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¤ Escepticismo de imparcialidad por sus cargos
en la PGR y Gobernación
Descalifican ONG el nombramiento de Carrillo Prieto;
''es un desconocido''
¤ No tiene ninguna experiencia en defensa de derechos
y casos de desapariciones, coinciden
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
La designación de Ignacio Carrillo Prieto como
fiscal especial para el caso de desapariciones forzadas fue calificada
de desconcertante y preocupante por organizaciones defensoras de derechos
humanos. Criticaron que se trate de un desconocido en el ámbito
de la protección a las garantías civiles.
El presidente del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco
de Vitoria, Miguel Concha, indicó que el perfil de Prieto ''le resta
legitimidad a la fiscalía'', sobre todo porque las organizaciones
no gubernamentales habían pedido que se designara a una persona
que estuviera comprometida con la causa de los derechos humanos, no únicamente
en el ámbito teórico sino práctico.
Dijo que la muestra de que el perfil de Carrillo no es
el más adecuado es que el año pasado fue candidato a presidir
la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, pero como
no tenía trayectoria en ese campo, las organizaciones más
representativas no lo avalaron.
El director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín
Pro Juárez, Edgar Cortez, señaló que este nombramiento
genera muchas interrogantes en torno a si un fiscal que ha trabajado en
la Procuraduría General de la República (PGR) y en la Secretaría
de Gobernación (SG) emprenderá una investigación que
vaya a fondo, que sea profesional y que tenga legitimidad.
La designación de Carrillo Prieto provocó
escepticismo entre integrantes de organizaciones civiles y la reiteración
de su demanda de que en lugar de este organismo se instale una comisión
de la verdad que investigue los casos de desapariciones forzadas en los
setenta y ochenta.
Adriana Carmona, de la Comisión Mexicana de Defensa
y Promoción de los Derechos Humanos, señaló: ''no
es la persona que estábamos esperando; es un desconocido en la defensa
de los derechos humanos y en especial en el tema de las desapariciones
forzadas''.
Miguel Concha abundó: ''Nos sentimos desconcertados
y preocupados porque no sabemos qué garantía de autonomía,
de independencia, de alto perfil, de competencia procesal, de compromiso
con los derechos humanos y de eficacia tiene una persona con este perfil''.
Afirmó que había mejores candidatos, como
el penalista Fernando García Cordero, el jurista Miguel Sarre y
el defensor de derechos humanos Oscar González.
Señaló que las organizaciones civiles apuestan
a que se integre un consejo de apoyo a la fiscalía con verdaderos
representantes de la sociedad civil y que también se tome en cuenta
la opinión de las organizaciones no gubernamentales en derechos
humanos.
Indicó que están en espezra de que la PGR
y la SG entreguen a Carrillo los requerimientos que plantearon un grupo
de organizaciones civiles que pidieron que el fiscal tenga autonomía,
demuestre compromiso probado con los derechos humanos, que pueda escoger
a su equipo investigador y que tenga experiencia procesal.
Edgar Cortez coincidió en que el nuevo fiscal no
está asociado al tema de derechos humanos, y señaló
que había otros más adecuados, como el jurista Miguel Sarre
y la abogada Guadalupe Morfín.
Destacó el hecho de que llegara a ocupar este cargo
después de que muchos otros declinaron. ''Queda la duda de si se
logró elegir al mejor'', señaló.
Dijo que este hecho genera mayor desconfianza en la sociedad
mexicana a la que ya existía antes a causa de los fracasos que han
tenido otras figuras similares y que han provocado el desprestigio de estos
organismos.
Cortez explicó que en la investigación de
las desapariciones forzadas ocurridas después de la matanza de Tlatelolco
se requiere conjugar experiencia y una gran capacidad en la investigación
y una enorme sensibilidad para satisfacer el derecho de los familiares
a que se haga justicia.
''No basta la actitud de alguien que se ha movido en el
ámbito de la burocracia, sino que esté humanamente en sintonía
con las víctimas'', afirmó el activista en derechos humanos.
También se preguntó qué ocurrió
con la integración del consejo ciudadano que va a apoyar el trabajo
del fiscal y que a estas alturas ya debería estar nombrado para
poder iniciar sus labores a la par del fiscal.
Advirtió que genera dudas que alguien que proviene
de la PGR vaya a hacer una investigación a fondo y a determinar
si otros procuradores o agentes del Ministerio Público tienen responsabilidad
por haber encubierto estos delitos. Insistió en que la comisión
de la verdad es la mejor alternativa.
Por su parte, el vicecoordinador de los legisladores priístas,
Mauel Añorve, dijo que hay algunas dudas que prevalecen en torno
a la designación. Entre ellas citó la buena voluntad que
ofreció ayer al asumir el cargo, pero también el hecho de
que no tiene una experiencia en materia de derechos humanos.
Sobre este punto, el legislador estableció que
todavía está pendiente la conformación del consejo
ciudadano, que será el punto de apoyo del nuevo fiscal. Lamentamos,
apuntó, que tuviera que transcurrir más de un mes para que
el gobierno foxista finalmente lleve respuesta en este sentido.
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