Crece la polémica en el pleito legal entre beneficiarios de Lola Beltrán

ROBERTO DE LA MADRID ESPECIAL

A unos días de que los tribunales decidan quién se quedará y cómo se repartirá la herencia de Lola Beltrán ante la acalorada disputa que existe entre sus hijos María Elena Leal y José Quintín, se da a conocer una carta con datos reveladores, que narran la existencia de un presunto complot para apropiarse del legado de la Beltrán y privar de sus derechos a José Quintín, así como una supuesta evasión de impuestos por inversiones en islas Caimán.

Lola Beltrán murió el 24 de marzo de 1996 en el Distrito Federal. En ese momento vivía con su hijo José Quintín Beltrán, de 15 años de edad, en una residencia del sur de la ciudad de México. Después de su muerte, su hija Maria Elena Leal toma posesión de la casa y de todas las propiedades, pues es heredera universal en un testamento que la cantante hizo antes del nacimiento de José Quintín. Ahí empezaron los problemas. Quintín fue privado del dinero y bienes que gozaba cuando su madre vivía. "Una tarde, después de salir de la escuela, llegué a mi casa y el guarura de mi hermana me dijo: ¿qué crees?, ya no puedes pasar, tu hermanita me dijo que te prohibiera incluso recoger tus pertenencias. Y ahí se quedaron mis zapatos, mis cuadernos, todas mis cosas.

"Unos amigos me dieron asilo. Desde ese entonces, hace más de tres años, quiero recuperar lo que tenía."

A unas horas de que la justicia decida quién tiene la razón, Quintín y sus abogados muestran una carta que pone a temblar a su hermana. Se trata de una misiva presuntamente escrita por la misma María Elena, donde relata la estrategia para despojar de la herencia a su hermano e invertir parte del dinero en bancos de las Islas Caimán. "Una especie de confesión,en la cual ella misma se echa de cabeza, véala usted mismo", dijo Héctor Cerrillo, abogado de Quintín.

La carta está dirigida a una confidente, de quien no se quiso revelar el nombre. Describe cómo María Elena fue presionada por un tal Jorge Carrillo Reyes (al parecer su pareja) para impedir que Quintín tuviera derecho a la herencia de Lola Beltrán. Con fecha del 1º de junio de 1997, María Elena Leal presuntamente escribe que Carrillo no sólo quería despojar a Quintín, sino que también la estafó a ella.

El contenido de la carta

Este es un fragmento textual de la carta: "Quiero denunciar al señor Jorge Carrillo Reyes como persona sumamente ambiciosa, peligrosa y que se ha valido del engaño... Se aprovechó de mi fragilidad y vulnerabilidad para estafar a una servidora... (Jorge Carrillo) nos dividió a mi medio hermano y a mí. En un escrito se me obligó a firmar en contra de mi voluntad una cláusula que indica que mi hermano me había amenazado de muerte, lo que es mentira."

La supuesta carta afirma que hay por lo menos cinco cuentas bancarias en México y en Estados Unidos con jugosas cantidades (parte de lo que dejó Lola Beltrán): "Había en el banco Laredo National Bank en McAllen, Texas, 80 mil dólares, de los cuales nos pertenecen 40 mil a José Quintín y la otra mitad a mí. Bajo el consejo de Carrillo este dinero lo saqué y lo deposité en el Banco Bital, de Copilco." Según estas hojas, Lola Beltrán además dejó cuatro casas y varios terrenos, dos de los cuales no tienen escrituras.

"Tengo mucho miedo... Carrillo Reyes ha tomado el control absoluto de mi vida. Jamás he sabido de mis inversiones en dólares ubicados en Islas Caimán; tiene en su poder los contratos, 186 mil dólares aproximadamente. Ante estas circunstancias si algo llegara a sucederle a mis hijos, a mi hermano (José Quintín), a mi padre Alfredo Leal y a mí misma, responsabilizo como autor a Jorge Carrillo Reyes y familia". Finaliza la carta con una supuesta rúbrica de Maria Elena Leal.

Hace meses José Quintín y su protectora, Silvia Urquidi, hablaron de la existencia de este escrito pero jamás lo habían mostrado. "No hay duda, es la letra de María Elena y con esta prueba ella quedará acorralada", dice Silvia Urquidi.

"No, no lo puedo creer; cuando murió mi madre yo nunca pensé que mi hermana me fuera a traicionar", afirma José Quintín.

?¿Desde cuándo empezó todo esto?

?Desde que me lanzó de la casa. Antes la notaba rara, pero incluso comíamos a veces muy contentos los tres, mi madre, ella y yo. Creo que ella está traumada conmigo, porque mi mamá me puso mucha atención y me cuidó, a diferencia del trato que le dio a ella, pero tiene que comprender que cuando ella nació nuestra madre empezaba su carrera y se la pasaba viajando y luchando siempre por permanecer en el éxito. Cuando nací yo, era otro tiempo, mi mamá ya estaba consolidada y desahogada económicamente.

?¿Has hablado con tu hermana para llegar a un arreglo?

?No quiero arreglo.

?¿Es cierto que la herencia asciende a más de 20 millones de dólares?

?Más o menos.

?Si el problema de la herencia está atorado por una prueba de ADN para reconocerte como hijo verdadero, que es lo que alega tu hermana y con lo que ella cedería, ¿por qué no te haces la prueba?

?Sí soy su hijo. Y aunque fuera adoptivo, fue voluntad de mi madre reconocerme como legítimo. Hay dos actas de nacimiento firmadas por Lola Beltrán, reconociéndome. Qué mas se puede pedir. Además el juicio no es de reconocimiento de paternidad, sino de herencia. Pero si quieren que me haga la prueba, me la hago, sólo con una condición: que no se desentierre a mi madre.

Por su parte, María Elena Leal aseguró que sólo hay que esperar la respuesta de los juzgados. "Ya no hay nada de que hablar, no hay más, José Quintín no tiene derecho a lo que mi madre me dejó."

Sobre la carta, el abogado de Leal, Daniel Balk, dijo desconocer el documento, insistió que todo es un truco para atraer la atención de la opinión publica, "pero antes de que acabe el año nos veremos en los tribunales y verán quién tiene la razón, José Quintín nunca fue hijo de Lola Beltrán, ella lo rescató de la calle, le dio mucho en vida, la mano, y ahora después de muerta se quiere tomar todo, lo único que debe hacer ahora Quintín es pedir perdón".