domingo Ť 9 Ť diciembre Ť 2001

José Agustín Ortiz Pinchetti

ƑPara qué servirá la reforma política del DF?

Mis lectores me tacharán de insistente, pero reclamo el derecho a la insistencia en el tema de la reforma política del Distrito Federal. La iniciativa de reforma del artículo 122 y los demás, que con la base legal de la ciudad capital fue aprobada por unanimidad en la Asamblea Legislativa, se encuentra ahora en su etapa de análisis y aprobación en el Congreso de la Unión. La aprobación depende del voto de las dos terceras partes de cada una de las cámaras para seguir posteriormente su trayecto a las legislaturas de los estados, donde tendrá que obtener el voto a favor de la mayoría de los estados. Los legisladores de todos los partidos en la Asamblea Legislativa se han visto muy activos promoviendo la iniciativa. Algo positivo e inusitado. En mi concepto, vivimos un momento vital en la evolución política de la capital.

ƑPor qué es necesaria la reforma política en el Distrito Federal? En primer lugar, para contar con un instrumento que defina y deslinde la integración, funcionamiento, responsabilidades y límites de los órganos de gobierno local y federal. En segundo lugar, para eliminar de la organización constitucional actualmente impuesta al Distrito Federal todas las disposiciones que obstaculizan el buen funcionamiento del gobierno autónomo y atentan contra su carácter representativo, por ejemplo: (a) la remoción del jefe de Gobierno por parte de una mayoría de la Cámara de Senadores, que pueden imponerse sobre la voluntad de los ciudadanos del DF; (b) la limitada autonomía legislativa local; (c) la discrecionalidad con la que cuentan el Presidente de la República y la mayoría del Congreso para aprobar el endeudamiento de los proyectos de mejoramiento urbano y servicios públicos.

ƑCuáles son los principales cambios institucionales que resultarán de la aprobación del proyecto de reforma política?

1. Se ampliarán las facultades de la Asamblea Legislativa para convertirse en un verdadero Congreso local que tenga las facultades, entre otras, de aprobar el monto de la deuda pública anual del gobierno de la ciudad y legislar en todo lo relativo al DF; esto va a garantizar el desarrollo de programas y la aplicación del presupuesto de acuerdo con las necesidades reales de la ciudad y no el mandato que se impone, en este sentido, al Distrito Federal desde el Congreso de la Unión y el gobierno federal.

2. Dentro de las nuevas atribuciones de la Asamblea Legislativa, ésta tendrá un peso equivalente a las legislaturas de los estados a efectos de revisar las reformas constitucionales.

3. Se prevé también un fortalecimiento muy significativo del Poder Judicial que le permitirá dar una solución jurisdiccional a los conflictos que surgen permanentemente.

4. Se impulsarán un conjunto de reformas legales para contar con una política integral en materia de seguridad pública, destinada a proteger al ciudadano para que pueda vivir con una cuota de temor menor a la actual.

5. La reforma política se orienta a la restructuración de las relaciones entre las delegaciones políticas y la administración pública central. Se pretende definir un sistema en el que se garantice una convivencia sana y productiva orientada, efectivamente, a la promoción de un desarrollo sustentable de la ciudad y sus habitantes. Hoy este sistema no existe.

La reforma en curso abrirá las puertas para la creación de un estatuto constitucional. La ley suprema de la entidad votada por el Legislativo local y refrendada por los capitalinos pondrá las bases de otras leyes fundamentales: 1) Ley Orgánica de la Administración Pública del DF; 2) Código Electoral del Distrito Federal; 3) Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Distrito Federal; 4) Ley de Participación Ciudadana, y 5) Ley de Deuda Pública del Distrito Federal.

Además, se diseñará y se pondrá en práctica una reforma fiscal y financiera integral, con bases progresivas y sin exclusiones, para contar con finanzas públicas sanas para mantener niveles cuidadosos de endeudamiento orientando la política presupuestal a la atención prioritaria de los programas sociales y de mejoramiento permanente de la infraestructura capitalina.

La reforma política coloca a la ciudad, sus habitantes y sus autoridades en un plano correcto en términos de las decisiones que se podrán asumir en beneficio propio y la planeación del futuro. Es como salir de la casa paterna para independizarnos como seres adultos de acuerdo a nuestra vocación y objetivos. Pero pasar de la adolescencia política y jurídica a la madurez implica mayores grados de responsabilidad y compromiso que tendremos que enfrentar con valentía y resolución.

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