Ť Pilar de paraguas, su trabajo más representativo

Murió a los 84 el escultor Tomás Chávez Morado

Ť La maternidad y el nacionalismo, temas recurrentes en su obra Ť Se refugió en Guanajuato por su ideología comunista

MARTIN DIEGO RODRIGUEZ CORRESPONSAL

Guanajuato, Gto., 22 de diciembre. El escultor Tomás Chávez Morado falleció hoy, a los 85 años, a casusa de diabetes. Entre sus trabajos más relevantes se halla el Pilar del paraguas, escultura que hizo para el Museo de Antropología e Historia de la ciudad de México.

Chávez Morado se inició en las artes plásticas cuando tenía ocho años. Entonces ayudaba a un santero de Silao a reparar imágenes religiosas de parroquias aledañas. En ese oficio, relatan sus hijos, cultivó el gusto por el modelaje y la escultura.

El tema recurrente de su trabajo fue la maternidad, debido quizá a que a los tres años perdió a su madre. Los hermanos Chávez Morado, entre ellos el pintor José, trabajaron y crearon movidos por el recuerdo de Luz Morado Cabrera, cuyo recuerdo se hizo patente en la mayoría de sus obras.

Tomás Chávez Morado nació en Silao el 29 de diciembre de 1914. Fue premiado diversas veces; en la bienal de escultura del gobierno de Brasil, por ejemplo.

Entre sus obras más representativas destaca la que hizo en 1964 para el Museo de Antropología e Historia de la ciudad de México, que se conoce como Pilar de paraguas, estructura de bronce que tiene una altura de 11 metros por tres metros de diámetro. También dirigió y participó en la talla del Escudo Nacional para la entrada de ese recinto.

Preparó además 260 cabezas de águila tendidas y vaciadas en concreto que marcan la Ruta de la Independencia, desde Dolores Hidalgo hasta el Monte de las Cruces en Chihuahua.

Fue también el escultor de las fachadas en relieve de cantera de las aulas del Centro Médico del IMSS, en la ciudad de México, y también fue el artista que plasmó los mascarones de Vicente Guerrero y Miguel Hidalgo y Costilla en el museo de la Alhóndiga de Granaditas, así como el encargado de 493 bustos de Ignacio Zaragoza para diversas escuelas primarias oficiales de todo el país.

También hizo 16 tableros tallados en madera que forman parte de las gigantescas puertas que fueron colocadas en el Parque Nacional de Shimoimachi de Nikko, Japón.

Debido a su ideología comunista, Tomás Chávez Morado se refugió en esta ciudad desde 1968, donde participó como creador y fundador de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de Guanajuato hasta 1998, cuando a consecuencia de la diabetes perdió la vista por completo. Fue internado desde octubre a consecuencia de una crisis.

Le sobreviven su esposa, María Guadalupe Anguiano, y sus hijos Adriana Marcela y Tomás Chávez Anguiano, quienes refirieron que las cenizas del artista plástico serán llevadas al municipio de Silao, donde serán depositadas en la tumba de su madre, Luz Morado Cabrera.