Ť Tiene el archivo cinematográfico más antiguo y grande de Latinoamérica

En 40 años, la Filmoteca de la UNAM ha restaurado más de cinco mil películas

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Con 40 años de labor, la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha restaurado más de cinco mil películas, tanto nacionales como internacionales, algunas consideradas como auténticos "hallazgos universales", lo que la hace destacar como el principal laboratorio de restauración y conservación de América Latina, aseguró su subdirector, Francisco Gaytán Fernández.

El funcionario universitario señaló que en México no hay un archivo cinematográfico similar a la Filmoteca: "Somos el más antiguo, el más grande y el que tiene uno de los laboratorios más importantes en conservación y restauración en Latinoamérica.

"La Filmoteca resguarda la memoria fílmica del siglo XX, con más de 25 mil cintas de todos los formatos. El archivo encabeza a Latinoamérica en materia de restauración, sobre todo por el laboratorio tan avanzado que posee y sus bóvedas, en las que se guardan los filmes en inmejorables condiciones; además, se instruye en la materia a técnicos de diversos países."

Explicó que por medio de modernos métodos de restauración digital se escanea la imagen de las películas y es posible recomponerlas para quitarles rayas; se mejora la imagen que se ha dañado por hongos o roturas. Después, con rayo láser se imprime lo restaurado, se pasa a película cinematográfica y se hacen copias para su exhibición.

Gaytán Fernández refirió que al realizar la restauración, generalmente el material se traslada de un tipo de imagen a otro, es decir, de negativo a positivo, y viceversa, lo que tiene sus bemoles, ya que se pierde calidad y la imagen se hace más contrastada. "Uno de los principales problemas en la restauración es que los materiales antiguos son inestables y presentan diferencias de tamaño. Una cinta vieja se encoge y no se puede copiar de manera directa a una nueva, ya que ambas son de diferentes dimensiones."

Además, agregó, en ocasiones, la copia es usada, vieja, rayada o sucia, pero es lo único que existe; de ahí su importancia: hay "hallazgos universales, películas consideradas desaparecidas, o que no se tenían informes de ellas".

Formas de restauración

La restauración se hace de dos formas: mecánica y óptica. En la primera se debe arreglar en lo físico, ya que tiene cuadros que pueden estar sucios, pegados, rotos y rayados, por lo que se limpia y se busca volverla lo más posible a su estado original.

En cuanto a la óptica, las imágenes se deben pasar a un material nuevo. Mediante una máquina, las imágenes se calcan a una película nueva que se pega por contacto, se le aplica luz a las imágenes hacia la cinta virgen, se revela y queda lista, dijo Gaytán.

Explicó que la mayoría de las películas llegan a la Filmoteca como depósito por todas las vías: productores, laboratorios y distribuidores entregan sus negativos o copias para que las guardemos y nos permiten exhibirlas. También mencionó que existe el intercambio con otros archivos y países.

En la Filmoteca "hemos encontrado películas que no existen en otro lado". Entre los principales "hallazgos universales" destacan: Quién me quiere a mí, producida por Luis Buñuel, que fue hecha en 35 milímetros, pero se encontró un negativo en 16 milímetros, y se dio copia a España. También Viva Madrid que es mi pueblo (1927). Hay materiales italianos, como Muerte en vida, que se exhibió en el pasado festival de Bolonia con gran éxito.