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Respuesta de la CNDH a ONG japonesas
Señora directora: En respuesta a la carta
"ONG japonesas: urge reformar sistema de justicia en México", publicada
el 24 del presente en la página 2 de La Jornada, le ruego
dar cabida a las siguientes consideraciones:
1. Es deseable, en general, pero indispensable para responder
cualquier carta dirigida a la CNDH, que el o los remitentes --al igual
que se hace en cualquier parte del mundo-- proporcionen su dirección
o domicilio postal. Lamentamos que esto no haya ocurrido con las susodichas
ONG japonesas que, al parecer, utilizaron las páginas de este diario
para enviar correspondencia.
2. En tanto nos hacen llegar los datos de una dirección
postal que haga posible el intercambio de nuestros correspondientes puntos
de vista, la CNDH reitera su respeto a cualquier opinión publicada
en los medios de información, en este caso la que manifiestan estas
ONG japonesas en notable coincidencia con la expresada aquí por
el Centro Miguel Agustín Pro Juárez, ONG mexicana con la
cual se solidarizan las firmantes de la carta.
Miguel Angel Paredes, director de información
Reflexiones sobre la crisis argentina
Señora directora: El tornado que pasó
esta semana por Buenos Aires, tragándose al gobierno nacional, a
muertos, contusos, shockeados y quebrados, plantea un proceso de
digestión lento, moderado o rápido. El tiempo depende de
la disposición de una sociedad para mirar a su alrededor y a su
propio ombligo con la sensatez extrema que demanda la ocasión. Para
los argentinos el momento aparece histórico; depende exclusivamente
de esa sensatez, la definición de cuánto ha quedado en el
pasado y cuánto perdura en el porvenir.
La espada del Fondo Monetario Internacional, enmascarado
tras la deuda, viene funcionando hace décadas como el neurotransmisor
para acciones locales cotidianas. Rige la voz y el voto, altera los mercados,
instala la noción del país en riesgo, alienta a los vencedores,
aplasta a los vencidos, cercena cualquier atisbo solidario.
Resulta, pues, un subconsciente colectivo, un run run
de fondo creado en principio para monitorear a sectores de poder y luego
instalado a modo de dictador de conciencias individuales que prefieren
dejarse ganar por la comodidad de la cátedra áulica servida
en bandeja de oro, plata, bronce, barro y, ahora, en potes de basura.
¿Hay vida fuera del apoyo del FMI? Primer jaque
al rey... Aquí hay represión, muertes, miseria, hambre, desesperanza,
dolor. Quizá hasta el miércoles por la noche, también
indiferencia paralizante. Desde noviembre la podredumbre fue enrollándose
dentro del twister. La intervención estatal en el manejo
de las cuentas bancarias presentó al ministro Cavallo con las características
de un disparatado demonio de dos colas, encendedor de preceptos neoliberales
con la chispa de saumerios no reglamentados por el FMI, que condenó
el pecado.
Fueron los bomberos de la capital federal los encargados
de apagar el incendio en el edificio del Ministerio de Economía,
durante la madrugada del jueves, cuando la furia natural ya había
absorbido al ministro y se aprestaba a cruzar la acera para arreciar la
Casa Rosada. Cavallo quedó vivito; eso sí, dejó de
colear. A esa hora, a pocas cuadras, en las escalinatas del Congreso de
la Nación, otro hecho quedaba como símbolo: un hombre desangrado,
solo, sin ayuda, en las escalinatas centrales aún hoy manchadas
de púrpura. La bala ?¿policial?, ¿reglamentada por
el FMI?? había reventado sus testículos.
Lo que produjeron en la gente las últimas medidas
fue una disputa cara a cara entre indigentes y pobres, entre pobres y sobrevivientes,
entre sobrevivientes y opulentos todavía en condiciones de especular.
El face to face resultó insoportable. La
ausencia del intermediario dejó a las claras que ese amigo americano
desaparece cuando quiere, por cuanto es amigo lejano, dispuesto para oportunidades
festivas que la Argentina hace rato no ofrece. En las filas de los bancos
que obligaban a trámites personalizados, pasaron horas y horas,
mezclados en el infortunio, los ataviados y los deshilachados. Estaban
por ejemplo el gerente de la multinacional y su empleada doméstica
indocumentada ?por extranjera mano de obra despreciada?; el tesorero de
cierta entidad sacó de su propio bolsillo unos pesos: buscaba consolar
a una jubilada desmayada a causa de la noticia de que cobraría su
pensión en dos semanas, tal vez.
