016a1eco Silvia Ribeiro¤ Las diez peores empresas de 2001 Comenzamos 2002 en un mundo en el que de las 100 economías más grandes del planeta, 51 son empresas y 49 son países. Una comparación entre las ventas corporativas y el PIB de las naciones revela que General Motors es más grande que Dinamarca, Wal-Mart que Noruega y General Electric que Portugal. Las corporaciones multinacionales, lejos de ser solamente actividades económicas, están interfiriendo de forma decisiva en la vida cotidiana de todos y en las políticas nacionales e internacionales, y no precisamente para el bien público. Vayan algunos ejemplos. Bayer, Coca-Cola, Enron, Exxon Mobil, Wal-Mart, Philip Morris, Sara Lee, Southern Co., Laboratorios Abbott y Argenbright se ganaron este año el título de las "peores empresas de 2001", según la lista editada por la organización Multinational Monitor de Estados Unidos. Según Robert Weissman, editor de la publicación, "estos gigantes robaron y engañaron al público, contaminaron el ambiente y abusaron de los trabajadores. Aparecen cada día en nuestras vidas cotidianas, disfrazados de miembros respetables de la comunidad, pero merecen el oprobio público y, en muchos casos, sanciones del gobierno". Bayer comenzó con un año "difícil" cuando su medicamento contra el colesterol Baycol fue identificado como causante de la muerte de varias decenas de personas y debió ser retirado del mercado. Se repuso con amplio margen gracias a la venta del antibiótico Cipro, usado contra el carbunco (ántrax), al comercializarlo a sobreprecio al gobierno de Estados Unidos. El mismo medicamento en versión genérica podría haberse comprado a India en 20 veces menos del valor que Bayer fijó como precio de venta al público, y nueve veces menos respecto al que ofreció inicialmente para los 10 millones de personas que el gobierno puso como meta ante la crisis del ántrax. El secretario de Salud y Servicios Humanos, Tommy Thompson, entabló negociaciones con Bayer y debido al ofrecimiento de India acordó un precio mucho menor que el inicial, de 95 centavos por tableta. El doctor W. Plischke, de Bayer, declaró entonces que "estaban orgullosos de haber desarrollado un producto crítico en este momento de necesidad... la gente de Bayer está motivada y dedicada a jugar un rol muy importante en proveer al pueblo estadunidense de las cantidades adecuadas de Cipro". Poco después de este acuerdo, el Washington Post informó que la Secretaría de Salud y Servicios Humanos le pagaba a Bayer 45 centavos por tableta en otro programa gubernamental -que es el doble de lo que cuesta el genérico en India. Aunque esto alcanzaría para obtener un buen lugar en la lista, Bayer tiene varias otras razones para estar allí: por ejemplo, rehusó dejar de emplear un antibiótico para pollos, retrasando por años la prohibición que propuso la FDA (siglas en inglés de la Administración Federal de Fármacos y Alimentos) de tal antibiótico, que considera aumenta la resistencia a antibióticos en humanos. Bayer dijo que en cambio iniciaría un programa para advertir sobre el abuso de medicamentos en personas. Mientras tanto, hizo una oferta para comprar Aventis, la firma agrobiotecnológica responsable del maíz Starlink, que fue prohibido para consumo humano. Y para completar el panorama del año inició juicio contra una coalición ciudadana en Alemania que advierte sobre las peligrosas actividades de la compañía. Coca-Cola se distinguió este año por la demanda de complicidad en persecuciones, torturas y muertes de varios sindicalistas en Colombia pertenecientes a Sinaltrainal, el sindicato de la embotelladora Coke and Panamerican Beverages. También fue sentenciada a pagar 192.5 millones de dólares por una demanda que le hicieron en 1999 los empleados afroamericanos de la empresa por discriminación racial. La lista de Multinational Monitor condena además el uso de la popular figura de Harry Potter para promover entre los niños un mayor consumo de bebidas asociadas con el aumento de diabetes, obesidad, caries y mala alimentación. Enron se negó a permitir que la mayor parte sus empleados vendieran las acciones de la compañía que la empresa les daba, en lugar de efectivo, en sus planes de jubilación. Al declararse en bancarrota, los empleados perdieron los ahorros de toda su vida, mientras que varios de los ejecutivos de la empresa vendieron sus acciones millonarias o se aseguraron de otras formas a tiempo, antes de la quiebra. La empresa petrolera Exxon Mobil, el mayor donante a la campaña de G. W. Bush y su Partido Republicano, se ganó su lugar en la lista por liderar la campaña mundial de negación del calentamiento global y bloquear las medidas para prevenirlo, además de una serie de otras actividades contaminantes y destructoras de cientos de comunidades indígenas, como el oleoducto Chad-Camerún, financiado por el Banco Mundial; contratar a los militares en Indonesia para vigilar su proyecto Arun de explotación de gas natural, y oponerse al veredicto por daños en relación con el megaderrame petrolero en Valdez. Philip Morris aseguró su lugar en la lista por sus campañas de propaganda pro tabaquismo, entre otras, alegando en un estudio para la República Checa que la muerte prematura de los fumadores "ahorra dinero al servicio público de salud, pensiones y vivienda". Dato que por cierto, además de cínico es mentira, ya que los costos por tabaquismo en la misma situación son 13 veces más altos que los supuestos "ahorros" por muerte. Wal-Mart entró a la lista por negarse a pedir y controlar que los vendedores de sus prendas de vestir, carteras y otros productos no provengan de mano de obra superexplotada, por ejemplo en países denunciados por tales prácticas, además de oponerse en forma sistemática e institucionalizada a la sindicalización de sus trabajadores. ¤La autora es investigadora del Grupo ETC
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