Ť Actuaron con dolo al pedir hacer la ceremonia sin notificar su situación, dice

Realiza la arquidiócesis investigación sobre la misa de Católicas por el Derecho a Decidir

Ť Las organizadoras, excomulgadas, pretendieron usar la Catedral como "tribuna política"

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

La Arquidiócesis de México denunció que la organización Católicas por el Derecho a Decidir actuó con "dolo", toda vez que integrantes de esa agrupación "excomulgadas" hace seis años realizaron una misa en la Catedral Metropolitana sin notificar su situación.

El sacristán mayor de la Catedral Metropolitana, el sacerdote José de Jesús Aguilar Valdez, aseguró, en entrevista, que las católicas pretendieron usar el recinto como "tribuna política", por lo que se está investigando si el sacerdote que ofició la misa "fue engañado" o sabía de antemano quiénes eran las convocantes. Además anunció que ahora en el recinto habrá mayor control en cuanto a las ceremonias.

Consideró que este hecho es delicado porque es la primera vez que ocurre algo así en la sede del arzobispado, el cual no hubiera permitido una misa de un movimiento de este tipo. La Arquidiócesis de México recordó que en una circular de la Conferencia del Episcopado Mexicano, difundida en 1995, declaró que las Católicas por el Derecho a Decidir estaban excomulgadas por promover prácticas abortivas, que van en contra de los dogmas de la Iglesia católica.

El domingo pasado, Católicas por el Derecho a Decidir organizó una misa en la Catedral en el marco de una campaña a favor del uso del condón para evitar el contagio del VIH/sida. La directora de esta agrupación, María del Consuelo Mejía, informó entonces que solicitaron el permiso como cualquier creyente lo hubiera podido hacer y consideró que eso era un símbolo de acercamiento con la jerarquía católica, en particular con el cardenal Norberto Rivera.

Durante la misa de ayer, Rivera pareció referirse al tema. En la Catedral señaló que en ocasiones se escuchan voces pidiendo que la Iglesia católica cambie en algunas cuestiones. "La Iglesia puede cambiar en algunas cosas, pero no puede cambiar en aquello que Cristo estableció", advirtió.

El sacristán de la Catedral explicó que valiéndose de que hay apertura en el templo, las católicas "engañaron", pues nunca informaron el nombre del sacerdote responsable del acto ni el propósito de la celebración.

Sin embargo, dijo que a través de la prensa este ya fue identificado -extraoficialmente se dijo que pertenece a la orden de los dominicos- y que pronto se determinará su responsabilidad en estos hechos.

Consideró que el religioso probablemente fue engañado con el argumento de que se trataba de una misa para recordar a los enfermos de VIH/sida. De todos modos, dijo que en el seguimiento del caso se definirá si pronunció algo en su homilía que vaya en contra del dogma religioso, y en caso de ser así podría ser sancionado por la arquidiócesis y por la comunidad religiosa a la que pertenece.

Para evitar que las autoridades de la Catedral sean sorprendidas de nuevo, el sacerdote Aguilar Valdez comentó que desde el lunes pasado piden a las personas firmar una carta en la que especifiquen el tipo de celebración que llevarán a cabo, y en caso de que esto no se respete, las autoridades del templo tendrán la prerrogativa de suspender el servicio.

Explicó que Católicas por el Derecho a Decidir los "engañó", toda vez que una señora se presentó a solicitar una misa privada en la que participaría un pequeño grupo de personas. Sin embargo, explicó que cuando empezó esta celebración, uno de los canónigos de la Catedral descubrió que asistieron muchas personas, que se hizo uso de un micrófono y que estaban presentes los medios de comunicación.

"En este caso estas personas se valieron de la Catedral para engañar a la gente y hacerle creer que el arzobispado estaba de acuerdo con este tipo de cosas. Pero se trataba de un acto totalmente aislado, en el que se actuó con dolo y para suscitar conflicto", afirmó el religioso.

Dijo que es contradictorio que las católicas hayan organizado una misa sabiendo que ellas no podían comulgar. "Me extraña que mandan a celebrar un acto en el cual no pueden participar", explicó.