MARTES Ť 11 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Sólo falta tomar la cima de la zona montañosa, aseguran; de Bin Laden y Omar, nada

Tora Bora, a punto de caer: comandantes de la milicia afgana; marines sitian Kandahar

Ť Todavía habría 5 mil combatientes al lado de los talibanes Ť Corre la especie de que ''dos o tres'' altos funcionarios del régimen derrocado se hallan en poder de la Alianza

AFP, REUTERS Y DPA

Islamabad, 10 de diciembre. Los marines estadunidenses se desplegaron hoy en los alrededores de la ciudad de Kandahar para cortar el paso a los talibanes, mientras las fuerzas afganas tomaron casi la totalidad de las montañas de Tora Bora, donde se encontrarían Osama Bin Laden y sus hombres de Al Qaeda.

Los combates en las grutas de Tora Bora son intensos ante la férrea resistencia de los militantes de Al Qaeda a los ataques por tierra de las milicias afganas locales, que entraron en su séptimo día, apoyados por los bombardeos de Estados Unidos, que ya utilizó la más potente de las bombas de su arsenal contra un complejo de túneles de la región.

Comandantes locales sitiaron el área, al este de Afganistán, donde se encuentra un núcleo del grupo de Al Qaeda y probablemente el propio Bin Laden, a quien Estados Unidos señala como responsable de los ataques del 11 de septiembre.

El jefe militar Hazrat Alm dijo a la prensa: "(ya) controlamos todo el área de Milawa y Tora Bora, excepto un sitio, la cima". Además, según Alm, las fuerzas locales se habría hecho con todas las posiciones de artillería de Al Qaeda. Previamente, sus voceros informaron que cuatro combatientes sauditas murieron durante la ofensiva terrestre. "Nuestra ofensiva ha sido tan rápida que sus compañeros no han tenido tiempo de retirar los cadáveres", añadieron.

Las posiciones de Al Qaeda en las altas montañas que bordean la frontera con Pakistán son atacadas por B-52, B1, cazas, y también se ha lanzado una bomba de más de seis toneladas, la BLU-82 o daisy-cutter, contra la entrada de una cueva en la que podría estar Al Qaeda, según se informó en Washington.

"Estados Unidos puede bombardear tanto como quiera y durante todo el tiempo que quiera. Al final no nos va a quedar más remedio que arrastrarnos en las cuevas", comentó sin embargo el comandante Mohammad Zaman, otro de los que dirige la ofensiva terrestre.

Por lo pronto, las fuentes militares de Estados Unidos no pudieron corroborar las versiones afganas sobre el avance en Tora Bora, y el subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz, enfatizó que aunque los reportes de inteligencia habían localizado al líder fundamentalista de origen saudita ahí, no existía un sitio exacto de su paradero.

Wolfowitz informó, por otro lado, sobre la captura reciente de "dos o tres" altos funcionarios talibanes, cuyos nombres no precisó, y que estarían en poder de "otros" en Afganistán. Según responsables de Defensa citados por Afp, dos líderes talibanes estarían en manos de la oposición local.

Omar, el líder supremo talibán, al parecer se está moviendo por la provincia sureña de Kandahar, junto a un pequeño grupo de seguidores, declaró a su vez la portavoz del Pentágono, Victoria Clarke.

Los marines, hacia Kandahar

Tanques estadunidenses apoyados por helicópteros se movilizaron este lunes desde Rhino, una base instalada al sur de Kandahar, hacia los alrededores de esa ciudad, capital de la provincia de igual nombre y el último lugar en rendirse a la ofensiva apoyada por Estados Unidos.

Pero las tropas estadunidenses negaron que intenten entrar a Kandahar, tal como había difundido la agencia Afghan Islamic Press (Aip). "Seguimos con las operaciones alrededor de la ciudad de apoyo a las fuerzas de la oposición", dijo el capitán Stewart Upton, quien explicó que el objetivo del desplazamiento es "bloquear posibles entradas y salidas" de talibanes y de miembros de Al Qaeda. Los talibanes que continúen armados y resistiendo morirán, añadió. De acuerdo con el nuevo ministro del Interior afgano, Yunis Qanuni, más de 5 mil combatientes extranjeros siguen en Afganistán a pesar de la derrota talibán, al tiempo que las autoridades paquistaníes declararon haber detenido en los últimos tres días a 20 extranjeros -13 árabes, tres turcos y cuatro macedonios- que trataban de cruzar la frontera.

En Islamabad, un portavoz estadunidense de la coalición antiterrorista, Kenton Keith, declaró en conferencia con la prensa que Estados Unidos no tiene la intención de ocupar Kandahar.

"Si me preguntan si la coalición va a ocupar Kandahar o a garantizar la seguridad en Kandahar, la respuesta es que no está previsto", aseguró.

Sin embargo, testigos citados por Aip dijeron haber visto a soldados estadunidenses en el techo de la que fue la residencia del mullah Omar, quien no ha dado señales de vida desde el anuncio de la capitulación de la ciudad, la cual se hizo efectiva el viernes. Desde ese día, la ciudad ha sido escenario de pugnas entre dos jefes locales, Gul Agha y el mullah Naquibullah, y el ambiente continúa siendo tenso pese a los acuerdos logrados el domingo entre las facciones rivales.

Mientras, en Kabul, infantes de marina ocuparon la embajada estadunidense, cerrada desde 1989. Un oficial dijo que de momento no se ha tomado una decisión sobre la reapertura, añadiendo que los marines entraron para acondicionar el edificio.

En los últimos días del régimen de los talibanes, que abandonaron la capital afgana el 13 de noviembre, una manifestación de varios miles de personas atacaron la embajada, pero sólo locales anexos quedaron destruidos.

La misma fuente precisó que la presencia militar no tiene nada que ver con la fuerza multinacional que debe llegara a Kabul, en el contexto de los acuerdos de Bonn, firmados la semana pasada.

En Londres, fuentes de defensa sugirieron que las primeras tropas de esta fuerza multinacional podrían desplegarse hacia el final de esta semana o principios de la próxima. Hasta unas 3 mil tropas británicas serán desplegadas, en lo que parece ser el contingente líder de la fuerza.

Pero la Alianza del Norte anunció que limitará las potestades de esa fuerza, según dijo el portavoz del ministerio de Defensa afgano, Mohammad Habil. Las fuerzas de paz "sólo podrán patrullar lugares en los que se reunirá el nuevo gobierno. Estaba acordado que nuestras fuerzas mantendrán la seguridad en Kabul", manifestó la fuente.