Precisión de Secretaría de Desarrollo
Social del GDF
Señora directora: Con el objeto de precisar
información publicada en días recientes en este diario, me
permito solicitar se publique la siguiente aclaración:
1. Respecto de los recursos de becas escolares, obra en
esta Secretaría una relación de 34 niñas y niños
indígenas que habitan en Santa Veracruz 43 Col. Guerrero, y Mesones
38 Col. Centro, a los cuales se les ha hecho efectivo este apoyo a partir
de marzo de este año. Los recursos fueron depositados en la cuenta
Banamex correspondiente, el 5 de julio pasado. Así quedó
regularizado el apoyo que les otorga este programa.
2. Con relación al Centro de Atención al
Indígena Migrante (Catim), éste fue constituido en 1998,
en el marco del programa de coinversión entre el GDF y la Organización
Holandesa para la Cooperación Internacional al Desarrollo (Novib),
con el propósito de conformar en la capital un centro de atención
para la población indígena migrante en materia de asesoría
jurídica, atención de necesidades urgentes, promoción
cultural, alfabetización, sensibilización de maestros, apoyo
en la liberación de presos indígenas, promoción de
acceso a vivienda digna y apoyo a traductores indígenas, entre otros.
La figura jurídica del centro es Promoción y Enlace Social
AC (Pesac).
En 1998 el Catim recibió del GDF, mediante convenio
de colaboración, 174 mil 319 pesos; en 1999 630 mil, y en 2000 un
millón 379 mil 9 pesos. Por su parte, Novib contribuyó con
630 mil pesos en 1998 y con 693 mil 750 en 1999. Adicionalmente, durante
1998 y 1999 el DIF-DF proporcionó apoyos para operación y
mantenimiento. Por su parte, el anterior local del Catim --en el mercado
Abelardo Rodríguez-- como el que actualmente ocupa en Ecuador 99,
Col. Centro, son propiedad del GDF.
Para el año en curso, al Catim le fue aprobado
por parte del GDF un proyecto de 250 mil pesos para el "registro civil
y proyecto de alfabetización y capacitación para mujeres
indígenas de la ciudad de México". Adicionalmente, en el
programa de coinversión social 2001, en el que participan la Secretaría
de Desarrollo Social y Novib, le fue aprobado el "programa de cooperación
civil" por un monto de 500 mil pesos, que serán aportados de manera
conjunta por ambas instituciones, en partes iguales.
Cabe señalar que la selección de proyectos
del programa de coinversión 2001 se hizo a través de una
comisión dictaminadora con participación de destacados miembros
de la sociedad civil, y cuya presentación se hizo mediante una convocatoria
pública.
Durante estos años, el GDF ha mantenido una relación
de apoyo y colaboración con las acciones e iniciativas del Catim,
como parte de nuestro compromiso con la promoción de los derechos
y la satisfacción de las necesidades de las comunidades indígenas
residentes en el DF.
Asimismo, es necesario destacar que el procedimiento utilizado
durante el presente año en el programa de coinversión nos
ha permitido duplicar el número de proyectos aprobados, con lo cual
podremos apoyar otros 95 proyectos de organizaciones civiles diversas,
15 de ellos de organizaciones indígenas y organismos civiles que
trabajan con indígenas (el Catim entre ellos).
Atentamente:
Dra. Raquel Sosa Elízaga, secretaria de Desarrollo
Social del GDF
Aclaración del Catim
Señora directora: Me refiero a la nota publicada
ayer en la página 40 del diario a su cargodigno, bajo el encabezado
"infructuosos, los programas indígenas en el DF", suscrito por la
periodista María Esther Ibarra, y en la cual se involucra al Centro
de Atención al Indígena Migrante (Catim) como fuente de la
información.
Al respecto, consideramos importate, en salvaguarda de
nuestra seriedad, manifestar que el Catim no hace eco de la información
documentada en la nota referida y no comparte el punto de vista que lo
encabeza, de modo que, apelando a la seriedad y credibilidad que ha caracterizado
siempre a La Jornada, le solicito publicar en la sección
El Correo Ilustrado la siguiente aclaración:
En las últimas dos semanas han aparecido publicadas
dos notas que relacionan con el Catim con una aparente tendencia a dar
calificativos y consideraciones poco atinadas de la política pública
en materia indígena en el Distrito Federal.
