La indignación, derecho natural
Estimada directora: Por tu intermedio solicito
incluir esta carta en tu correo que diariamente nos impulsa.
Alberto Híjar: la indignación es un derecho
natural, un trabajo que ojalá cultiváramos con persistencia
todos los mexicanos. Gracias.
Hebe Rosell
PD: me pregunto si estarás en los archivos del
general Gary Prado Salmón como insurgente o como irregular. ¿Y
nosotros?
"Cobardía e ignorancia" de Alberto Híjar
Señora directora: El señor alberto
hijar (con minusculas) demostró su profunda cobardia, ignorancia
y falta de hombria al agredir a una persona en silla de ruedas, amen de
su ausencia de conocimientos historicos.
Afortunadamente recibieron uds. criticas como la de Edith
Kleiman, áunque despues anexen uds dos "burradas" plenas de ignorancia
de admiradores de Stalin o sucedaneos.
Aclaro que no soy militante de ningún partido,
no profeso religion alguna, simplemente trato de leer y mantener una cultura
suficiente.
Al cobarde al alberto hijar se le propone que le arroje
una copa a un hombre en excelentes condiciones fisicas. A ver si tiene
los suficientes pantalones o queda como lo que parece, un cobarde e ignorante
(buena combinacion, digna de los peores ejemplares del maoismo y senderismo).
Sinceramente,
Dr Alejandro Vázquez Cárdenas. Uruapan
Mich [email protected]
(N. de la R: se respetó el texto original).
Gary Prado conserva el Rolex del Che como recuerdo
de su hazaña
Señora directora: Vaya una felicitación
más para el señor Alberto Híjar por su actitud valiente
y oportuna al arrojar la copa de vino al rostro de Gary Prado.
¿Que por qué este sujeto vino a quedar como
embajador de Bolivia en México? Hugo Bánzer, actual presidente
de esa República, fue uno de los más sanguinarios protagonistas
de la operación Cóndor, en la que todos los gorilatos
sudamericanos sumaron esfuerzos para realizar la llamada guerra sucia.
Cuando Bánzer vino a México, el ingeniero
Cárdenas, jefe del Gobierno del Distrito Federal, no lo recibió
ni menos aún le entregó las llaves de la ciudad, como es
habitual en las visitas de jefes de Estado. Humillado por lo que consideró
un desaire, quiso vengarse de México enviándonos como embajador
a tan repugnante asesino, en lugar de un diplomático de carrera,
conducta obligada al tratarse del cargo más importante en América
Latina, como es la embajada de México.
Y por cierto, no se ha mencionado que el entonces capitán
del ejército boliviano, Gary Prado, como recuerdo de su hazaña,
se quedó con el reloj Rolex que llevaba el Che Guevara.
Doctor Gaspar Reza Heredia; Morelia, Mich.
Llaman a estar atentos por posibles represalias contra
el crítico de arte
Señora directora: Los abajo firmantes, amigos,
alumnos y conocedores de la importante trayectoria latinoamericana del
maestro Alberto Híjar, nos unimos al acto de rememoración
que del Che Guevara realizó este 26 de julio en el Centro
Cultural Casa Lamm, ante Gary Prado, asesino del poeta argentino y actual
embajador non grato de Bolivia en México.
Hacemos público, también, un llamado de
atención frente a las posibles represalias de las que el maestro
Alberto Híjar pueda ser objeto.
Carlos Blas Galindo, Carlos Zumaya, Gabriela Badiola
Fierro, Rebeca Barba García, Gloria Bardiola Fierro, Reyko Uchizato
Shokydo, Ruth Sánchez Carrillo, Martha E. Trillo, Amaranta Morales,
Sara Costales, Antonio López Bolaños, Patricia Esteves Cano,
Pablo López Esteves, Ezequiel Maldonado, Concepción Alvarez,
Eustafio Abad y Rosaura Maldonado
Solicita ayuda para niña con un problema auditivo
Señora directora: Me permito distraer su
atención por un acto de humanidad que le dé mi hija la oportunidad
de vivir en condiciones normales.
El nombre de mi niña es Marcela Gómez Hernández,
de cinco años, y padece de un mal congénito denominado "hipoacusia
sensorial profunda" en ambos oídos (sordera profunda). Por conducto
del instituto en el que es atendida mi hija se le realizaron diversos estudios,
los cuales concluyeron con la esperanza de que mi hija tuviera la oportunidad
de oír, pues fue considerada candidata para un implante coclear,
que permite, mediante una operación de implante y programación
de rehabilitación, adquirir el sentido auditivo del que hoy carece.
