PAGINA 9

Lourdes Galaz

En pesos y centavos, el tiempo fiscal en medios

El Ejecutivo disfraza gastos en comunicación

Ahorro de 5 mil millones, dice Gobernación

Las cuentas claras

Con la designación de Rodolfo Elizondo como vocero presidencial y el reacomodo de Francisco Ortiz, responsable de la mercadotecnia del titular del Ejecutivo, hace una semana entró en vigor el acuerdo -firmado por Vicente Fox- por el que se restructura el área de comunicación de la Presidencia de la República que, por lo demás, comparte oficialmente con la Secretaría de Gobernación la relación del gobierno con los medios y, por supuesto, la conducción de la política de comunicación social del sexenio. Interesa la reorganización de esa área de la administración pública, no sólo porque es donde se han hecho más evidentes las pifias y errores del encargado del Poder Ejecutivo; también porque las políticas en la materia están vinculadas con todo el quehacer gubernamental y con la permanencia de la libertad de expresión y el derecho a la información garantizados en la Constitución. Adicionalmente, son miles de millones de pesos con cargo al fisco (más de 2 mil millones aprobados por el Congreso y unos 15 mil millones no contabilizados en las cuentas del gobierno) los que utiliza el foxismo para conservar la imagen del Presidente y su gabinete, y realizar las tareas mínimas de información y promoción de los servicios públicos.

El recién aprobado Presupuesto de Egresos de la Federación para este año (PEF2002) establece en su artículo 29 que será Gobernación la encargada de autorizar el gasto de las partidas presupuestales, con base en las disposiciones que publique la dependencia en el Diario Oficial. Para ayer se esperaba este acuerdo de la SG, que hace diez años dispuso por primera ocasión el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, en un afán por controlar, desde Los Pinos, la relación financiera del gobierno con los medios. Y las normas que está por publicar el foxismo son lo mismo, sólo que ahora se publicita que por orden del Congreso, el Ejecutivo federal -léase Secretaría de Gobernación- deberá informar a la Cámara de Diputados "del valor monetario que tiene el uso del tiempo oficial", comparándolo con las partidas de gastos que se apliquen a la compra de espacios en radio y televisión.

Por supuesto, se trata de un intento de los diputados por cuantificar los costos fiscales del decreto presidencial, vigente desde 1969, que permite a los empresarios de los medios electrónicos pagar en especie los derechos de las concesiones de radio y tv. Y esto porque el Congreso estudia una iniciativa foxista con reformas a la Ley de Radio y Televisión, la cual sería votada este mismo año. También porque en 2003 habrá elecciones del Congreso, y en tiempos políticos quien tiene más presupuesto gana más votos.

Por otro lado, alerta el sentido de las disposiciones para los gastos en comunicación, porque la aplicación a pie juntillas de esa norma podría llevar a la desaparición de cientos de periódicos y revistas y a privilegiar a ciertos medios, sean diarios o emisoras de radio y televisión. También, por qué no decirlo, hay disposición en la oficina del Presidente y en Bucareli para concentrar en Gobernación las decisiones sobre qué, cómo y cuándo se emiten mensajes o campañas de difusión en todas las dependencias oficiales y en las paraestatales. Más aún, la SG podrá autorizar los gastos en servicios de información o difusión en este o aquel medio, siempre y cuando la dependencia presente estudios de mercado, encuestas de opinión, grupos de enfoque o cualquier otro análisis similar que muestre que el medio elegido para difundir los mensajes llegue, efectivamente, al público objetivo de la campaña (marketing de nivel). En otros términos: no hay privilegios a una publicación porque conviene -políticamente- al secretario de Estado. Tampoco se permite "hacer el favorcito" a tal empresario de los medios o al compadre periodista... si el medio elegido por la dependencia no convence a los burócratas de Gobernación, o éstos reciben línea de Los Pinos, se cancela cualquier acuerdo, convenio o contrato con tal o cual medio y el envío y facturación de materiales publicitarios.

Para garantizar el mejor ejercicio de los presupuestos y, claro, asegurar el cumplimiento de las políticas de comunicación del Ejecutivo, el personal contratado en mandos medios y altos de las áreas de comunicación fue enviado a la escuela. Como responsable operativo del área, el subsecretario José Luis Durán Reveles coordina un diplomado con la Universidad Iberoamericana, que imparte el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP). Serán cinco meses de capacitación. Y no es para menos. Resulta que para este segundo año del foxismo, Durán Reveles y Francisco Ortiz (ex vocero presidencial) acordaron con los asesores de Paco Gil, en Hacienda, dividir en distintas partidas el presupuesto de comunicación social que hasta el año pasado se concentró en la partida 3600. Se trata, explica el propio subsecretario de Comunicación, de "acabar con el falso debate sobre los enormes recursos que se gastan en la promoción de servicios, obras y proyectos del gobierno". O sea que el Ejecutivo ordenó disfrazar los gastos de comunicación en varias partidas presupuestales. Los gastos de operación de las oficinas se contabilizan en distintos rubros; los de información, difusión y publicidad se concentran en una nueva partida, la 3700, autorizada este año por Hacienda.

