Ť Si no hay intención de negociar, tendrán otro plazo para salir de la zona de despeje

Ultimátum de Pastrana a las FARC para que busquen reactivación del diálogo en 48 horas

Ť La guerrilla sostiene que no se ha levantado de la mesa y está en espera del gobierno

REUTERS, AFP Y DPA

Santafe de Bogota, 10 de enero. El presidente colombiano, Andrés Pastrana, dio esta noche un ultimátum de 48 horas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para que busquen un acuerdo sobre la reactivación de las negociaciones de paz, pero mediante conversaciones con representantes internacionales.

Por la mañana el mandatario había sostenido una reunión ministerial y consultas con líderes de otros países en torno a la ruptura del diálogo de paz con la insurgencia, que a su vez negó que se haya levantado de la mesa de negociaciones y anunció su disposición a reunirse con diplomáticos de la ONU y del grupo de los 10 países amigos del diálogo.

Ya entrada la noche, Pastrana anunció su aceptación de que representantes internacionales se reúnan con las FARC en las próximas 48 horas para tratar de reactivar el proceso de paz. Pero, reiteró, no cederá a la exigencia rebelde de suspender los controles militares en la periferia de la zona desmilitarizada, al advertir que esos controles no son negociables.

Advirtió que en caso de que las negociaciones entre los delegados internacionales y las FARC no lleguen a un acuerdo en el plazo señalado y hacia las 21:30 del sábado próximo, entonces se entenderá que la guerrilla no tiene intención de proseguir los diálogos de paz, y de ahí en adelante correrán otras 48 horas para que los insurgentes salgan de la zona de despeje.

Si bien Pastrana recibió el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) en su decisión de suspender el proceso de paz con las FARC y recuperar la zona de despeje de 42 mil kilómetros cuadrados, la ONU señaló que la mayor insurgencia colombiana mantiene la voluntad de proseguir las negociaciones con el gobierno.

Los diez países amigos o facilitadores del diálogo de paz hicieron urgentes llamados a las partes a retomar el diálogo, a fin de buscar una salida política al conflicto armado más antiguo de América Latina. No obstante, los países limítrofes como Perú, Ecuador, Brasil, Venezuela y Panamá expresaron su preocupación ante el rompimiento de los diálogos por las consecuencias que podrían derivarse en sus fronteras.

Estados Unidos, el país más interesado y que más ayuda militar ha proporcionado a Colombia, dijo lamentar que las FARC "no hayan aceptado la oportunidad que les brindó el presidente Andrés Pastrana" para lograr un acuerdo de paz, de acuerdo con el secretario de Estado, Colin Powell.

Afirmó que apoyará cualquier decisión que Pastrana adopte en relación a la zona de despeje, que ha ocupado la guerrilla en los años recientes, creada luego de un acuerdo gobierno-FARC como espacio para las negociaciones de paz. "Apoyaremos la decisión que Pastrana ha hecho o hará mañana o en los próximos días" en relación con la guerrilla, señaló.

Powell dijo no esperar que la decisión del presidente implique un aumento de la violencia, y que se espera encuentre una manera de avanzar en lo que decida, pero "en una atmósfera que no aliente más violencia".

La ONU y los países amigos desarrollaban hoy intensas gestiones para persuadir al gobierno y a las FARC de retornar a la mesa de diálogo, mientras reportes de prensa señalaban que tropas colombianas se estaban movilizando hacia los límites de la zona de despeje que aún ocupa la guerrilla.

Otros reportes aseguraban que la guerrilla se estaba replegando y saliendo en camiones de la zona de distensión. Aunque en los poblados de la zona en cuestión también se hablaba de preocupación entre los pobladores y que muchos guerrilleros se habrían vestido de civil, en un clima de incertidumbre sobre lo que va a pasar.

Pero lo cierto es que tras la evaluación que hizo Pastrana con su consejo de ministros, se concluyó que antes de que las tropas ingresen al área de 42 mil kilómetros cuadrados en poder de la insurgencia, se deben cumplir al menos tres requisitos de tipo legal.

Tales trámites se refieren a la expedición de tres resoluciones: la primera se refiere a la suspensión de la vigencia legal de la zona desmilitarizada que vence el 20 de enero, la segunda sería para cancelar el estatus político de las FARC, y la tercera para hacer efectivas las órdenes de captura emitidas por la fiscalía en contra de los líderes de la guerrilla.

En ese contexto se insistió en que las fuerzas armadas se encontraban acuarteladas y en máxima alerta, en preparación del plan para retomar el control de la zona desmilitarizada, en el momento en que el gobierno de Pastrana así lo determine.

Las FARC emitieron un comunicado en el que negaron que esa fuerza haya sido la que se levantó de la mesa de negociaciones, y que tampoco solicitaron 48 horas para salir de la zona de despeje como afirma el gobierno. Más, bien, se indicó, el comando central está a la espera de la decisión presidencial hasta el 20 de enero, cuando vence la vigencia de la zona.

La mayor insurgencia apuntó que el presidente dijo que mantendrá abiertas las puertas al diálogo y la negociación, y que si es así es el gobierno el que debe volver a la mesa al afirmar que ellos no se han retirado y que más bien han venido presentando una serie de propuestas para destrabar el proceso.

La guerrilla, que ha recibido propuestas de reunión de la Conferencia Episcopal colombiana, de la ONU y de los diez países amigos, insistió no obstante en su reclamo de retiro de retenes del ejército en la zona periférica de distensión, así como de los sobrevuelos, del fin de las restricciones a las visitas del exterior y una declaración del gobierno acerca de si considera a esa insurgencia o no una organización terrorista para evitar pretextos intervencionistas de Estados Unidos.