El pasado 5 de julio apareció una nota, según
la cual la suscrita califica a esta política de clientelar y el
día de ayer apareció ésta a la que me refiero. Al
respecto, debemos manifestar que sobre la nota de ayer, el sociólogo
Leobardo Sánchez Piña, quien es citado como la fuente de
la información publicada, no forma parte del equipo de este centro
desde enero de 2001, pues desde esa fecha se desempeña en el Instituto
Nacional Indígenista. Respetamos sus puntos de vista, si acaso son
los documentados en la nota referida, pero de ningún modo los compartimos.
Sin embargo, como amigo de este centro, tenemos conocimiento
de que Leobardo nunca dio una entrevista a la reportera, situación
que nos invita a suspicacias, al no entender la fuente real de información
que nos compromete.
El Catim es una asociación civil cuya principal
tarea es la de promover convergencias que permitan acercar la política
pública, local y federal, con los pueblos indígenas originarios
y residentes en el DF.
De modo que para lograr ese objetivo hemos construido
una colaboración muy estrecha con diversas instancias del gobierno
de esta ciudad, y debemos reconocer que son muchas las instituciones y
dependencias capitalinas que nos permiten ser optimistas y pronosticar
el éxito de los programas específicos que la administración
capitalina ha implementado desde sus más altas esferas para atender
directamente a la pluriculturalidad de la ciudad.
Es importante recordar que el Catim es un proyecto que
viene trabajando y compartiendo metas con el Gobierno del Distrito Federal
desde la administración del ingeniero Cárdenas, a través
del Programa de Coinversión Social GDF-Novib-organizaciones civiles
y Sociales que, atendiendo al éxito de la experiencia desarrollada
en la administración 1997-2000, continúa retroalimentando
la colaboración de la sociedad civil con el gobierno a través
del nuevo programa en el que también participamos con el apoyo de
la actual administración, situación que afortunadamente nos
ha permitido ganarnos la confianza de muchas organizaciones indígenas
y servir de enlace y voz para sus demandas.
Invitamos a la periodista María Esther Ibarra
--o a quien usted considere oportuno-- para que platique con nosotros y
con gusto podamos informarle del cúmulo de programas y proyectos
que para atender a la población indígena del Distrito Federal
estamos desarrollando en colaboración estrecha con el gobierno de
esta ciudad en materias tan diversas como vivienda, educación, salud,
registro civil y desarrollo social, entre otras.
Luz Margarita Malo G., directora del Centro de Atención
al Indígena Migrante
Preocupa a organismos humanitarios violencia contra
activistas
Señora directora: La madrugada del 3 de
julio, Marcos Torres Campos, activista de la Organización Campesina
de la Sierra del Sur (OCSS), fue hallado sin vida, ejecutado de cinco balazos
en la colonia E.T.I, a un costado de la presidencia municipal de Coyuca
de Benítez, Guerrero, donde más de un centenar de miembros
de la OCSS realizaban un plantón indefinido en demanda de insumos
y dos millones de pesos en efectivo.
Este hecho fue denunciado por Benigno Guzmán Martínez,
a quien, junto con otros dos miembros de la OCSS, Virginia Galeana y Luis
Olivares Enríquez, presuntamente les fueron giradas órdenes
de aprehensión cuatro días después de ocurrido el
homicidio.
El asesinato de Marcos Torres se suma a los más
de 49 miembros de la OCSS que sistemáticamente han sido ejecutados
desde 1995, incluyendo a los 17 masacrados de Aguas Blancas.
Resulta sumamente preocupante que a pesar del informe,
con recomendaciones para nuestro país, que ya se tiene por parte
de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) respecto
del caso Aguas Blancas, continúe la campaña de hostigamiento
y asesinatos sistemáticos en contra de activistas campesinos que
luchan por causas sociales, y que estos hechos se mantengan sin esclarecimiento.
Por lo anterior, la Asociación de Familiares de
Detenidos, Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos
Humanos en México (Afadem) y la Comisión Mexicana de Defensa
y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) expresan su consternación
por esta ola de asesinatos y hostigamiento en contra de los campesinos
activistas, e insta una vez más a los gobiernos federal y estatal
a que investiguen estos crímenes de lesa humanidad, se esclarezcan
los hechos, se castigue a los responsables que continúan en la impunidad,
se repare debidamente a los familiares de las víctimas y se acabe
con la campaña de persecución y hostigamiento en contra de
los miembros de la OCSS.
Integrantes de AFADEM y CMDPDH. Laura Salas, coordinadora
de prensa
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