Así resulta que este año, avalados por la SHCP y con el voto del Congreso, los comunicadores del foxismo podrán promocionar la caída -ficticia, por supuesto- del presupuesto en comunicación del gobierno. De acuerdo con José Luis Durán, el año pasado las áreas de comunicación social concentraron un presupuesto de 3 mil 500 millones de pesos. Para 2002, "la propuesta del gobierno fue reducir a 2 mil millones de pesos el gasto en ese rubro". Y los diputados aceptaron gustosos la propuesta presidencial, sin tomar en cuenta que la nueva partida presupuestal concentra sólo los gastos de publicidad, sin contar los gastos de operación de las oficinas de prensa y mucho menos que, como afirma el mismo susbsecretario, "la administración foxista no gasta ni un peso en medios electrónicos, porque utiliza 12.5 por ciento del tiempo de transmisión, que por ley los concesionarios deben destinar a difundir los mensajes del Estado". Con la partida 3700 se cubrirán, entre otros, los gastos de producción de los spots de radio y televisión que se contratan con agencias de publicidad.

Y, sorpréndase, según las cuentas de Durán Reveles, el gobierno federal ahorra "unos 5 mil millones de pesos", utilizando 12.5 por ciento del tiempo fiscal. Claro, son cuentas de funcionario, hechas a modo. Según el acuerdo de 1969, el impuesto en especie a pagar se establecerá aplicando la tasa de 12.5 por ciento a la base total de ingresos por la concesión. Hasta el tercer trimestre de 2001, los ingresos de Tv Azteca fueron por 3 mil 900 millones de pesos y los de Televisa por 14 mil 640 millones. Y aunque fueran 5 mil millones de pesos de ahorro, habría que sumarlos al presupuesto global de comunicación.

EN 3 TIEMPOS

Buscan votos en Los Pinos y Bucareli

En los medios, guerra de guerrillas

La bendicion del tlatoani no basta

EN DISTINTOS TONOS, panistas encumbrados y de medio pelo coinciden en que el presidente Vicente Fox no influirá en la contienda por la presidencia nacional del PAN. Qué va, bien sabido es que los panistas libran una lucha sorda, soterrada, contra los Amigos de Fox. Y el oficialismo está con Luis Felipe Bravo Mena en sus encuentros con los miembros del Consejo Nacional, que son los que votan. Mientras, el panismo tradicional va por un tinte azul en el gobierno con Carlos Medina Plascencia, y dan pasos firmes, ahora sí, a la toma del poder. Para muestra: por acuerdo presidencial, reconocidos panistas con grupo y presencia en el Consejo Nacional, desde Los Pinos y Bucareli aseguraron la conducción de la comunicación social... y en estos tiempos los medios se suman y los votos se cuentan.

BEATRIZ PAREDES Y Roberto Madrazo enfrentan su guerra de guerrillas en la radio y la televisión. Aparecen todos los días, a todas horas... y a todas luces, con los protagonistas de los medios electrónicos a favor de la candidatura oficial que encarna la diputada. Por cierto, según dice, la priísta decidió buscar el liderazgo luego de que los legisladores perdieron espacios en la 18 asamblea nacional. Con los nuevos estatutos del PRI, diputados y senadores quedan impedidos de ocupar puestos en la burocracia partidista, salvo que pidan licencia al cargo y a la dieta. ƑO se vale que una diputada, como Beatriz Paredes, ocupe cinco o seis encargos políticos a la vez? ƑVale que el líder de una central sindical disfrute un escaño y tenga cargo en la directiva priísta? Cosas de la democracia, pues.

QUIENES YA MIRABAN segura la victoria de Rosario Robles y sus huestes están sorprendidos. Por lo visto, esta vez la bendición del tlatoani no es suficiente, como lo fue hace tres años. Y no lo decimos los de afuera, ya en el reciente Consejo Nacional quedó claro que la militancia, los cuadros, la estructura del partido, cuentan y traen lo suyo. La lideresa llegó a la reunión segura que con Cuauhtémoc Cárdenas y los apoyos de Andrés López Obrador -con todo y la dupla Bejarano-Imaz- aseguraba un comité electoral afín a sus propósitos... y que recibe un revés del perredismo. En fin, lista como es, RR entendió que no hay enemigo pequeño y cuidará mejor sus acciones y declaraciones. Y acá entre nosotros se sabe que la Robles va con el corporatismo defeño y el senador Jesús Ortega demostró que, con Amalia García, tiene mayoría en la estructura partidista.