PRINCIPIOS DE JUSTICIA UNIVERSAL
Justo en el momento en que Argentina atraviesa una severa
crisis política y que sus ciudadanos reciben sólo malas noticias,
surge una que abre una vertiente esperanzadora en el intrincado camino
de la justicia.
La posible --casi segura-- derogación de la leyes
de Obediencia Debida y de Punto Final, emitidas por el gobierno de Raúl
Alfonsín (1983-1989) y que frenaron los juicios contra integrantes
de la dictadura militar (1973-1983), es una noticia que, sin duda, sacude
los más recónditos rincones de la memoria histórica
del pueblo argentino: después de años de impunidad, de pasear
por las calles como si nada ocurriera, los militares acusados de violaciones
a los derechos humanos en ese periodo, finalmente podrían ser sometidos
a juicio.
De concretizarse, la derogación de estas leyes
de amnistía representaría también una victoria más
para la pujante lucha de varios países, entre los que destaca España,
por juzgar los crímenes de lesa humanidad.
Con el caso Pinochet como antecedente, la concepción
de una justicia universal es un tema de mayor importancia en el debate
entre el concierto de naciones. Precisamente ayer, en el I Congreso Internacional
sobre los Derechos Humanos y el Principio de Justicia Universal, celebrado
en Madrid, los especialistas recibieron con enorme agrado la posibilidad
de anulación de la amnistía en Argentina. Si bien es un acierto
que los criminales de esta índole sean juzgados por tribunales de
sus respectivos países --comentaron--, es conveniente que se haga
lugar a los principios de justicia internacional, ya que no todos los países
tienen la facultad legal para hacerlo.
La noticia causó tal conmoción entre los
militares argentinos, que a la fecha más de 700 oficiales del Ejército
se han presentado para conocer, con base en la ley hábeas data,
ante la Subsecretaría de Derechos Humanos y dos organismos humanitarios,
si existen acusaciones o causas abiertas en su contra. La reacción
de los oficiales, que hasta la fecha se sentían impunes, es una
parábola de la dimensión de la noticia.
El actual proceso en contra del dictador Augusto Pinochet
en Chile, la extradición de Ricardo Cavallo a España, el
anuncio del ministro yugoslavo de asuntos exteriores, Goran Svilanovic,
para cooperar con el Tribunal Penal Internacional (TPI) y juzgar los crímenes
de guerra cometidos en ese país, son tan sólo algunos de
los casos más sonados del esfuerzo internacional en la aplicación
de la justicia.
Desafortunadamente, todavía hay miles de casos
pendientes en todo el mundo, y mientras Argentina da un paso mayor en materia
de justicia, el ombudsman mexicano, José Luis Soberanes, solicitó
se reabra al caso sobre la matanza de Acteal.
Evidentemente, México forma parte de esos países
que tienen una larga lista de pendientes en esta materia. No cabe duda
de que un gobierno que no procura la justicia y resuelve las violaciones
de derechos humanos consumados en tiempos de gobiernos anteriores, está
cometiendo, por esa simple omisión, una nueva violación a
tales derechos. Hacemos votos porque en México se abra también
una posibilidad de justicia plena. |