Ť En tregua, los argentinos saben que pueden quitar al nuevo presidente si no funciona

Rodríguez Saá planearía mantener el poder hasta 2003

Ť Continúa el descontento por la falta de liquidez Ť Colocan ofrendas florales en los bancos

JAIME AVILES ENVIADO

Buenos Aires, 25 de diciembre. En la calle Suipacha, casi esquina con avenida Córdoba, en el centro de esta ciudad, el hombre calvo, moreno y cuarentón, de pantalón y camisa verdes, empujó la puerta de vidrio del restaurante y miró a los pocos pero alegres comensales, antes de preguntar al mesero con impaciencia y timidez: "Ƒpuedo pagar con tarjeta?"

Faltaban minutos para la medianoche. El mesero, un boliviano de palabra suave, le cerró el camino con su libreta azul. "No aceptamos tarjetas, ni de crédito ni de débito", le contestó. "šMe cago en la concha de la lora!", estalló el hombre. "Este es el quinto lugar que recorro y no aceptan tarjetas. ƑDónde putas voy a comer?"

Y se fue, sudoroso y colérico, sin que lo advirtieran los aplaudidores clientes que ocupaban apenas 10 de las 400 mesas del salón, donde un falso mariachi llamado José Alfredo... González, "poblano" según él, de 45 años, acababa de cantar, más bien gritando, una vieja creación de Chabuca Granda.

"šGracias, Argentina!", vociferó el charro sin micrófono, quitándose el enorme sombrero galoneado. "šGracias por festejar aquí en el gran restorán Victoria. šY arriba corazones, argentinos! Ustedes tienen un gran país y no necesitan comprarle piñas a Brasil ni manzanas a Chile!"

La gente volvió a aplaudir, divertida con los comentarios socioeconómicos que el "artista", desde hacía rato, intercalaba entre canción y canción, para deleite de este público clasemediero venido muy pero muy a menos, bajo el peso de la terrible crisis económica que azota a este país.

-ƑPor qué no se puede pagar con tarjeta? -pregunté al mesero.

-Porque los bancos demoran un mes en darte la plata de la factura.

El drama del hombre que anoche no podía comprarse una cena de Navidad -ni siquiera en el modesto restaurante Victoria, donde el cubierto costaba 12 pesos locales- se explica por la falta de liquidez de los bancos.

Esta llegó a tal grado que el pasado 3 de diciembre, el entonces gobierno de Fernando de la Rúa impuso una medida suicida llamada el "corralito". A partir de esa fecha, los ahorradores no pueden retirar de sus propias cuentas bancarias más de 250 pesos (dólares) a la semana.

Antes, en julio de este año, De la Rúa y Domingo Felipe Cavallo, ahora odiado ex superministro de Economía, habían creado un dinero paralelo, formado por bonos federales y provinciales, con un valor total de 2 mil 853 millones 700 mil pesos, distribuido de la siguiente manera:

Mil 300 millones en Lecops (letra de consolidación de obligaciones provinciales), con vigencia en todo el país; mil millones en Patacones (bono de la provincia de Buenos Aires); 100 millones en Lecores (bono de la provincia de Córdoba); 100 millones en Cecacores (de la provincia de Corrientes); 100 millones en Bonfles (provincia de Entre Ríos); 50 millones en Quebrachos (provincia de Chaco); 50 millones en Boncaflores (provincia de Formosa); 53 millones en Bocades (provincia de Tucumán); 700 mil pesos en Municipales (provincia de Santiago del Estero) y una cifra no determinada en Públicos (provincia de Catamarca).

ƑPara qué sirvió todo esto? En primer lugar, para evitar la devaluación del peso argentino, que habría derrumbado las economías de España y de Chile, países con importantísimas inversiones aquí. Pero, sobre todo, para que el miércoles de la semana pasada, los más pobres salieran a las calles (instigados por el peronismo) y saquearan los supermercados de la provincia de Buenos Aires, provocando la súbita dimisión del presidente De la Rúa y el ascenso al poder del gobernador de la provincia de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá.

En su primera alocución pública, el domingo pasado, Rodríguez Saá declaró la suspensión de pagos de la deuda externa, anunció un programa para crear un millón de empleos y medidas de austeridad como rebaja de sueldos de funcionarios públicos y la venta del avión presidencial. Asimismo, el interino anticipó que su administración creará una nueva moneda, probablemente a partir de los bonos provinciales, para seguir impidiendo la devaluación y hacer más redituables las exportaciones.

ƑCómo logrará tanto un hombre cuyo mandato provisional expira a más tardar el 5 de abril? Nadie lo dice porque nadie lo sabe, pero en círculos políticos y periodísticos empieza a crecer la sospecha de que Rodríguez Saá no abriga la menor intención de convocar a elecciones en marzo, con el deliberado propósito de quedarse en el poder hasta diciembre de 2003... y entonces relegirse para un segundo mandato.

Después de presentarse con estas credenciales en público, Rodríguez Saá entró en su despacho de la Casa Rosada y dijo a sus amigos en presencia de varios periodistas: "a ver si lo entienden de una vez: yo soy el pre-si-den-te. ƑQueda claro?"

En tregua, después de la colérica explosión social de la semana pasada, la gente del pueblo se mantiene a la expectativa. Los hombres y las mujeres de a pie se han dado cuenta de que tienen en sus manos el poder omnímodo de tirar a Rodríguez Saá si éste no funciona. Y se saben seguros de ello en un país donde, por primera vez en muchos años, las fuerzas armadas están en bancarrota política, económica y moral y no pueden recurrir al expediente del golpe de Estado.

Por lo pronto, para demostrar que la iniciativa popular sigue a la alza, este lunes 24 las puertas de todas las oficinas bancarias de Buenos Aires amanecieron con botes de hojalata rellenos de margaritas. ƑQuiénes aprovecharon la madrugada para dejar allí esas ofrendas fúnebres de inequívoca significación? Fuenteovejuna, señor...