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CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
SE INICIO una campaña, como las que acostumbran
los señores de los sindicatos patronales, en contra no nada más
de los impuestos aprobados por el Poder Legislativo, sino también
contra la institución, fundamentalmente los miembros de la Cámara
de Diputados.
PARA ELLO, para orquestar la campaña, entre
otras muchas cosas se repite en todos lados que los diputados esperaron
hasta el último minuto para realizar las reformas que dieran más
dinero al gobierno y que tuvieron nueve meses para pensar en los cambios.
LO QUE se oculta, porque lo requiere la campaña,
es la responsabilidad del Ejecutivo en este lío, que no dejó
satisfecho a nadie, pero que merece la atención de la gente para
evitar que los señores se vean beneficiados con los recursos públicos
para el rescate de las carreteras, los bancos y otras linduras como éstas.
LO QUE menos deberían hacer ahora es lanzar
declaraciones beligerantes desfavorables a los legisladores, simplemente
porque esta vez no se inventó algo en lo que ellos, los patrones,
resultaran beneficiados.
ES NECESARIO recordar que en nueve meses el Ejecutivo
no movió, en ningún momento, la propuesta de aplicar 15 por
ciento de IVA a medicinas y alimentos. Es decir, en ese lapso la Secretaría
de Hacienda, que fue testigo del rechazo casi total de su propuesta, decidió
mantener hasta el último momento su oferta de reforma que siempre
supo que no iba a pasar.
DE ESA manera, las presiones gubernamentales, las
tentaciones de acuerdos debajo de la mesa y la falsa espera de una opción
diferente creada desde el gobierno inmovilizaron a una Cámara que
aún no entendía, a ciencia cierta, cuál era su papel
frente al Ejecutivo federal.
PERO ADEMAS, sin una fracción mayoritaria
que pudiera operar las ordenes presidenciales, las diferencias en el perfil
de país que cada entidad política pretende complican los
acuerdos que suponen escenarios de un solo color o de un solo pensamiento.
Y ES por eso que los patrones, reunidos en los
organismos de probada actitud reaccionaria, atacan desde sus cúpulas,
sin el menor dejo de vergüenza, las medidas que, por otra parte, fueron
propuestas por el gobierno.
ESTOS SEÑORES tratan ahora de convencer
a la gente de que ellos son los salvadores de la patria, sin tomar en cuenta
que es a partir de los beneficios que les otorgó el legislador que
los mexicanos de varias generaciones tendrán que pagar por su ineficiencia
y la corrupción.
ALGUIEN, QUE no sea la Presidencia, deberá
poner en orden a estos "salvadores de la patria" antes de que a partir
de la publicidad traten de cambiar, y tal vez para siempre, la idea del
México que aún tenemos.
HABRA QUE estar atentos a los efectos que cause
entre la gente la campaña, porque de ésta nadie estará
a salvo y pretenden convencernos por contagio, sin dar oportunidad a la
reflexión seria y colectiva.
¡CUIDADO! VIENEN en serio, vienen por el
país, porque la gerencia que impusieron al frente de México
ya no les es suficiente. ¡Cuidado! Este es el silbido de la serpiente.
Por favor ¡mucho cuidado!