Y quienes apoyaron con fervor el ascenso del abogado De
la Rúa comenzaron a verse en un espejo gigante. Les devolvía
su imagen, la de ciudadanos que apostaron a que un tercero custodiara sus
derechos. Les hacía ver que a un presidente no se lo vota sólo
para desterrar al anterior; sobre todo cuando el delarruísmo pactó
bochornosamente su ascenso y permanencia con el menemismo. La imagen entonces
produjo espanto y accionó.
El espejo continúa ahí. Basta mirarlo para
saber el punto exacto donde se encuentra este país raleado.
Patricia Narváez
Celebra editorial de La Jornada
Señora directora: Quiero felicitarlos por
el editorial del pasado 20 de diciembre sobre la crisis argentina y su
relación efectiva con el resto de los países latinoamericanos.
Los sucesos posteriores no están haciendo sino convalidar vuestro
análisis y la advertencia formulada.
Los felicito, desde esta lejana Patagonia argentina, en
la que soy docente e investigador universitario en temas económicos.
Jorge Manuel Gil
Advierte de riesgos sociales por segundo piso en vialidades
de DF
Señora directora: El proyecto de un segundo
piso sobre dos vías rápidas de esta ciudad, por elitista,
puede ser causa de inconformidad social. Ignoramos el monto del peaje;
se temen los efectos secundarios de los ejes viales y se ignora si cualquier
auto podrá entrar ahí.
Se alegan razones de primero y tercer mundos, pero el
concepto de tercero se refiere a una tercera opción, entre
dos proposiciones. En cuestiones de transportación ciudadana, frente
a los países que masivamente usan la bicicleta, aparecen aquellos
en los que el automóvil se le impone a la población.
El tercer mundo es el de la opulenta Holanda, donde en
el centro de ciudades como Amsterdam, la bicicleta coexiste con el auto,
mediante la simple solución de mantener suficientes lugares para
los más de cuatro millones de bicicletas, en uso continuo.
En México existen seis millones de bicicletas para
adultos y el gobierno de la ciudad, con una diezmilésima parte del
costo del superpiso, podrá brindar a sus ciudadanos los beneficios
de que gozan los habitantes de los Países Bajos, quienes, no por
nada, muestran el más elevado nivel de longevidad saludable, a través
del diario ejercicio de su transportación.
Si México pretende ser una democracia, tampoco
deberán excluirse las necesidades de las elites y, por tanto, simultáneamente
con el segundo piso, podrán colmarse las necesidades del primero.
Rodolfo Becerra Caletti
Destacan espíritu de fiestas decembrinas
Señora directora: En las colonias Justo
Sierra, Banjidal, Sinatel y Ampliación Sinatel han renacido las
tradiciones mexicanas. En estos días se celebraron las posadas con
todas las características que habían perdido y es sumamente
alentador que convivan personas de todas las edades, cumpliéndose
el delicado ritual de estas celebraciones.
Pero no solamente eso.
La convivencia fraternal entre los vecinos está
permitiendo no solamente conservar las calles, sino embellecerlas. Cada
vecino es ahora un factor de embellecimiento de su calle.
Están podando todo aquel ramaje que significaba
no solamente un peligro, sino fealdad. Así que nuestras colonias
tienen como signo la limpieza, la belleza y la alegría.
Todo esto lo debemos a la obra conjunta del señor
José Luis Castillo, de la licenciada Diana Singh y de la señora
Alejandra Gómez, a quienes extendemos nuestro reconocimiento por
haber impulsado la alegría, fraternidad y belleza, que deseamos
se extienda a toda nuestra ciudad, tan necesitada de serena convicción.
Asociación de Residentes Propietarios Justo
Sierra-Banjidal: Rebeca G. de Lara, Yara G. Badilla, Diana E. Singh Cabanillas,
Ignacio A. Lara, Teodoro Escalona, Gustavo Monter, Jesús Monter,
Alvaro Solano, María Gutiérrez, Jesús Venegas, Antonio
Lara, Consuelo Ruíz, Claudia Sodi y Claudia Monroy
Precisa información sobre Atenco
Señora directora: Con respecto a la nota
aparecida en La Jornada, página 42, el 22 de diciembre del
año actual, cuyo encabezado dice "Demandan campesinos detener la
construcción de carretera hacia Texcoco", hago una pequeñísima,
pero importante corrección respecto del inicio del primer párrafo
donde refiere: "Representantes de cerca de 40 mil campesinos...".
Desde luego que el número aludido se refiere a
los habitantes de los tres municipios mencionados que serían directamente
afectados con la construcción de la autopista referida. Es obvio
que asumimos nosotros el error.
