prisión si no comparezco ante una autoridad que ha actuado ?ignoro por qué razones? salvando la impunidad del Pingüino. Solicito encarecidamente su intervención para evitar que se comenta una flagrante injusticia en contra de mi persona. 

Jesús Ortega Rodríguez 

 

 

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