¤ Falso, que el gravamen aprobado vaya a perjudicar a fabricantes, señala la UNC

Ven cañeros oportunidad de recuperación en impuesto a refrescos

ANGELES CRUZ

El impuesto de 20 por ciento a los refrescos que en su composición utilicen fructosa en lugar de azúcar de caña, abre nuevas expectativas para la industria nacional y equilibra "un poco" el comercio que se ha dado entre Estados Unidos y México desde que rige el Tratado de Libre Comercio (TLC), afirmó la Unión Nacional de Cañeros.

La organización aseguró que desde 1994 la industria refresquera sustituyó en casi 30 por ciento el consumo de azúcar por alta fructosa, adquirida en Estados Unidos a muy bajo precio. Esa tendencia aumentó al grado de llegar a la sustitución total. Actualmente, el consumo es de 400 mil toneladas anuales de alta fructosa, que ha desplazado a igual volumen de azúcar de caña.

Desde el primer año del TLC puede entrar a México cualquier cantidad de alta fructosa proveniente de Estados Unidos, mientras que el azúcar mexicana no puede ingresar a aquel país de la misma manera.

De acuerdo con la unión de cañeros, la industria refresquera es la mayor consumidora de azúcar en México. Al año utiliza casi 1.7 millones de toneladas de endulzantes, y consideró que es falso que esas empresas vayan a resultar perjudicadas con el impuesto aprobado por el Congreso de la Unión, "porque ellos (los productores de refrescos) siempre habían usado azúcar en la composición de sus productos".

Durante los debates legislativos por el presupuesto federal para este año, los integrantes de las cámaras de Diputados y Senadores decidieron incluir en la nueva Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios un gravamen de 20 por ciento a los refrescos que utilicen fructosa para su elaboración.

A decir de la unión de cañeros, que dirige Carlos Blackaller Ayala, ese impuesto "puede representar la gran oportunidad que la agroindustria azucarera mexicana buscaba para recuperar la estabilidad perdida y de esta manera llegar a ser el sector más fuerte y eficiente del campo mexicano".

Sin embargo, alertó, "esta oportunidad no debe ser desaprovechada, porque difícilmente tendremos otra igual". Que esta ley sea de beneficio o no depende de quienes forman parte de la cadena productiva: industriales, cañeros, obreros y autoridades, agregó.

De acuerdo con los cálculos de la unión, la producción de azúcar para la presente zafra es de 5 millones de toneladas. Si toda la industria refresquera vuelve a utilizar azúcar para la fabricación de su producto, prácticamente no habrá excedentes. De lo contrario, se tendrán casi 400 mil toneladas sin posibilidades de venderse.

Habrá entonces, alertó la agrupación perteneciente a la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), una nueva crisis en los precios del azúcar, con el riesgo de que desaparezca un tercio de esta industria, que es la que más empleos genera en el campo.

Por otra parte, con un precio más estable y competitivo del azúcar, el costo de la caña para esta zafra podrá establecerse 9.7 por ciento arriba del último registrado.

La organización destacó que la reforma fiscal aprobada y el logro de un precio más competitivo para la zafra tendrá que beneficiar necesariamente a los agricultores, pues de otra forma "no tendría razón de ser".