Carta de despedida a los zapatistas
Estimada directora: Hoy, que el regreso de los
zapatistas a las montañas del sureste mexicano es ya cosa del pasado,
se hace un nudo en la garganta al decirle hasta pronto a estos señores
y señoras en toda la extensión de la palabra. Mucho nos han
enseñado; de ellos hemos aprendido bastante, han sabido entrar triunfalmente
en el corazón no sólo de la ciudad, sino también de
todos los que los hemos seguido desde hace ya mucho tiempo. Quede ahí
su enseñanza y su alegría, démonos cuenta de que lo
que se logró fue en parte por nosotros; la semilla está ya
puesta, nos toca ahora hacerla crecer y florecer. Extrañaremos al
EZLN, pero no podemos quedarnos en el romanticismo de su visita, ahora
hay que seguir luchando y exigiendo el cumplimiento íntegro de las
señales para reanudar el diálogo.
Atentamente,
Francisco García, David García
Carta a Andrés Manuel López Obrador
En épocas de democracia es inmoral quedarse callado.
Sobre todo si se simpatiza con la persona a quien se reclama. El sábado
31 fui víctima de uno de los mecanismos más abominables que
operan en el DF: Mi automóvil "fue arrastrado" por una grúa
de nuestra ciudad. Las querellas son las siguientes:
1. Mi automóvil, al igual que el de otros ciudadanos,
estaba estacionado en Miguel Angel de Quevedo en sitios en donde no eran
visibles letreros de "no estacionarse".
2. En esa área - por la librería Gandhi-
no hay suficientes lugares de estacionamiento ¿Qué sugieren
que hagamos con los coches?
3. En el resguardo de vehículos en depósito
exigen dos fotostáticas de la tarjeta decCirculación y de
la licencia. Por supuesto que no tienen fotocopiadora, lo que implica tomar
otro taxi y buscar una fotocopiadora ¿Para qué demonios quieren
las fotocopias?
4. Encontré mi automóvil lleno de sellos:
la cajuela, el cofre, las puertas, etcétera. Esos sellos aseguran
la virginidad del operativo, pero tú, Andrés Manuel, sabes
que ante las injusticias, esos sellos producen asco.
5. Rompieron un faro. Los del resguardo aseguran que así
lo recibieron, y el chofer de la grúa no estaba... ¿Dónde
quedó la bolita? ¿Quién me lo pagará?
6. El trámite, incluyendo taxis, costó 550
pesos. A mí, Andrés Manuel, se me hace caro. ¿Y a
ti?
7. Me quedé perplejo cuando leía la tarifa.
Si se recoge el coche en los primeros cinco días, la generosidad
del DF y de su Secretaría de Seguridad Pública enternecen:
te ofrecen 50 por ciento de descuento. No sé quién fue el
ideólogo de esa estupidez, pero es tan ridícula y molesta
que sugiero la eliminen, pues no habrá ni un pendejo que se los
agradezca. ¿O será que en la violación está
la culpa?
8. Cuando se lleven los automóviles deberán
ser "buenas personas" y avisar que los vejadores fueron los miembros de
la Dirección General de Control Metropolitano y que no se lo robaron.
Te confieso que en lo particular me siento más molesto cuando es
"mi" policía la que me jode. Los ladrones son eso, ladrones.
9. El sábado por la tarde la Procuraduría
Social del DF no contestaba - y eso que no estaba lloviendo.
10. ¿Mi recibo garantiza que el dinero llegará
a la Tesorería y que será bien usado?
11. Por último, sugiero que se derogue esta práctica
infame. Sugiero también que hagas una encuesta entre la ciudadanía
para saber si están de acuerdo con la "política de las grúas
justicieras".
El taxista que me llevó al resguardo me explicó
que en estos días el movimiento de las grúas es mayor, pues
pronto habrá vacaciones y disminuirá el trabajo ¿Será
cierto? Sé que tu gobierno aún es joven, pero tú sabes
en carne propia que la injusticia, la corrupción y la impunidad
no aguardan. Esperando tu pronta respuesta, con respeto,
Atentamente,
Arnoldo Kraus
Aclaración de Teresa del Conde a una nota de
Yanireth Israde
Querida Carmen: El sábado 31 de marzo, Yanireth
Israde reporteó la conferencia sobre el libro de Horst Kurnitski,
Retorno al destino. La liquidación de la sociedad por la sociedad
misma (UAM, Colibrí) en la que participamos José Blanco,
Rolando Cordera y yo, presentados por Pedro Miguel. Tengo la impresión
de que la periodista no asistió a esa mesa de prensa, o al menos
yo no tuve el gusto de saludarla, ni se me acercó a solicitarme
el escrito en el que basé mi participación. A resultas de
lo anterior, en la parte a mí referida lo que ella recogió
es absolutamente inexacto, y eso me indigna, sobre todo porque Yanireth
sabe que soy colaboradora de este periódico y en más de una
ocasión hasta me ha consultado algunas cosas. En primer término
no fui invitada a presentar el libro como "crítica de arte", cosa
deducible de lo que dijo Pedro Miguel sobre cada participante. Fui invitada
como investigadora versada en temas sicoanalíticos y conocedora
de la obra de éste y otros filósofos de hoy. En segundo término,
la palabra "calidad" (que la periodista introdujo, no sé cómo)
así, a secas, está radicalmente excluida de mi vocabulario,
y más aún de mi vocabulario de crítica de arte. "Calidad"
es un término que sólo puede emplearse en sentido axiológico,
es decir, comparativo, siempre dentro de un contexto. Lo que dije fue esto:
"Es bien cierto que el arte, al permitir el retorno de lo reprimido en
un doble flujo, logra satisfacer deseos que provienen del núcleo
de las pulsiones". De todo lo que observé con respecto a los mitos
(ese capítulo del libro es realmente muy atractivo), Yanireth tuvo
a bien elegir esa frase, pero o estaba distraída y tuvo que inventar,
o llegó tarde y le contaron. Mil veces hubiera preferido que me
eliminara de su nota.
Hay amargas quejas por todos lados en varios periódicos,
de artistas plásticos que se ven tergiversados en sus declaraciones,
o de críticos que encuentran sus decires "editados". Incluso conozco
uno de doble vertiente (artista y crítico) que dejó de colaborar
en un diario de amplia circulación por esa razón. Ojalá
nuestro periódico sea aún más estricto en la labor
de reportaje.
Teresa del Conde
Yanireth Israde responde a Del Conde
Señora directora: Sabemos
que la doctora Teresa del Conde tiene sobradas capacidades profesionales
y que por tanto es requerida en distintos ámbitos del saber, como
es el caso de la presentación del libro de Horst Kurnitski. En el
corto espacio periodístico, junto a las intervenciones de otros
tres ponentes, la citamos -ciertamente en muy poco espacio, insistimos,
disponible- por el oficio por el que es más conocida por nuestros
lectores, la de crítica de arte. No tergiversamos, tampoco, el sentido
de su intervención, como consta en la información publicada.
Asistí en cuerpo y alma al acto del que ella supone estuve ausente.
En todo momento es claro que no hubo dolo de mi parte.
Atentamente,
Yanireth Israde
Se van y se queda
Querida directora: Los zapatistas se nos van. ¡Ah,
la esperanza! Cavallo se nos queda. ¡Ay, la vergüenza!
Hebe Rosell
N. de la R.
En la página 3a de la edición de ayer se
publicó equivocadamente en el titular que el nombre de la más
reciente novela de Jaime Avilés es Nosotros no estamos muertos,
cuando debió decir Nosotros estamos muertos. Ofrecemos
una disculpa al escritor y a nuestos lectores. |