Por piratería y comercio informal perdió el fisco $128 mil millones

Ť La cifra rebasa lo que Hacienda pretende recaudar con la reforma propuesta por el Ejecutivo

Ť Según el comercio organizado esas prácticas cancelan por lo menos 700 mil empleos al año

HUMBERTO ORTIZ MORENO

El comercio ilegal tendrá un costo para el país superior a los 65 mil millones de pesos por evasión de impuestos al cerrar 2001, y por contrabando y piratería las pérdidas serían de más de 63 mil millones de pesos en las industrias textil, del calzado, del juguete, fonográfica, informática y audiovisual, o sea más del monto que pretende recaudar la Secretaría de Hacienda a partir de la reforma tributaria, según cálculos de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco) y de la Secretaría de Economía.

Ante esta realidad, el comercio organizado considera insuficientes e ineficientes las acciones del gobierno para combatir males que significan cancelar 700 mil empleos anuales y 25 por ciento de la recaudación fiscal en un solo semestre.

Es tal el boom de la ilegalidad comercial, que la actividad ha crecido tres veces más que los negocios formales y existen en el territorio nacional unos 2 millones de puestos ambulantes.

Arturo González Cruz, presidente de la Concanaco, insta redoblar esfuerzos en el combate a la informalidad frente al riesgo de que los problemas inherentes al desempleo que vive el país "se constituyan en detonador del mayor crecimiento del ambulantaje y esto reproduzca los efectos nocivos adicionales que trae consigo, como son la venta de mercancías robadas, el contrabando y la piratería, entre otros".

En una evaluación basada en datos oficiales, la confederación considera imperativo aprobar la reforma hacendaria, a la par de establecer medidas imprescindibles para dinamizar la economía nacional y atacar de manera frontal al comercio ilegal.

"La relación que existe entre el comercio informal, el contrabando y la piratería -advierte el comercio organizado del país- es ya muy estrecha, pues basta con hacer un recorrido por los puestos ambulantes para constatar que la gran mayoría de la mercancía que expenden no sólo es de procedencia extranjera, sino que incluso es introducida al territorio nacional en forma ilícita, es robada o falsificada".

En consecuencia, la Concanaco establece que el problema no se limita al ámbito exclusivo de la informalidad, sino que va más allá y se convierte en un asunto de ilegalidad e impunidad.

Puntualiza: "Hay una referencia al comercio ilegal por las diversas irregularidades en que incurren los vendedores callejeros, entre las que sobresalen precisamente el contrabando y la piratería, con sus consecuentes daños a la industria nacional, los negocios establecidos y al consumidor final por la falta de garantías de los productos que ofrece al público".

Para el organismo, si bien el gobierno federal ha dado pasos importantes para combatir el fenómeno, "las medidas establecidas han sido insuficientes para resolverlo, en virtud de la falta de personal y recursos necesarios para cumplir con una misión de tales dimensiones".

González Cruz insiste en que la solución a esta problemática está en que los gobiernos federal, estatales y municipales manifiesten una real voluntad política para hacer lo que les corresponde desde sus respectivos ámbitos.

Las tareas deben estar encaminadas, concluyó, a reordenar el comercio ilegal y, sobre todo, impulsar los mecanismos que pongan fin a la corrupción y a la impunidad que a gran escala se presentan en esta actividad, y a la vez hacer atractivo el ingreso de los ambulantes al marco de la legalidad por la vía de la simplificación fiscal.

En cuanto a la piratería, la Concanaco dijo que podría atacarse si las autoridades ejercen un control de la mercancía que pasan por las fronteras sin que haya corrupción.