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Ť Por efecto del nuevo impuesto, tortillas, refrescos
y cigarrillos fueron encarecidos
Cascada de aumentos de precios
Ť Presiona la Casa Blanca para que México revierta
el impuesto a bebidas elaboradas con alta fructosa Ť Grandes corporativos
cancelan inversiones por 100 mdd e interpondrán amparos
HUMBERTO ORTIZ, VICTOR CARDOSO, ISRAEL RODRIGUEZ Y
AGENCIAS
Contra lo que afirman legisladores y autoridades, tras
el aumento a impuestos especiales comenzó una escalada de precios
de productos de consumo generalizado.
En diversas zonas del país, particularmente en
el Distrito Federal y zona conurbada, han sido detectados incrementos injustificados
en productos como tortilla (un peso), refrescos (entre un peso y 1.50)
y cigarros (en la misma cantidad).
Investigaciones de la Asociación Mexicana para
la Defensa del Consumidor (Amedec) y reportes de industriales y del comercio
al menudeo, realizados a partir de la entrada en vigor de las reformas
a la Ley del Impuesto Especial a Producción y Servicios (IEPS),
revelan que funcionarios de la Secretaría de Economía (SE)
y representantes empresariales sostienen conversaciones para aterrizar
alzas en precios antes de que termine este mes.
Además, para completar el cuadro, la dependencia
avaló un alza de 26 por ciento en el precio del gas natural y servicios
de conexión, del que sólo se supo por una escueta autorización
publicada en el Diario Oficial de la Federación. La SE no
emitió comunicado ni notificó a los medios de información
para que se divulgara el ajuste.
Además, por factores psicológicos muchos
tenderos ya repercutieron los aumentos de impuestos en sus ventas. ''Y
esto apenas empieza'', previno Arturo Lomelí, presidente de la Amedec.
La semana pasada el Grupo Financiero Banamex divulgó
un análisis sobre el impacto que tendría en las finanzas
del Grupo Carso (propietaria junto con Phillip Morris de Cigatam) el incremento
en la tasa del IEPS para cigarros, de 105 y 60 por ciento en las presentaciones
con y sin filtro, respectivamente, hasta emparejarla a 110 por ciento en
2005 para ambas.
Advirtió entonces que el efecto sería mínimo
en los cigarros con filtro, de un peso, pero "importante" en la segunda,
de 50 centavos, si bien los elaborados sin filtro significan un segmento
relativamente pequeño en México y representan sólo
20 por ciento en volumen y menos de 10 por ciento en valor.
Para Arturo Lomelí estos incrementos constituyen
abusos de los comerciantes, porque todavía no se sabe si procede
o no tal medida desde el punto de vista de los fabricantes. Sin embargo,
trascendió que por lo menos las cigarreras ya anunciaron a sus clientes
que subirán el precio de sus productos en un peso para marcas líderes
y en 50 centavos en las de menor calidad.
Hasta 6 pesos el kilo de tortilla
En el caso de las tortillas, los industriales del ramo
presentaron un diagnóstico de su sector a la Secretaría de
Economía para fundamentar la decisión de elevar en 50 centavos
el kilo, antes de que finalice enero.
No obstante, según los estudios de la Amedec, el
aumento es prácticamente un hecho porque en diferentes zonas del
país, especialmente en la capital de la República, el estado
de México y área conurbada, los expendedores encarecieron
el producto hasta un peso, para ubicarlo en un tope de 6 pesos.
El más reciente incremento al precio de la tortilla
se impuso a principios de noviembre del año pasado, cuando la Coalición
Nacional de Propietarios de Molinos y Tortillerías lo subió
con el argumento del alza en el costo del maíz por parte de las
25 comercializadoras que controlan el mercado "a su antojo".
Aunque las refresqueras no han informado sobre un eventual
aumento a sus productos para la venta al público, como posible repercusión
de la elevación del precio del azúcar e impuestos especiales,
la Amedec detectó que en diversas tiendas al menudeo la bebida embotellada
se ofrece de 50 centavos a un peso arriba de su costo anterior.
