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Ť Confía en la solidez del sistema bancario nacional
La crisis argentina no repercutirá en México, considera Rangel Domene
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
La profundización de la crisis en Argentina y la devaluación de la moneda de ese país no tendrán un impacto negativo en el sistema bancario mexicano, dominado por firmas extranjeras que a la vez tienen fuertes intereses en la nación sudamericana, consideró este martes Héctor Rangel Domene, presidente de la Asociación de Banqueros de México.
En conferencia de prensa anunció medidas para avanzar en la automatización de las operaciones que realiza al menudeo el sistema crediticio, como pago de nóminas y de recibos por prestación de servicios, una práctica que comenzará a regir en marzo próximo y que redundará en una disminución de los costos de operación de la banca y en menores tasas para los usuarios de los servicios.
El presidente de los banqueros aprovechó la ocasión para fijar su postura, a petición de varios reporteros, en torno a los cambios fiscales aprobados por el Congreso la semana pasada. Las modificaciones a la legislación, dijo, significaron que México "perdió una oportunidad histórica de hacer una verdadera reforma fiscal".
Rangel Domene estimó que la profundización de la crisis argentina no va a tener ningún efecto sobre el sistema bancario nacional. "En todo caso los problemas en esa nación podrían tener un costo en el aumento del riesgo-país de México", es decir, en el diferencial que paga la deuda mexicana respecto de la emitida por el Tesoro de Estados Unidos.
Sin embargo, manifestó, la emisión de deuda realizada por el gobierno mexicano el lunes pasado, con la colocación de un bono por mil 500 millones de dólares a una tasa de 7.2 por ciento, la más baja en cinco años, "indica que el país se ha diferenciado de Argentina y se ha separado de lo que está ocurriendo allá".
BBVA y Santander Central Hispano, ambos de capital español, son propietarios del segundo y tercer grupos financieros de México y, al mismo tiempo, son instituciones líderes en el mercado de crédito de Argentina. Desde finales del año pasado ambas entidades han sufrido una fuerte pérdida en el valor de sus acciones en la bolsa de Madrid, estimada en 3 mil 500 millones de dólares.
Rangel Domene también opinó sobre la reforma fiscal. Manifestó que los cambios aprobados por los legisladores, que consisten básicamente en crear impuestos especiales, reducir la tasa de gravamen a las empresas a 35 por ciento y en no homologar el IVA en alimentos y medicinas, "dejan mucho que desear".
En la parte del impuesto sobre la renta, que para las empresas disminuyó de 40 a 35 por ciento "hay un resultado razonablemente bueno". Pero en cuanto a la aplicación de impuestos especiales, como al consumo de bienes suntuarios o un mayor gravamen a bebidas alcohólicas y cigarrillos, "los legisladores crearon una bola de definiciones que van a hacer extremadamente difícil la fiscalización y que van a provocar mayor elusión y contrabando".
Rangel Domene juzgó como "positivas" otras medidas, como la posibilidad de deducir, a partir de 2003, los intereses que paga el usuario de un crédito hipotecario. Otra modificación considerada como "buena" por el presidente de los banqueros fue la relacionada con gravar las operaciones con títulos de deuda emitidos por el gobierno federal. Esta determinación, dijo, va a permitir que la banca vea reducidos sus costos de captación y ello se va a traducir en un costo menor de los créditos para los usuarios de financiamiento.
En la misma conferencia, Rangel Domene dio a conocer que a partir del 4 de marzo la banca realizará un mayor número de transacciones por medios electrónicos en beneficio de usuarios minoristas.
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