Sin acuerdo para integrar servicio electoral concluye el segundo día de trabajos del Consejo perredista

Ť Por jaloneos políticos entre las corrientes decretan receso de la reunión; reiniciará hoy

RENATO DAVALOS

Hundido en el desconcierto de una noche de forcejeos políticos entre las dos principales corrientes, el Consejo Nacional perredista concluyó su segundo día de trabajos con un receso debido al desacuerdo interno.

Pablo Gómez declinaría su candidatura a encabezar el servicio electoral, órgano responsable del proceso sucesorio perredista. Tomó la decisión después de que no le aceptaron las propuestas que hizo para los otros dos integrantes del servicio electoral.

Entonces empezaron a acentuarse los jaloneos políticos entre las corrientes. En el centro, el control del proceso interno que culminará el 17 de marzo. La fórmula que propusieron chuchos y amalios, que descansaba en Arnoldo Vizcaíno e Irene Aragón, quedó a cinco sufragios de alcanzar las dos terceras partes de los 149 consejeros que concurrieron al Consejo Nacional. Los rosaristas plantearon su fórmula, sólo para evitar que la contraparte no alcanzara el porcentaje requerido.

Al final, entre el murmullo exaltado por algunos gritos, Javier Hidalgo, presidente del Consejo, se puso de pie y decretó el receso.

?¡Busquemos el acuerdo! ?exclamó.

Pero chuchos y amalios gritaron para que se repitiera la votación, hasta alcanzar las dos terceras partes requeridas.

Carlos Imaz expresó: que continúe mañana y se declare el receso.

Entre la desazón de unos, la sorpresa de otros y la exigencia de algunos más, el Consejo perredista concluyó en el receso sin poder alcanzar un acuerdo para elegir a los tres miembros del servicio electoral, una suerte de "IFE interno" responsable de la elección.

Todo se había perfilado para que Pablo Gómez encabezara la fórmula. Había propuesto a Mauricio del Valle, representante perredista ante el IFE capitalino, y a Susana Quintana, actual directora general de la administración citadina, quien antiguamente trabajó con él cuando presidió el partido.

Sin embargo, chuchos y amalios no aceptaron el condicionamiento. Empezó el tironeo y Gómez volvió a la tribuna para retirar su candidatura. No se trata de una pugna de la pluralidad contra la institucionalidad, estableció Gómez como respuesta al planteamiento que había hecho Jesús Zambrano, al señalar que el servicio electoral es un cargo eminentemente político.

Chuchos y amalios, con mayoría no calificada, empujaron la fórmula de Vizcaíno y Aragón, después de un receso de una hora en el que no hubo acuerdo en torno a una fórmula común. Una votación farragosa que consumió casi otra hora. Los rosaristas habían impulsado la fórmula de Fredy Aguilar, Mauricio del Valle y Susana Quintana, con el único fin de que la contraparte no alcanzara la mayoría calificada.

Vizcaíno, ex dirigente en Colima, y Aragón, integrante del servicio electoral, obtuvieron 94 sufragios, cinco menos de las dos terceras partes que se requerían para alcanzar el triunfo.

Con el receso decretado y los cabildeos infructuosos, se convocó para hoy con la convicción de que se requerirá un acuerdo previo para alcanzar la integración de este órgano interno perredista.

Dimes y diretes

La historia de los forcejos políticos entre chuchos y amalias contra rosaristas continuó en otros escenarios que tuvieron como primordial caja de resonancia el Consejo perredista. "Que no le tengan miedo a las urnas", pidió Rosario Robles a sus contrapartes. Refrendaba su convicción de no asistir a la convención del próximo sábado, e insistía en que la única encuesta es el sufragio del 17 marzo.

Respeto plenamente la decisión de todo mundo, dijo Robles, y aspiro a la votación de todos. Vamos a una campaña de unidad. Negó nuevamente que haya algún pronunciamiento de Cuauhtémoc Cárdenas en su favor. "La gente es la que va a decidir con su voto y cada quien puede aportar sólo un sufragio. Yo no estuve involucrada en la elección de 1999, pues entonces era secretaria de Gobierno del Distrito Federal", expresó.