Lamentablemente el costo de este implante coclear es de
$19 mil 315 dólares, que resulta de imposible obtención para
mí, motivo por el que acudo a su persona, si fuera posible, pudiera
aportar un donativo al número de cuenta 612194048-1 del banco Bital
a nombre de Marcela Gómez Hernández.
Lo que yo necesito juntar es para pagar el aparato que
se le implantará, ya que los gastos de operación y hospitalización
serán pagados por el instituto al que asiste mi hija.
Cualquier ayuda, lo más pequeña que sea,
será muy agradecida por nuestra parte, y si usted conoce alguna
persona o institución que pudiera estar en posibilidad de ayudarme,
¿podría hacerle llegar este mensaje? o en su defecto mandarme
su dirección.
Pongo mi nombre y mi dirección para cualquier información
adicional. Puedo comprobar que esto es verdad, (presentando físicamente
a mi hija), ella tiene problemas de sordera y necesitamos ayuda.
Muchas gracias por su atención.
Atentamente,
Alma Lilia Hernández Gutiérrez, Tel. 55-93-04-84
e-mail: [email protected]
Se disculpa con el instituto de cultura
Querida Carmen: Como lo saben los siempre bien
informados lectores de nuestro periódico, el próximo 5 de
agosto se realizarán nuevas elecciones en el estado de Tabasco.
Estas tendrán una gran trascendencia para el proceso de transición
nacional.
Por lo mismo, varios miembros de Causa Ciudadana estuvimos
los días pasados promoviendo en Tabasco un voto limpio, inteligente
(razonado) y sobre todo efectivo (que realmente sirva para instrumentar
los cambios deseados por la sociedad).
Antes de viajar a Tabasco, con gusto aceptamos la invitación
del Instituto de Cultura de la Ciudad de México (ICCM), para participar
como moderadores en la mesa: "Identidades en Movimiento: lo global, lo
nacional y lo local", que se realizó el pasado 25 de junio en el
Museo de la Ciudad de México.
Sin embargo, a nuestro regreso de Tabasco nos encontramos
con la sorpresa de que nuestra participación sería más
bien como ponentes sobre ese tema, que por su indiscutible relevancia,
exige de una buena preparación. Pero no tuvimos la oportunidad de
preparar la ponencia como se merece el tema. Por ello, no asistimos al
acto, lo cual lamentamos mucho.
Nos tranquiliza, sin embargo, que al frente del ICCM esté
una persona de gran capacidad y entrega, como lo es nuestro entrañable
amigo Enrique Semo, lo cual garantiza un gran futuro para ese instituto
y para el Gobierno de la Ciudad de México en su conjunto, independientemente
de lamentables incumplimientos como el que hoy nos obliga a pedir esta
disculpa pública en verdad sentida.
Luis González Souza, coordinador nacional
Denuncia negligencia en la clínica 8 del IMSS
Señora directora: Mi madre, Dolores Gutiérrez
Coronado, paciente hipertensa, sufrió un infarto en diciembre de
2000 y el 16 de abril de 2001 fue enviada a la clínica número
8 del IMSS. Presentaba retención de líquidos, descompensación
en la presión arterial, su estado era delicado y fue atendida por
dos médicos, quienes la canalizaron a la especialidad de cardiología
de la misma clínica.
Fue citada para el 30 de abril de 2001, pero al llegar
al consultorio me enteré que el doctor Muñuzuri Taboada no
se había presentado a trabajar. La recepcionista sugirió
que volviéramos el 4 de junio, y así lo hicimos, pero el
médico me preguntó quién nos había citado;
le expliqué que el 30 de mayo él no se presentó a
trabajar y la recepcionista nos dio esa nueva cita. Me respondió
que entonces la recepcionista atendiera a mi madre ya que él tenía
mucho trabajo, ante lo cual amenacé con quejarme a la dirección
general. La recepcionista pidió que esperáramos, y mi madre
fue la última en ser atendida ese día.
El doctor comentó entonces que tenía demasiados
pacientes, que el salario era bajo y no compensaba su tiempo, que mi madre
estaba delicada, tenía agua en el corazón y los pulmones,
que lo tomáramos con calma ya que no había mucho qué
hacer. Citó a mi madre para el 6 de junio, con la advertencia de
que no la atendería si no le llevaba anotada la presión arterial
de un mes.
El 6 de junio le presentamos los datos solicitados y pidió
que mi madre siguiera el tratamiento anotado, ya que él nada más
podía hacer y que el médico familiar le daría los
medicamentos recetados por él. Luego de retirar las medicinas, al
salir de la clínica vimos en la cafetería de enfrente desayunando
tranquilamente al doctor Muñizuri Taboada (nuevamente había
abandonado a sus pacientes), profesional que como médico deja mucho
que desear y que como ser humano no alcanza ni a cero.
Atentamente,
María Teresa Vargas Gutiérrez
|