Argentina sigue convulsionada: tregua frágil y zozobra; los disturbios, inducidos, afirman

Ť Aseguran ONG que grupos ligados al justicialismo están provocando histeria colectiva para mantener el estado de sitio Ť Versiones de que las víctimas fueron seleccionadas

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 22 de diciembre. Después de los disturbios que sacudieron al país, ahora sólo se puede hablar de una tregua tensa, cuando se van conociendo los detalles de los trágicos sucesos que dejaron unas 30 víctimas, mientras que muchos heridos ?entre ellos niños de nueve años? agonizan en los hospitales del país.

En diversos barrios sucedían escenas conmovedoras, por ejemplo en los velorios de las víctimas por la represión. El país continúa paralizado en muchos aspectos, y se advierte la sensación de inseguridad ante la falta de respuestas urgentes, mientras nada ha sido reconstruido aún.

Cuando los políticos buscan salidas, cuestionadas por priorizar sus intereses, y la población está impaciente, sin solución a sus demandas, el paso de las horas vuelve a encender las señales de peligro. "Hay demasiada muerte y dolor como para que no entiendan", se oye en las calles en las que se registraron los disturbios, las cuales nuevamente han sido tomadas para advertir que la población sigue vigilante.

Pero la intranquilidad surge también porque no se está investigando quién estuvo detrás de los hechos de violencia. Sólo la juez María Servini de Cubría se presentó a la Plaza de Mayo el pasado 20 de diciembre, en medio de los incidentes y la represión, para exigir que ésta cesara. Ahí advirtió sobre la inconstitucionalidad de lo que estaba haciendo el Ejecutivo.

En los barrios conurbados de la capital los habitantes continúan encendiendo fogatas por la noche y turnándose para vigilar en forma permanente, ante la posibilidad de saqueos a viviendas. Las guardias nocturnas, incluso diurnas, dan cuenta de una sicosis colectiva que no es del todo espontánea.

Las versiones desatan angustia

Como denunció este sábado Luis de Elía, dirigente de los desocupados del barrio Matanza, se ha comprobado que durante las dos últimas noches algunos individuos que se transportan en automóviles advierten a los vecinos de la posibilidad de saqueos, lo que ha producido una ola de angustia y la aparición de grupos armados de autodefensa.

Aunque funcionarios del gobierno provisional aseguran que todo está tranquilo, diversos organismos humanitarios, sociales y políticos advierten que existe una campaña de sectores de seguridad que responden a grupos ligados al justicialismo que están creando sicosis colectiva, con la finalidad de mantener el derogado estado de sitio que decretó el renunciante presidente Fernando de la Rúa el pasado 19 de diciembre, lo que produjo la rebelión popular.

Esta mañana el ministro del Interior, Miguel Angel Tomas, decidió mantener el derogado estado de sitio por 10 días más en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y San Juan. A dos días de la Nochebuena, esto también deja una señal angustiante. No es la única realidad que va asomando cuatro días después de la crisis, cuando aún están en las calles las huellas de una violencia que tiene varias aristas.

Abogados que representan a las familias de las víctimas, periodistas y organismos humanitarios han recibido testimonios que indican que los saqueos más violentos fueron inducidos, utilizando la desesperada situación de los miles de pobladores. Muchos de los que robaron, destruyeron y actuaron como provocadores recibieron pagos e incluso fueron trasladados.

Si se comprueban las denuncias, que ya están integrándose, esto supondría que existe un virtual golpe de Estado, que además estuvo "motorizado" por la debilidad del gobierno saliente. Y, como lo adelantó La Jornada, sería un escenario similar al que se montó para lograr el alejamiento anticipado del ex presidente Raúl Alfonsín en 1989.

Por esta razón el senador justicialista Ramón Puertas, presidente interino, advirtió que no aceptaría quedarse para no ser sospechoso de haber asumido la titularidad del Senado para producir un golpe institucional.

Sin embargo, es lo que está sucediendo, ya que la actuación del Partido Justicialista ?en las últimas horas? y todos los hechos anteriores a la caída de Fernando de la Rúa indican que ha habido un movimiento con muchos elementos ?entre ellos, los saqueos? que llevaron a esta situación, sin descartar factores externos.

Algunas víctimas pertenecen a grupos humanitarios

Otro hecho que surge es que varias víctimas de la represión pertenecen a organismos humanitarios y muchos fueron "particularmente elegidos" por grupos que se desplazaban en taxis o automóviles particulares y vestidos de civil.

Esta mañana el dirigente de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Víctor de Genaro, advirtió sobre esta situación y sostuvo además que "resultaba muy preocupante que el presidente provisional y otros hombres del justicialismo insistieran en la necesidad de elecciones apresuradas para legitimar a un nuevo mandatario, ya que vienen tiempos muy duros".

El sindicalista se preguntó: "¿Duro para quién? ¿Otra vez para el pueblo? ¿Para los trabajadores o para los sectores financieros que saquearon el país y se enriquecieron a costa de la desgracia argentina?" El Frente Nacional contra la Pobreza (Frenapo) envió una serie de demandas a las nuevas autoridades, ante la emergencia que se vive aquí.

Esta mañana el jefe interino de gabinete, Jorge Schiavone, sostuvo que ya estaban en marcha eficaces medidas de seguridad, por lo que podría asegurar que los camiones que proveen de alimentos a los supermercados no serían asaltados en los caminos.

El peligro en estos momentos es que la tregua popular no sea entendida como tal, especialmente cuando van surgiendo datos que hacen ver los acontecimientos recientes no sólo como un estallido popular, sino como un conflicto alentado para una finalidad política que suena a "golpes" o a planes "oscuros y antidemocráticos".