A su vez, pese a que las cigarreras se preparan a incrementar
entre 50 centavos y un peso el precio de sus productos, después
de haberlos elevado en un peso en septiembre del año pasado, los
comerciantes ya lo aplicaron en las marcas líderes de la compañía
Cigatam. De esa forma, la marca Marlboro, que representa 80 por ciento
de los ingresos de la empresa, subió de 13 a 14 pesos cajetilla,
mientras los Broadway y L&M se mantienen sin cambio. Los Delicados,
Faros y Tigres costarán 6 pesos. Esto implica, según el estudio
de Banamex, que el impacto impositivo sería absorbido por fabricantes
y consumidores.
La Moderna, competencia de Cigatam, no ha modificado sus
cotizaciones, pero se espera que en breve lo haga. La cajetilla de Camel
cuesta 13 pesos; la de Boots, 10; Raleigh, 12, y 16 pesos los Benson &
Hedges. El fabricante anunció a los comerciantes que sus marcas
Alitas, Alas Extra y Alas Azules, así como Bohemios, tendrán
un incremento de entre 10 y 12 por ciento.
Descontento en la Casa Blanca
En Washington se acentuaron las presiones del gobierno
estadunidense para que México revierta el impuesto de 20 por ciento
a los refrescos elaborados con jarabe de maíz de alta fructosa.
Desde el 4 de enero, Robert Zoellick, titular de la Representación
Comercial de esa nación (USTR, por sus siglas en inglés),
se comunicó con Luis Ernesto Derbez, secretario de Economía,
para expresar su desacuerdo con esa medida, y ayer lo hizo con el canciller
mexicano.
Zoellick manifestó que la acción del Congreso
mexicano ''rechaza la buena fe de Estados Unidos del mes pasado, al posponer
la petición de autoridad de represalia contra México por
rehusarse a cumplir un fallo de la OMC sobre derechos compensatorios en
la fructosa. Debe terminar este trato discriminatorio a los refrescos elaborados
con fructosa'', reclamó.
De estas conversaciones, ninguna de las dos dependencias
ha informado a la opinión pública, así como tampoco
se ha comentado cómo responderá el gobierno mexicano a las
presiones de la Casa Blanca.
Richard Mills, portavoz de la USTR, afirmó que
el gravamen amenaza los esfuerzos para solucionar el conflicto bilateral
de los edulcorantes e incluso puede ''ampliarlo''. Advirtió: ''Estamos
revisando la ley. Nuestra reacción inicial es muy negativa. Esta
decisión hace más difícil cualquier acuerdo en la
disputa azucarera''.
El IEPS aprobado por el Congreso mexicano impedirá
ventas estadunidenses de alta fructosa en el mercado vecino, lo que significa
un ''trato discriminatorio'' para los productores de esa nación,
consideró.
Pérdidas trasnacionales
El presidente de la Industria de Derivados Alimenticios
y Química de Maíz (Idaquim), Guillermo Roldán Velasco,
reveló que la industria decidió cancelar inversiones por
100 millones de dólares y se manifestó contra el gravamen
especial para los refrescos elaborados con alta fructosa, porque consideró
que es ilegal e inconstitucional. Anunció que las empresas del ramo
interpondrán juicios de amparo contra esta medida aprobada por el
Congreso.
Representante de cinco grandes corporativos, con subsidiarias
en su mayoría de empresas extranjeras, Roldán informó
que hasta ahora el sector ha registrado pérdidas por 250 millones
de dólares en virtud de la cancelación de contratos de suministro
del edulcorante a refresqueras, lo que pone en riesgo a 18 mil familias
que dependen de esta industria y 40 mil empleos directos e indirectos.
El IEPS, aseveró, desalienta la inversión
en México, tanto nacional como extranjera, porque no existe seguridad
ni certidumbre en las reglas financieras, además de que rompe con
las negociaciones dentro del TLCAN en torno a la disputa azucarera y seguramente
''provocará fuertes represalias de los principales socios comerciales
de América del Norte, que no necesariamente se limitarán''
a los edulcorantes.