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MEXICO S.A.
Carlos Fernández-Vega
EL AÑO NUEVO AUN no concluye su despertar, cuando ya algunos integrantes del aparato judicial se apresuraron a refrendar la tesis de que en este país todo puede ser castigado, excepto los delitos de cuello blanco, porque éstos, en su mayoría, son tipificados "no graves", sobre todo cuando hay dineros y/o instituciones de la nación involucrados en la comisión de dichos ilícitos.
DOS EJEMPLOS DAN FE de tal proceder en el ámbito mencionado durante los escasos días transcurridos en este segundo año del cambio. El primero corresponde a la libertad bajo caución del ex secretario adjunto jurídico del Instituto de Protección al Ahorro Bancario, Eugenio González Sierra, y del ex director de investigaciones del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), León Alberto Schietekat Ballesteros (arraigados por la UEDO en octubre pasado), acusados de cohecho, lavado de dinero, operaciones con recursos de procedencia ilícita agravado, abuso de autoridad, uso indebido de información sobre clientes y operaciones del sistema bancario y tráfico de influencia, todos documentados por la Procuraduría General de la República, videograbaciones incluidas.
PERO NO, LAS PRUEBAS presentadas por la autoridad no resultaron suficientes para el juez respectivo, quien obsequió a González Sierra y Schietekat Ballesteros la cortesía de dejarlos libres bajo caución, fijándoles una módica fianza de 8 millones 650 mil pesos que rápidamente cubrieron -porque no eran responsables de enriquecimiento ilícito- y abandonaron las instalaciones del Reclusorio Norte. Por si el regalo no fuera de su agrado, el mencionado juez decidió retirarles la acusación de lavado de dinero y en la factura tan sólo les dejó la acusación de abuso de autoridad y de uso indebido de información sobre clientes y operaciones del sistema bancario.
EL SEGUNDO CASO se refiere a uno de los misteriosos Midas del salinismo, David Peñaloza Sandoval, presidente de la otrora poderosa -en el sexenio de su amigo- constructora Triturados Basálticos (Tribasa), ex integrante de la famosa lista Forbes de multimillonarios mexicanos (mil millones de dólares en 1994) y uno de los grandes beneficiarios del rescate carretero y de su pariente el Fobaproa, que los generosos mexicanos siguen pagando. Una juez federal ordenó la aprehensión de este personaje "por un presunto fraude contra Nacional Financiera que resultó en quebranto de casi 22 millones de dólares para la institución". Miriam del Perpetuo Socorro Rodríguez, juez tercera de procesos penales federales, ordenó desde el pasado 27 de diciembre la captura de Peñaloza y de Enrique Garza Valdés, vicepresidente de la constructora, como parte de la causa penal 239/01. Fuentes judiciales informaron que hasta el momento los inculpados no han sido detenidos ni han comparecido ante la juez, aunque el delito que se les imputa no es grave y tienen derecho a estar libres bajo fianza. La indagación de la Procuraduría General de la República duró más de un año, y derivó de una denuncia de Alfonso Jiménez O'Farrill, el abogado externo que Nafin contrató para tener un litigio más agresivo del caso luego de que, en mayo pasado, la institución tuvo que registrar un quebranto de 21 millones 850 mil dólares, ante la imposibilidad de recuperar una inversión en bonos de Tribasa emitidos en el mercado neoyorquino." (Reforma, 9 de enero.)
LA HISTORIA DE LA familia Peñaloza es de relaciones políticas. Todo empezó cuando el abuelo del efímero Midas del salinato, Jesús Peñaloza Jiménez, se hizo amigo, en sus mocedades, de Pascual Ortiz Rubio cuando era gobernador de Michoacán. Trabajó como taquígrafo parlamentario. Cuando Ortiz Rubio fue presidente de la República (1930-1932) Peñaloza Jiménez tuvo el puesto de oficial mayor de la Presidencia de la República. David Peñaloza Santillán (padre del ahora acusado) fue compañero de generación de José López Portillo, Octavio A. Hernández y Alfredo Uruchurtu, entre otros. Esa cercanía con el poder político fue aprovechada por el actual presidente de Tribasa, quien supo cultivar las querencias del profesor Carlos Hank González -hasta relacionarse accionaria y emparentar con él-, así como la de Carlos Salinas de Gortari, y en el primer año de su gobierno, David Peñaloza Sandoval creó Triturados Basálticos como una rama de la Constructora General del Norte, misma que originalmente perteneció a la familia de su esposa, Adriana Alanís.
EN EL SALINATO, Tribasa, y desde luego Peñaloza Sandoval, vivieron su etapa dorada, y el consorcio, incluso, fue listado en la Bolsa Mexicana de Valores en septiembre de 1993. Las utilidades de la constructora crecieron exponencialmente durante el sexenio de su amigo: 1989, 29.3 millones de pesos; 1990, 34 millones; 1991, 113 millones; 1992, 334.8 millones; 1993, 412.7 millones. Un incremento de mil 300 por ciento en el periodo, convirtiéndose -de la noche a la mañana- en la segunda empresa nacional en su ramo, sólo después de ICA. La construcción de autopistas concesionadas durante el régimen de CSG se convirtió en la fuente principal de los ingresos de Tribasa: 91.1 por ciento. El resto provenía de ingresos derivados de peajes y de su participación minoritaria en otras concesionarias, según información de la propia empresa. Se adjudicó 14 concesiones para construir y operar más de mil 200 kilómetros de carreteras, equivalentes al 25 por ciento del total nacional. Además, Peñaloza aprovechó la feria reprivatizadora y adquirió importantes paquetes accionarios en cuatro bancos (Bancomer, Serfin, Atlántico e Interacciones, éste de la familia Hank) y le metió el diente a la "desincorporación" de los aeropuertos nacionales.
EN 1992, LA compañía de David Peñaloza Sandoval comenzó a emitir bonos internacionales, garantizándolos con las cuotas de las carreteras que estaba construyendo. Desde entonces algunas de esas emisiones empezaron a tener dificultades en el mercado. Una de ellas, correspondiente a 1996, dejó a Nacional Financiera colgada de la brocha y el empresario pudo evadir la responsabilidad hasta ahora que se fundamenta la denuncia, aunque, de cualquier manera, tendrá acceso a la libertad, al igual que los ex funcionarios del IPAB y de Bancomext, toda vez que los delitos cometidos "no son graves", de acuerdo con los muy cuestionables "criterios" de los jueces involucrados en las demandas respectivas. Todas las decisiones asumidas, desde luego, son para procurar justicia en este país, tal y como ha sucedido en casos similares (Cabales, Divinos y conexos).
Las rebanadas del pastel:
PEMEX DIO A conocer el regalo de Año Nuevo para sus trabajadores: alrededor de 2 mil de ellos -con no menos de 25 años de antigüedad- se irán a descansar de la nómina, por medio de programas de retiro voluntario. El obsequio incluye a 900 trabajadores de exploración y producción, 550 de refinación, 200 de petroquímica básica y gas natural y 170 de petroquímica, de acuerdo con el anuncio hecho por un portavoz de la paraestatal, citado por Notimex... Entre las escasas promesas cumplidas por el gobierno del cambio se cuenta la de la inflación: 4.4 por ciento en 2001, la menor proporción desde 1968 y 2.1 puntos porcentuales menor a la meta fijada para el periodo.
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