Ť Advierten sobre la reorganización de grupos paramilitares en Chenalhó

Entre temores conmemoran en Acteal a masacrados

Ť Preocupa al obispo Arizmendi la presencia de armas, a cuatro años de los asesinatos

JUAN BALBOA CORRESPONSAL

Acteal, Chis., 22 de diciembre. En medio del temor que desató la liberación de seis paramilitares involucrados en la masacre de Acteal, cientos de indígenas, miembros de la Iglesia católica y representantes de organismos no gubernamentales celebraron en esta comunidad una misa para recordar el asesinato de 45 mujeres, niños y hombres. Además advirtieron a las autoridades federales y estatales que los paramilitares mantienen sus armas y se reorganizan en el municipio de Chenalhó.

Entre rezos y llantos, indígenas miembros de la organización civil Las Abejas insistieron en que grupos paramilitares, entrenados desde hace más de seis años, se mantienen vigentes en comunidades de la región de los Altos de Chiapas, y no descartaron que los ataquen.

El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, coincidió con los dirigentes de Las Abejas, y fue más allá al calificar de "preocupante" que las autoridades estatales y federales no hayan recuperado las armas de los grupos de civiles que fueron utilizadas en la masacre de Acteal hace cuatro años.

"Ahí todavía continúan las armas presentes, todavía no se han recogido y todo mundo sabe que las hay, y en cualquier momento pueden utilizarse para dañarse unos con otros; es un peligro real, no lo podemos ignorar, hay riesgo latente. La Iglesia católica y otras religiones coadyuvarían en la reconciliación entre las comunidades a fin de evitar otra desgarradora escena como la de Catéela", puntualizó durante una misa que celebró en compañía de varios párrocos al cumplirse este sábado un año más del asesinato de 45 indígenas tzotziles a manos de grupos paramilitares.

A diferencia de los tres años anteriores, fue patente el miedo entre miembros de comunidades habitadas por miembros de Las Abejas y simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Sus temores están fundados: la noche del 14 de diciembre pasado se registraron disparos en la comunidad Yibeljoj, en Chenalhó. Según los propios habitantes, los disparos los realizó un presunto paramilitar que intentó matar a Carmen Vázquez Pérez, esposa del fallecido profesor Mariano Pérez Tul.

Pero aún más, las últimas informaciones dan cuenta de una reorganización de grupos armados en la zona, con la anuencia del ayuntamiento de Chenalhó.

"Ante estos hechos ocurridos recientemente, manifestamos que aún existen grupos paramilitares. Sigue habiendo inestabilidad en nuestro pueblo y estos grupos armados siguen gozando de impunidad, sigue la violencia, la injusticia y el temor en las comunidades de retornados", dijeron dirigentes de Las Abejas.

"Tememos que nuestra organización pueda sufrir otro ataque por los grupos paramilitares, como lo hicieron anteriormente", aseveraron.

Expresaron su desaliento porque a un año de las administraciones estatal y federal, que encabezan Vicente Fox y Pablo Salazar, "no se han registrado cambios importantes en el país ni en el estado" en cuanto a seguridad, "porque el gobierno federal, en lugar de garantizar nuestras vidas, liberó a seis de los principales autores de la masacre del 22 de diciembre de 1997. Esto ha causado indignación entre nosotros, pues los conocemos y no podemos trabajar y vivir tranquilos en nuestra comunidad sabiendo que están libres los asesinos de nuestros hermanos".

Por su parte, el gobierno de Chiapas expresó su indignación por la masacre de Acteal, y reafirmó su rechazo a la liberación de seis personas implicadas en la masacre. De igual forma, recordó que busca que las autoridades federales tengan una actuación que satisfaga las demandas de justicia en Chiapas.