Ť Confía en que la ALDF aprobará recursos para la conversión del instituto en secretaría

Insuficiente, el presupuesto asignado a la cultura capitalina, expresa Semo

Ť De 310 millones de pesos, 25 millones serán para el rescate de la infraestructura

Ť La sociedad, y no sólo el gobierno, debe participar en el financiamiento del sector, destaca

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

El presupuesto de 285 millones de pesos aprobado la semana pasada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal es insuficiente para cubrir las necesidades de la Secretaría de Cultura, que en unos meses sucederá al Instituto de Cultura de la Ciudad de México, señala el titular del ICCM, Enrique Semo.

Los recursos asignados por la ALDF suman 310 millones de pesos. La cifra incluye 25 millones -no 16.5 millones como se ha manejado en algunos medios- que serán utilizados para rescatar la infraestructura cultural de la ciudad de México.

Financiamiento alternativo

Enrique Semo precisa que el dinero ''no es suficiente porque la Secretaría de Cultura tendrá más funciones'' y confía en que el gobierno capitalino ''solicite y la Asamblea Legislativa otorgue un presupuesto acorde con las necesidades'' de la naciente dependencia.

La ampliación presupuestal deseada es de 80 millones de pesos, cantidad que se destinaría de manera exclusiva al funcionamiento de la secretaría, cuyo trabajo comenzará 90 días después de la publicación de la ley para su creación en la Gaceta Oficial.

Por lo pronto, el instituto distribuirá los 285 millones de pesos y el plan detallado de lo que toca a cada una de sus ramas estará listo en unos días.

''Necesitamos el aumento, porque lo que no cubre el presupuesto es la transformación del instituto en secretaría'', dentro de la cual se prevé crear dos estructuras: una jurídica ''porque podremos legislar en materia de cultura, patrimonio cultural, derecho de autor y normatividad de las delegaciones para el uso de los recursos de cultura''; y otra para el Teatro de la Ciudad que, bajo la administración del músico Michel Meissner, reabrirá sus puertas en abril con un programa de zarzuela.

Resaltó que conseguir los fondos necesarios para el funcionamiento de la Secretaría de Cultura no sólo es competencia del Gobierno del Distrito Federal: ''Hasta ahora el presupuesto de cultura de la ciudad era casi exclusivamente dinero del gobierno. No puede seguir siendo así. Tiene que haber otras fuentes de ingreso, porque en ninguna parte del mundo una institución de cultura recibe únicamente recursos del gobierno. Esta -añade el funcionario- es una de las grandes debilidades del ICCM que hay que dejar junto con la institución a la que perteneció. Tenemos que crear una estructura diferente.''

Para hacerse de recursos el instituto -y en su momento la Secretaría de Cultura- tratará de conseguir patrocinadores, donativos, autofinanciamientos, intercambios de servicios con instituciones de información, cooperación popular, sin descartar la posibilidad de recurrir a fundaciones nacionales y extranjeras o a la UNESCO. ''La actividad cultural no debe depender exclusivamente del Estado. Debe tener un dejo de autonomía, y ésta se expresa también en el presupuesto'', pues ''la sociedad debe comprender que la cultura cuesta.''

La hipótesis central del historiador consiste en que la cultura es autofinanciable, sobre todo porque hay personas dispuestas a participar aun con pocos recursos: voluntarios, artistas aficionados, estudiantes y empresas privadas interesadas en colaborar. ''Esta ciudad, aunque está fracasando en algunas cosas, como la seguridad y la vialidad, culturalmente es un éxito''.

Redistribuir la oferta cultural

Para continuar con ese éxito, Semo convoca a ''multiplicar fuerzas'', acción que conduciría, por ejemplo, a redistribuir la oferta cultural y llevarla al norte de la ciudad, ya que los principales espacios con actividad cultural se encuentran en el centro y sur del Distrito Federal.

Una de las tareas más importantes de la secretaría será normar el uso del presupuesto que tienen las delegaciones para el rubro cultural, y es que hasta ahora algunas emplearon ese dinero para aumentar su aparato administrativo. La dependencia determinará ''a qué rubros y a qué cosas se va a destinar el dinero''.

La coordinación con cada una de las 16 demarcaciones no será sólo en materia presupuestaria, sino también en el ámbito de los actos artísticos, pues la dependencia cuenta con una oferta amplia de artistas que pondrá a disposición las delegaciones políticas interesadas.

Otros retos son aumentar el número de los círculos culturales ''porque 800 no son suficientes''; abrir el Teatro de la Ciudad ''para llenar huecos culturales en el Centro Histórico'' y construir ''el memorial de 1968''.