Ť Scott Carpenter, del Departamento de Estado

EU: hubo algunos abusos de la justicia luego de los atentados

Ť El sistema policiaco mexicano, rebasado: Gertz Manero

Ť Llama el funcionario a readecuar sistemas de prevención

ROSA ELVIRA VARGAS

Estados Unidos reconoce que hubo "algunos abusos" en la procuración de justicia luego de los atentados ocurridos en su territorio el pasado 11 de septiembre. Sucedieron sobre todo "en las prisiones y en las calles", y es algo que no puede perdonarse y debe mejorar, admitió Scott Carpenter, subsecretario adjunto para la Promoción de la Democracia, los Derechos Humanos y Asuntos Laborales del Departamento de Estado.

A su vez, el procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, admitió que seguridad pública y procuración de justicia son las demandas más concurrentes de la ciudadanía, y ambas deben tener como regla de actuación la legalidad y el respeto a los derechos individuales.

Dijo que siempre será mejor evitar la comisión de hechos delictivos antes que afrontarlos, pero precisó que en la medida en que ello no sea posible, todas las autoridades encargadas de la procuración de justicia "tenemos el deber ineludible de actuar en consecuencia.

"Los derechos humanos no tienen frontera. Todos debemos asumir la responsabilidad de su promoción y su defensa'', dijo.

Asimismo, Macedo admitió que la policía ha sido estigmatizada por prepotente, abusiva y corrupta, y señaló que a ese concepto han contribuido la carencia de conocimientos de los agentes del orden para realizar investigaciones científicas, la falta de un servicio civil de carrera y los bajos salarios.

La PGR, concluyó el procurador, tiene la obligación de vincular indefectiblemente el cumplimiento del estado de derecho con el respeto a las garantías individuales.

En la misma sesión sobre derechos humanos, dirigida sobre todo a los cuerpos policiacos, el secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz, dijo que en la sociedad existe la percepción de que las comisiones de derechos humanos están del lado de los delincuentes. Para llegar a tal conclusión, dijo, una de las razones es que tales organismos que defienden garantías individuales surgen precisamente frente a un extendido fenómeno de corrupción en los cuerpos policiacos.

"Es un fenómeno que debe analizarse a fondo" para ver cuáles son los problemas estructurales de los cuerpos de procuración de seguridad pública. "Tenemos una estructura donde el agredido no puede defenderse porque hay un monopolio, y las policías muchas veces no están al servicio de la comunidad, sino del poder o de la corrupción''.

Recomendó hacer un discernimiento claro entre aquellas personas que conforman los cuerpos policiacos que son respetables y aquellas instancias que ya dejaron de ser útiles para el país. "El sistema que tenemos ya está rebasado y la sociedad está demandando que las estructuras de prevención, procuración e impartición de justicia se adecuen a la realidad''.

Bernardo Bátiz, procurador capitalino, dijo que la sociedad moderna, globalizada, del confort y del consumo tiene como contrapartida el riesgo que es estar cerca del daño, porque la convivencia en las grandes urbes implica estar siempre cerca del peligro.

"La vida de calidad que buscamos y a la que aspiramos está más rodeada de posibles daños y peligros que la vida sencilla, más rudimentaria, la más cercana al siglo XIX que al XXI, de la que nuestro mundo se aleja''.

Esta realidad, apuntó, lleva necesariamente a dos reacciones aparentemente encontradas: la tentación del endurecimiento y el autoritarismo. "Si hay más peligros, las fuerzas policiacas han de estar más y mejor preparadas para contestar violentamente a la violencia y para ejercer la fuerza como reacción automática, y las sanciones deben ser más severas y las cárceles más estrictas".

Sin embargo, señaló que en la Procuraduría General de Justicia del DF se considera que esa respuesta no es sólo incompleta, sino también peligrosa para la concepción del poder de la policía como autoridad dentro de un Estado democrático y de derecho, respetuoso de las garantías individuales.

Ya operan aquí códigos conforme a normas aprobadas por la ONU, de tener una policía respetuosa de la dignidad y los derechos de todos, que una su eficacia con valores superiores en los que la fuerza debe estar limitada, contenida, regulada y racionada.

Las fuerzas policiacas, resaltó en su oportunidad Scott Carpenter, "siempre deben seguir los principios jurídicos y constitucionales; es su responsabilidad mantener una alta norma de legalidad para guardar la confianza de los ciudadanos". Y destacó que con México se mantiene una colaboración estrecha desde los años 90, con mecanismos para compartir experiencias y en el desarrollo de un intercambio de información de inteligencia "que nos ha dado resultado" en el combate al crimen, así como en el caso de narcotraficantes y el decomiso de bienes y dinero producto de las drogas.

Con los titulares de la PGR, Rafael Macedo de la Concha, y de la Secretaría de Seguridad Pública, Alejandro Gertz, así como el procurador de Justicia del Distrito Federal, Bernardo Bátiz; el embajador de Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow, y el rector de la Universidad Iberoamericana, Enrique González Torres, el funcionario de Washington participó en la apertura del seminario Derechos Humanos, Seguridad Pública y Procuración de Justicia. La sede de la reunión fue el Museo de Antropología e Historia de México, al que asistieron representantes de todas las corporaciones policiacas y la acreditación a la prensa corrió a cargo de la embajada estadunidense.

Los participantes coincidieron en que la promoción de la seguridad pública y los derechos humanos son metas que se apoyan mutuamente. Scott Carpenter comentó que el miedo al terrorismo ha hecho que algunas personas digan que están dispuestas a ceder alguna porción de los derechos humanos, "pero ese no es el camino correcto. La verdad es que si no se muestra respeto a las garantías de todas las personas no será posible eliminar la delincuencia''.

Sin embargo, ninguno de los funcionarios permaneció en el auditorio Jaime Torres Bodet para escuchar la conferencia magistral del embajador Jorger Taiana, ex secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, quien entre otras muchas verdades rotundas apuntó que la forma en que se lucha o se tolera la delincuencia define a la policía.