El Poder Legislativo hizo ayer un llamado al presidente Vicente Fox para que México, apegado a la Constitución y principios que norman su política internacional, se solidarice con el pueblo cubano y vote el próximo 18 de abril en la 57 sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, en contra de la resolución --promovida por EU-- que condena a Cuba en materia de derechos humanos.

Tanto el Senado como la Cámara de Diputados se pronunciaron por que el gobierno mexicano marque distancia de la estrategia de EU para aislar política y comercialmente a la isla. En palabras del senador panista Javier Corral "es momento de distinguir que, además de un embargo comercial, existe una estrategia de poner en marcha todo tipo de medidas de aislamiento político contra la nación (Cuba) y, por lo tanto, contra el pueblo cubano".

El exhorto de los legisladores advierte al Presidente que, con base en los principios de la doctrina internacional mexicana, el gobierno no puede justificar un voto punitivo contra Cuba alentado por los intereses políticos de EU. De hacerlo, estaría legitimando el inhumano bloqueo que desde hace 40 años padece la isla.

Desde su toma de posesión, el canciller Jorge G. Castañeda ha reiterado que México será un firme promotor de los derechos humanos y la democracia en los foros internacionales, pero también ha declarado que esta posición no implica apoyar resoluciones viciadas de origen. En este caso particular, la moción anticubana que será puesta a votación en Ginebra, responde a una posición política del gobierno estadunidense que nada tiene que ver con la defensa de los derechos humanos. 

Ayer mismo, en una respuesta casi inmediata al exhorto de los senadores, la cancillería indicó haber tomado nota de la posición de los legisladores e informó que el Poder Ejecutivo tomará en breve una determinación congruente con los principios de defensa de los derechos humanos, hecho que permite suponer que México asumirá una posición solidaria con el pueblo cubano.

En el caso contrario, además de incumplir con el principio de libre autodeterminación de los pueblos, México estaría respaldando la caprichosa y prepotente política anticastrista de Washington que se ha caracterizado por omitir los principios de política internacional y, en términos prácticos, ha golpeado directamente al pueblo cubano con el embargo.

No hay fundamento que lleve a pensar que EU esté realmente preocupado por los derechos humanos en Cuba, pero sí lo hay para afirmar que el gobierno que hoy encabeza George W. Bush pretende seguir justificando sus intereses geopolíticos y económicos a costa de un bloqueo comercial a la isla que no se explica más que en términos de una estrategia de imposición ideológica, misma que, desde tiempos de la Guerra Fría, ha pretendido por todos los medios derrocar el gobierno de Fidel Castro.

En este mundo cada vez más globalizado, estar a favor de los procesos mismos de globalización no implica ceder en principios que nos dan importancia y fuerza como país, como una nación soberana, adentro y afuera.