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SENSATEZ Y SOLIDARIDAD EN CONCANACO
La
Concanaco, organismo que agrupa a los comerciantes del país, es
decir, quienes dependen del mercado interno y del poder de compra de los
mexicanos, realizó importantes declaraciones a través de
su presidente, exhortando no sólo a velar por los intereses generales
del país por sobre los privados, sino a compartir solidariamente
con la sociedad los eventuales resultados irritantes de algunas medidas
económicas.
La Concanaco contropone así su postura a la externada
anteriomente por la Coparmex, quien anunció que dará asistencia
jurídica a sus afiliados para que se amparen contra la miscelánea
fiscal, iniciará una campaña por la reforma del Poder Legislativo
-que buscaría la reducción del número de diputados
y su relección para dar mayor voz a las corporaciones empresariales
frente a diputados y senadores- y amenazó con una fuga de capitales
si el Congreso no da marcha atrás en los nuevos ordenamientos financieros.
La Concanaco, que en ocasiones anteriores mostró
una posición conservadora, se opone esta vez a la campaña
de ataques lanzada contra los legisladores en la que, según ellos,
se especializa Tv Azteca. De este modo, los comerciantes organizados del
país no sólo defienden los ingresos de los consumidores,
sino el sistema representativo frente al peso prepotente de los poderes
de hecho, defendiendo por consiguiente uno de los pilares de nuestra democracia.
Es interesante, en este caso, ver cómo se reproponen,
en pequeño, algunos ingredientes de la crisis argentina: la oposición
entre los sectores importadores-exportadores y aquellos que trabajan para
el mercado interno; las amenazas de fuga de capitales si alguien toca las
ganancias excesivas; el intento de un sector empresarial por imponer su
política a organismos estatales y desconocer al Legislativo, y la
total despreocupación por las graves consecuencias sociales de las
políticas que ese sector propone.
La postura de la Concanaco de atender al interés
general es, por lo tanto, una invitación a pensar en la estabilidad
y en el futuro.
EU: ESCANDALO DE LOS CRUZADOS
El presidente estadunidense George W. Bush, el vicepresidente
Dick Cheney; los secretarios del Tesoro, y Comercio, Paul O'Neill y Donald
Evans, el fiscal general John Ashcroft, y el mismo Partido Republicano,
están bajo los reflectores de la justicia por la quiebra fraudulenta
de la empresa energética Enron, cuyos ejecutivos financiaron con
623 mil dólares la campaña del presidente de Estados Unidos
?también lo hicieron con el fiscal? y dieron las bases del plan
energético de esta administración.
Los empresarios defraudaron a accionistas y público
en general, dando datos falsos con la complicidad de las autoridades para
fijar las cotizaciones; se llevaron más de mil millones de dólares,
liquidando sus propias acciones de la compañía antes de llevarla
a la quiebra, y quemaron documentos sobre antigüedad, pensiones e
indemnizaciones de sus trabajadores, dejando en la calle a 20 mil empleados
y 4 mil 500 jubilados, cuyos ahorros estaban depositados en acciones que
el fondo de pensiones impide vender.
No solamente aparece clara la colusión entre los
tiburones de la gran empresa y el gobierno de empresarios energéticos
(petroleros) de Washington, sino que se pone nuevamente a la luz el doble
discurso de los cruzados que pugnan por la defensa de los valores occidentales.
En el caso de Ashcroft, se trata de un funcionario que
ha reducido notablemente los derechos democráticos de extranjeros
y sospechosos de terrorismo en defensa de dichos valores, supuestamente;
en tanto que Bush y la derecha conservadora cristiana hablan de la familia
y de la moral, mientras dejan en la calle a decenas de familias estadunidenses
y, en nombre de esa moral, desencadenan una guerra sin fronteras, límites
ni objetivos claros. O sea, contra quienes decidan escoger como blanco
a esos representantes de la oligarquía y de las empresas petroleras.
Por eso, y en nombre de la credibilidad misma del sistema
político de Estados Unidos, la justicia debe investigar a fondo
la corrupción política y la utilización que los ricos
han hecho de la recesión para hacerse aún más ricos
a expensas del "pueblo menudo".
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