Aprovecho la oportunidad para reconocer el trabajo histórico
de los corresponsales de La Jornada, René Ramón y
Javier, respecto de esta lucha que es de todos los municipios de la región
oriente del estado de México, donde los campesinos de San Salvador
Atenco son nuestro más aguerrido ejemplo.
Juan Miranda Alvarado, campesino papalotlense
Deficiencias en servicio de remplacamiento
Señora directora: Solicito la publicación
de la presente carta, dirigida al jefe de Gobierno capitalino, Andrés
Manuel López Obrador:
El pasado 24 de diciembre solicité información
vía telefónica sobre el remplacamiento; se me dijo que se
daría servicio hasta las 15 horas. Llegué al módulo
ubicado en la explanada de la delegación Benito Juárez a
las 14:10 horas. El supervisor nos advirtió: "a la hora fijada se
cerrará", atendiendo únicamente a quien hubiese llegado a
la ventanilla.
Me pregunto si es ésta la atención ciudadana
que se pregona.
A las 15 horas quedamos cuatro personas formadas. El supervisor
salió diciendo: "se los advertí". De inmediato, los ciudadanos
le dijimos que habíamos estado a tiempo; alguien aclaró que
en los bancos se cierran las puertas a las 15 o 17 horas y se atiende a
los que quedan dentro de las instalaciones, aunque no hayan llegado a la
ventanilla.
Ante la insistencia, el funcionario citado arguyó:
"los muchachos están cansados, es un día especial, les estamos
haciendo un favor con atenderlos". Un ciudadano de inmediato sostuvo: "¡Para
eso les pagan!" Me pregunto, señor López Obrador, si no se
les paga a estos muchachos. Si es así, háganlo. Dudo que
ese día hayan trabajado gratis, pero a lo mejor.
Ahora bien, ¿por qué su gobierno no informa
que, a diferencia de otras oficinas gubernamentales y de las empresas privadas,
queda al arbitrio de los funcionarios que están para servirnos el
definir los tiempos? Si nosotros hubiéramos llegado un minuto después
de las 15 horas tienen toda la razón. Ese fue otro de los argumentos
que esgrimimos, pero no hizo mella en la autoridad.
Señor López Obrador: le invito a que como
simple ciudadano calcule su tiempo, se traslade para realizar ese trámite,
llegue antes de la hora establecida y le digan que si alcanza a llegar
a ventanilla le atenderán.
Ojalá se ponga en el papel del ciudadano y el gobierno
efectivamente esté a nuestro servicio.
Gilberto Calderón O.
Costureras responden a GDF y CDHDF
Señora directora: Agradecemos la publicación
esta respuesta a cartas publicadas en ese diario por Emilio Alvarez Icaza,
presidente de la CDHDF, y David R. Cervantes Peredo, director general del
Instituto de Vivienda del DF (Invi), así como a las organizaciones
solidarias y al pueblo en general:
En relación con escrito publicado en esta sección
del 18 de diciembre, firmado por personas de diferentes organizaciones,
y a las precisiones del Invi del 21 de diciembre, los miembros de la Asociación
Civil Costureras y Costureros 19 de Septiembre aclaramos que la persona
que promovió la firma de dicha publicación, Juan Carlos García,
no tiene ninguna representatividad de esta organización ni del predio
en cuestión.
El centro comunitario que pretenden instalar en el predio
usurpa el nombre de costureras 19 de Septiembre, ya que los integrantes
no participaron en el sindicato ni en la obtención del predio.
Solidariamente, se les permitía hacer uso de ese
espacio para sus actividades; sin embargo, hay una larga historia de agresiones
por parte de ellos hacia la organización y un mal uso del local,
donde incluso se fomentaba el alcoholismo.
Pasado un largo tiempo después del desalojo, con
el consentimiento del subsecretario de Gobierno del DF, Francisco Garduño,
estos grupos usurpadores entraron al predio y posteriormente entraron en
conflicto entre sí: se arrebataban los espacios y terminaron agrediéndose
fuertemente, estilo que siempre ha estado presente en su forma de actuar.
No dejamos de agradecer la buena voluntad de quienes firmaron
el escrito que intentaba defender nuestro local. Queremos informar que
sí estamos exigiendo al GDF que el Invi nos devuelva en buen estado
los materiales y nos reponga lo desmantelado y destruido. Seguiremos en
pie de lucha. Ya basta de que supuestos defensores de espacios comunitarios
que no cuentan con ninguna autoridad moral ni espíritu de lucha
utilicen nuestro nombre.
Concepción Guerrero Flores, presidenta
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