CANCUN, UN DOBLE PRECEDENTE
El Encuentro México 2001 del Foro Económico
Mundial (FEM) que se inició ayer en Cancún ilustra dos maneras
-opuestas entre sí- en las que México se suma al escenario
internacional.
Por una parte, destaca que una ciudad mexicana sea por
primera vez sede de un encuentro auspiciado por el FEM, icono de la economía
de libre mercado, del poder de los dirigentes de las principales compañías
transnacionales que hoy marcan el compás del flujo de miles de millones
de dólares y controlan los mercados financieros. Sin ambages, en
Cancún se debaten las reglas del juego que los gobiernos deberán
adoptar como políticas de Estado ante los crecientes intereses de
las grandes transnacionales.
En paralelo, este mismo centro turístico se convirtió
en el espacio idóneo para que diversos grupos de la sociedad mexicana,
y de otras latitudes, se sumen a las movilizaciones internacionales en
contra de la globalización injusta. Si bien la mayor atención
de esta arista se centra en la marcha del EZLN, el activismo y conciencia
política demostrado por los grupos sociales --mexicanos y extranjeros--
congregados en Cancún han merecido una consideración en el
ámbito internacional que trasciende por mucho la problemática
local.
Si el gobierno mexicano ha dado un giro para fortalecer
su activismo internacional, la sociedad organizada no se ha quedado atrás.
El foro en Cancún presenta al mundo dos caras de México.
La de una minoría que se ha visto beneficiada por el neoliberalismo
y que concentra la mayor parte de la riqueza, y la de la conciencia ciudadana,
que en algunas de sus afluentes comparte la lucha de diversas organizaciones
ambientalistas, sindicales y ONG que ya gozan de una presencia internacional.
Pero también ha salido a la luz una relativamente nueva generación
de jóvenes mexicanos, que han adoptado una conciencia internacional
de la política y la economía con expresiones inteligentes.
En el primera día de actividades del foro, Claudio
X. González, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE),
habló de las inversiones que los 34 principales grupos privados
tienen previsto realizar para el 2001, cifra, por cierto, considerablemente
menor a la inversión extranjera directa captada por el país
en el año 2000. El secretario de Economía, Luis Ernesto Derbez,
reiteró el compromiso del gobierno de integrar a pequeña
y mediana empresas en el proceso de globalización.
En fin, de entre todo lo que se dijo en este primer día
del foro, no encontramos una sola palabra que nos lleve a pensar en el
rostro humano que el gobierno dice querer darle a la economía. A
pesar de que los organizadores del foro reconocieron ?como lo han hecho
otras instancias de peso mundial? que la globalización no ha reducido
la histórica brecha entre ricos y pobres, sino que la ha hecho mucho
más dramática, no se escuchó ningún argumento
convincente de que el modelo económico imperante dejará algún
día de producir tanta pobreza en el mundo.
No cabe duda, el foro en Cancún está sentando
un doble precedente en la historia del país. Uno, el México
que se integra como sede al debate de la cúpula transnacional. Dos,
el México que se integra de lleno a otro debate, el de la conciencia
social internacional.
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