Ť Presentaron resultados de campaña ƑCómo veo a mi papá?

Urge cambiar la forma de ejercer la paternidad en el país: gobierno y ONG

ANGELES CRUZ

Las niñas y los niños de México reclaman de sus padres compañía, cariño, respeto y buen trato, pero resulta que en 25 por ciento de los hogares el progenitor está ausente, y entre quienes sí viven con sus hijos, 70 por ciento opina que el castigo es un "método aceptable de educación".

Durante la presentación de los resultados de la campaña ƑCómo veo a mi papá? Por una paternidad más padre, gobierno y organizaciones civiles coincidieron en la urgente necesidad de escuchar a la infancia y modificar la forma en que se ejerce la paternidad en el país. "No podemos esperar una ciudadanía responsable, participativa, tolerante y propositiva si no somos capaces de formar al ciudadano ideal desde el seno de la familia", afirmó Patricia Espinosa, titular del Instituto Nacional de las Mujeres.

Los menores tienen derecho a ser felices, pero eso todavía está lejos de ser realidad. Al menos así se desprende de los aproximadamente 500 dibujos que fueron incluidos en la memoria de la campaña, y en la cual los niños y las niñas plasmaron la forma en que ven a sus padres, cómo los sienten y cómo los viven. En forma de diablos, sumergidos en el alcohol, con un cinturón en la mano, gritones o ausentes. Así ven los niños a sus papás.

Y es que los padres "no estamos respondiendo a la exigencia de nuestras compañeras, hijos e hijas", afirmó Francisco Cervantes, presidente del Colectivo de Hombres por las Relaciones Igualitarias (Coriac). Destacó que "todo lo que hagamos o dejemos de hacer tendrá impacto en ellos", en su vida como adultos, subrayó.

La campaña ƑCómo veo a mi papá? se realiza desde 1997 por el Instituto Nacional de las Mujeres, Unicef, Coriac, Salud y Género, SEP, DIF, Confederación Nacional de Escuelas Particulares y Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Diputados. Todas estas instituciones conformaron el Comité Nacional por una Paternidad más Padre, cuyo principal objetivo fue la convocatoria a los menores de edad para que enviaran sus dibujos.

En un primer esfuerzo, se recopilaron 500 dibujos en las ciudades de Jalapa, Querétaro y Distrito Federal. Al extender la convocatoria a nivel nacional, el comité recibió más de 250 mil dibujos, y al final se seleccionaron 10 por cada entidad federativa para ser incluidos en la memoria que ayer fue presentada.

La publicación da cuenta de los valores, afectos, preocupaciones y alegrías, pero sobre todo "escuchamos cuáles son las formas de convivencia que la infancia de este nuevo milenio tiene con sus padres".

Casi siempre, dijo Bernt Aasen, representante de Unicef en México, se enfatiza en las necesidades de educación y salud de los niños y las niñas, pero se deja de lado una necesidad esencial del ser humano: el afecto.

De hecho, los dibujos de la campaña reclaman mayor presencia y apoyo emocional de los padres, y queda en evidencia la ausencia de la figura paterna en uno de cada cuatro dibujos recibidos.

Aasen comentó los resultados de una encuesta realizada por Unicef, en la que sobresale, además de lo anterior, el hecho de que la familia se convierte en un espacio paradójico: si bien es el núcleo donde los menores deben estar mejor que en cualquier otro lado, también es el lugar de mayor riesgo para la integridad física y moral de los pequeños.

Patricia Espinosa planteó ayer la propuesta del instituto a su cargo: creación de un modelo de convivencia democrática en la familia, en el que intervienen elementos como la detección oportuna de violencia familiar, la transformación de roles de género discriminatorios, la modificación de relaciones de poder y autoridad de todos los miembros de la familia, y una nueva cultura de resolución pacífica de los conflictos.