Jesús Ortega respondió a Rosario y dijo que no aportaría mucho a la unidad si no asiste a la convención. En aras de la unidad, bien vale sacrificar cualquier pretensión individual, manifestó.

Y anticipó que se reunirá con Rosario este lunes, fecha en que le entregará la solicitud para que vaya a la convención del próximo sábado.

No hay ningún temor de ir a las urnas, respondió Ortega a Robles. La gente quiere unidad en el partido. Tampoco es cierto que la convención esté fuera de los estatutos, pues se trata de un procedimiento para alcanzar una candidatura única.

No es un problema de temor, refrendó. Sería ridiculizar o minimizar la importancia de la unidad en el partido.

Raymundo Cárdenas, por su parte, presentó su plataforma política en una rueda de prensa paralela al Consejo. También expresó que sentiría mucho que Robles no estuviera el próximo sábado, pues se perdería la oportunidad de alcanzar un acuerdo. De su propuesta dijo que el PRD tiene que superar las visiones sólo de crítica y resistencia, y poner más énfasis en la lucha electoral y en la reafirmación de la convivencia.

La corriente encabezada por José Antonio Rueda y Camilo Valenzuela prácticamente confirmó su asistencia a la convención. Para ir con Rosario Robles condicionaron el retiro de Higinio Martínez de la fórmula.

Del presupuesto

En los trabajos que hoy concluirán, según se prevé, con la expedición de la convocatoria y la integración del servicio electoral, así como de la comisión de garantías y vigilancia, se conocerá el presupuesto perredista para el año que empieza. Los recursos suman poco más de 303 millones de pesos. Del IFE provendrán más de 288 millones y el resto de actividades, cuotas y rendimientos financieros.

Sin embargo, el PRD tiene que hacer frente al pago de la multa que le puso el IFE por 9 millones de pesos y pasivos con los bancos de elecciones pasadas, incluida la de julio de 2000 por 79 millones de pesos.

Así, el gasto real será de 215 millones de pesos. Para las campañas en seis estados en este año se destinarán 36.5 millones. Entre otros rubros, los recursos serán absorbidos también por la elección interna, que costará 20 millones.

Las transferencias a estados y municipios ascenderán a 85 millones de pesos y el séptimo congreso, a celebrarse en mayo en Morelia, costará nueve millones.

En suma, el gasto total ascenderá con los restantes rubros a 240 millones de pesos. Así, el PRD tendrá al fin de año un déficit de 25.4 millones de pesos.

Se aprendió lección de 1999

Cuauhtémoc Cárdenas, ex candidato del PRD a la Presidencia de la República, aseguró que su partido aprendió la lección de 1999 y que no se vislumbra más que un proceso tranquilo. "No veo rupturas, pues no hay razón para ellas."

Entrevistado en el segundo día de trabajos del consejo perredista, Cárdenas Solórzano escuchó la pregunta:

?¿Apoyaría una candidatura de unidad?

?Vamos a ver qué resulta. En los medios he visto distintas consideraciones, y parece que habrá varios candidatos. Se trata de un proceso electoral y así lo hemos tenido generalmente en el PRD.

Es normal que haya candidatos para una elección, dijo Cárdenas. "Veo muy tranquilo el proceso, así como que haya distintas expresiones de apoyo a los diferentes aspirantes que vayan a registrarse."

Interrogado al respecto, desestimó la posibilidad de que se repita la elección de 1999. "Espero ?dijo? que la actual sea una contienda que conduzca al fortalecimiento del partido."

Creo, resumió, que nos va a ir muy bien y que ello se reflejará en el futuro, en el impulso del proyecto político del PRD. Consecuentemente, en el futuro podrían impulsarse las iniciativas legislativas de nuestro partido, concluyó.