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Ť Diagnóstico elaborado por la dependencia
señala deficiencias de PJ, MP y jueces
El sistema de seguridad y justicia, al servicio de
la delincuencia: SSP
Ť Con base en el documento, Fox anunciará cambios
profundos en la materia Ť Código Penal único, policía
nacional y fiscalía general, entre las propuestas para abatir la
corrupción y los vicios
JUAN ANTONIO ZUÑIGA
A partir de un diagnóstico que señala, entre
otros temas, que "en las cárceles se encuentra una minoría
de presuntos delincuentes que no supieron establecer vínculos de
complicidad o los pagos necesarios para mantenerse en libertad, mientras
los grandes delincuentes gozan de una impunidad que ofende a toda la comunidad",
el presidente Vicente Fox dará a conocer un programa de restructuración
que implica profundos cambios en la legislación y en el sistema
de seguridad y justicia en México.
Elaborado
por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), el análisis,
que ha servido de base para la elaboración del programa nacional
en la materia, apunta: "La Policía Judicial tradicionalmente protege
y encubre al delito organizado... El Ministerio Público (MP) ejerce
monopolio de la acción penal, actúa como juez instructor
sin control, decide a su arbitrio diligencias y genera ámbitos de
corrupción con las consecuencias de repudio social que son evidentes".
Por el lado de las sentencias, puntualiza: "Los jueces
operan un sistema formal reiterativo, lento y proclive a la corrupción,
y no están sujetos a ninguna rendición de cuentas".
Y concluye: "El sistema de seguridad y justicia en este
país se estructuró, y ha venido operando hasta el día
de hoy, para servir al poder formal del gobierno y la política,
y al real de la delincuencia organizada. Para la sociedad, las víctimas
y los ofendidos no hay un sistema que los defienda".
Código penal único, policía nacional
y fiscalía general
Entre otros temas, el documento, del cual tiene copia
La Jornada, plantea como propuestas para alcanzar una sociedad segura:
"el establecimiento de un solo código penal y uno solo de procedimientos
penales para todo el país", así como agrupar en un solo órgano
ejecutivo, "a nivel federal y estatal", las funciones de "la policía
nacional"; una fiscalía general "que asuma las funciones del MP";
un nuevo órgano de readaptación social, y "una auténtica
funcionalidad para el Sistema Nacional de Seguridad Pública".
En diez rubros, el documento oficial sintetiza el diagnóstico
sobre el sistema de seguridad e impartición de justicia que opera
en el país; en otros 13 numerales ubica las propuestas para abatir
la delincuencia, la corrupción y la impunidad, y cuenta con un anexo
estadístico que fundamenta el análisis.
Cuando se perpetra un delito, "la víctima y el
ofendido no tienen derecho a defenderse ni a ser parte del procedimiento
penal. La coadyuvancia no le da ninguna fuerza ni garantía en su
defensa".
Agrega: "El MP ejerce el monopolio de la acción
penal. Actúa como juez instructor sin control de legalidad, en un
procedimiento en el que decide a su arbitrio diligencias, pruebas, tiempos
y finalmente, si se consigna o no; con las consecuencias de repudio social
que son evidentes".
La falta de transparencia y de control de legalidad en
las funciones del MP "propician alto grado de corrupción, ya que
su función se presta para venderse al mejor postor entre víctimas
y delincuentes", señala.
Explica: "El proceso que se desahoga ante el MP se vuelve
a repetir íntegramente ante un juez de manera formalista e injusta
para todos los involucrados, lo cual genera ámbitos de corrupción
que son también evidentes y repudiados".
Hoy, especifica, la Policía Preventiva "carece
de capacidad legal para la investigación en la prevención
del delito. Su estructura, prestaciones y organización propician
la corrupción y la divorcian de sus funciones de apoyo a la comunidad
y de su proyecto de productividad funcional".
El personal de seguridad y procuración de justicia
que actúa en el país asciende a casi 326 mil elementos, de
los cuales 87 por ciento ?más de 286 mil? son policías preventivos.
Sobre la Policía Judicial, en la cual hay casi
3 mil 500 elementos en el ámbito federal y unos 26 mil 200 en el
estatal, el diagnóstico precisa: "la Policía Judicial tradicionalmente
protege y encubre al delito organizado; controla las órdenes de
aprehensión y de investigación, y los resultados de estas
conductas están a la vista".
El diagnóstico alcanza a los impartidores de justicia.
"Los jueces ?apunta? operan un sistema formal reiterativo, lento y proclive
a la corrupción, y no están sujetos a ninguna rendición
de cuentas". Y califica de "entelequia que no se aplica prácticamente
nunca" a la reparación del daño contemplada en las normas
penales vigentes.
Propuestas
El documento propone cambios, que darían un giro
completo a la impartición de justicia tanto en el ámbito
federal, como en el del fuero común. Ya contemplados en una iniciativa
en la materia, considera necesario crear un capítulo en el Código
de Procedimientos Penales, "de los derechos de la víctima, del ofendido
y de la reparación del daño".
Considera también otorgar a la víctima u
ofendido por el delito, "la calidad de parte procesal, con todos sus derechos
y obligaciones"; privilegiar la reparación del daño "como
bien jurídico protegido en todos los delitos", y elevar la reparación
del daño a "elemento fundamental de la readaptación social
y para obtener el beneficio de la libertad preparatoria".
A este respecto, abunda: "La prevención y readaptación
social se deben sustentar en la reparación del daño en especie,
o con trabajo a favor del ofendido o víctima del delito".
En el mismo sentido, propone la creación de un
fideicomiso específico para la reparación del daño
causado en la comisión de un delito. Y establece el control jurisdiccional
del MP al señalar que éste sólo podrá actuar
ante el juez competente. Esto, estima, compactará el procedimiento
penal al desaparecer la averiguación previa, "dado que la investigación
se tramitará ante el juez".
Propone también "dar a la policía la capacidad
para que presente directamente ante el juez las denuncias penales que,
con motivo de su actuación, resulten, con lo cual la policía
podría participar procesalmente como parte acusadora y no como simple
coadyuvante al que no toman en cuenta".
Se plantea "dar protección y defensa al denunciante
y testigos frente a careos intimidatorios", para lo cual "se propone la
creación de un tipo penal de 'intimidación al denunciante,
testigo, víctima u ofendido por delito', para evitar que se retracten
de sus declaraciones o reconocimientos por virtud de intimidación
y por temor a represalias".
El establecimiento de un solo Código Penal y otro
de Procedimientos Penales para todo el país se sustenta en que "los
delitos son esencialmente semejantes y las excepciones deben tratarse como
tales". Un procedimiento unificado ?afirma la SSP en el documento? "será
beneficioso para la comunidad, para las víctimas y fundamentalmente
para la seguridad pública y los criterios jurisprudenciales al respecto".
Subraya que en los delitos contra la nación, el
erario secuestro, narcotráfico y crimen organizado, "no opere la
prescripción".
Y, finalmente, propone la creación de un consejo
de seguridad, en los ámbitos local y federal, en el cual participen
los tres poderes, "para enfrentar unidos las decisiones que a cada soberanía
le correspondan, para dar seguimiento al proceso de seguridad y justicia
en su ámbito de competencia, informando de manera permanente a la
ciudadanía".