SABADO Ť 8 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Pese a rendición, continúan bombardeos de Estados Unidos sobre Kandahar

Los talibanes ya no existen como régimen ni como movimiento, dice futuro jefe del gobierno afgano

Ť Tras entregar el último bastión, desaparece el mullah Mohammad Omar

Ť Versiones de que murieron 10 mil combatientes de la milicia islámica

AFP, DPA Y REUTERS

Kabul, 7 de diciembre. Los talibanes ya no existen más "como gobierno ni como movimiento", expresó el futuro jefe del gobierno interino afgano, Hamid Karzai, después de que la milicia islámica entregó hoy pacíficamente el control de Kandahar, su último reducto, a fuerzas opositoras pashtunes.

Pese a la rendición, Estados Unidos continuó bombardeando la provincia de Kandahar, así como las montañas de Tora Bora, mientras que el máximo líder talibán, mullah Mohammad Omar, desapareció tras la entrega del último bastión, sin que haya rastros todavía de Osama Bin Laden en los supuestos escondites donde se le busca.

"Desde la mañana los talibanes ya no existen ni como gobierno ni como movimiento en Afganistán", aseveró Karzai en sus primeras declaraciones ante la prensa y en momentos en que seguían registrándose combates en las calles e imperaban el pillaje y el caos en la ciudad sureña fundada por Alejandro Magno.

Soldados estadunidenses mataron en las calles al menos a siete talibanes en medio del desorden citadino, mientras un responsable talibán no identificado admitió que murieron unas 10 mil personas en los dos últimos meses de bombardeos, en su mayoría combatientes de la milicia islámica.

Señaló que el número de víctimas era tan elevado que estaban imposibilitados para resistir, ya que ante los bombardeos sus líneas de defensa fueron destruidas. "Siete veces hemos tratado de reconstruir nuestras defensas al norte y al sur, y todas fueron atacadas. Columnas y columnas de soldados talibanes fueron muertos y ni siquiera pudimos ubicar sus cuerpos", manifestó.

En cuanto a la desaparición de Omar, Karzai dijo que se había convertido en un fugitivo que debe ser detenido para ser juzgado por los tribunales internacionales. Apuntó que mantenía la amnistía para el resto de los talibanes, pero, señaló, Omar perdió su oportunidad de abjurar del terrorismo, por lo que ahora deberá ser juzgado.

Kandahar y las provincias vecinas de Helmand, Zabul y Lashkargah fueron entregadas por el talibán, que gobernó el país con mano de hierro durante los últimos cinco años. En Kandahar, la entrega de las armas y la consiguiente transferencia del poder fue hecha ante un consejo tribal de notables pashtún o shura, que de inmediato pidió a Estados Unidos el fin de los bombardeos.

Las disputas por el poder

Las negociaciones para la rendición fueron hechas ante Karzai, pero la capitulación se hizo ante el líder tribal Naqibula, a quien le disputa el poder el ex gobernador de Kandahar, Haji Gul Agha. Incluso algunos reportes señalaban que había combates entre ambos bandos y que las fuerzas de Agha habían logrado recuperar la residencia oficial después de los enfrentamientos, pues él "quiere el puesto".

Cadenas de televisión estadunidenses y algunas europeas mostraron imágenes de caos en Kandahar, en las que imperaba el pillaje en los comercios locales y almacenes de agencias internacionales de ayuda, pues muchos talibanes entregaron las armas pero otros simplemente huyeron con sus armas. Disparos de ametralladoras se escuchaban por momentos en algunas zonas.

También se informó de combates entre diferentes grupos en el puesto fronterizo de Spin Boldak, en Helmand, luego de que el talibán entregó esa plaza. Otro brote de enfrentamientos se dio en la provincia de Paktia, entre grupos en pugna que buscan ocupar posiciones importantes en la shura.

La aviación estadunidense bombardeó zonas montañosas adyacentes a Tora Bora, cerca de Jalalabad, donde fuerzas contrarias al talibán recuperaron un importante campamento en una de las colinas, sin encontrar rastros de Osama Bin Laden.

Voceros de Washington señalaron que no tenían la seguridad de que el líder islámico saudiárabe aún estuviera en la zona; sin embargo, el general Peter Pace aseveró que las fuerzas estadunidenses esperan enterrar vivos a los talibanes y a los miembros de Al Qaeda con sus bombas de precisión.

Seguirán acciones militares

El portavoz de la coalición occidental, Kenton Keith, señaló que Estados Unidos mantendrá sus acciones militares, toda vez que aún no se han alcanzado los objetivos centrales, en referencia a que tanto el mullah Omar como Bin Laden no han sido atrapados y todo acabará hasta que sean llevados ante la justicia.

Los voceros y funcionarios en Washington admitieron que había incertidumbre ante la desaparición de sus principales enemigos, aunque dijeron que podrían seguir ahí. De Omar comentaron que era posible que siguiera en Kandahar, y rechazaron que hubiera salido como dijeron los líderes pashtunes.

En cuanto a Bin Laden, aunque no se descarta que pudiera haber huido hacia Pakistán, un comandante pashtún sostuvo que seguía en las intrincadas montañas de Tora Bora, ya que se le vio ayer con sus guardias dirigiendo las acciones en el área de Melawa.

De cualquier forma, Estados Unidos extendió su búsqueda al mar de Omán y al sur de Pakistán, donde ha detenido ya al menos cuatro buques "sospechosos" para inspeccionarlos.

El ministro ruso de Defensa, Serguei Ivanov, advirtió que no debe expandirse la euforia ante la rendición talibán, y consideró que las unidades de la milicia islámica no han sido destruidas en su totalidad.