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Ť "La responsabilidad aquí, sola, no es
mía", expresa a diputados mexicanos
Castro no cede: el bipartidismo "crea tribus"
Ť En la sociedad actual deciden publicidad, imagen y televisión,
critica el presidente
ROBERTO GARDUÑO Y CIRO PEREZ ENVIADOS
La Habana, 15 de enero. Fidel Castro mantuvo sus
reglas. Pausado, casi en susurros intimó con el centenar de diputados
mexicanos que visitaron Cuba, y les confesó: "La responsabilidad
aquí, sola, no es mía." El comandante convenció a
panistas, priístas, perredistas y petistas de las bondades políticas
que ofrece el sistema cubano al preguntarles qué es la democracia,
qué es la igualdad, qué es la libertad.
Otra vez el presidente cubano planteó que su opinión
le dicta que no es necesario cambiar el sistema unipartidista en la isla,
porque el "bipartidismo produce la fragmentación y la aparición
de las tribus políticas".
Afectuoso, el líder de la Revolución Cubana
llegó al salón cuatro del Palacio de las Convenciones con
15 minutos de retraso y se disculpó con sus invitados: "Contra mi
costumbre, llego tarde porque se me acercó un grupo de mexicanos,
y tratándose de mexicanos hay que saber esperar."
Castro rompió el hielo y Gustavo Carvajal Moreno,
presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara,
leyó el texto de una declaración firmada por todos los legisladores
panistas, priístas, perredistas y petistas que hicieron el viaje
a la isla: "Conforme al derecho internacional se debe buscar la forma de
poner fin al bloqueo y que Cuba, al igual que el resto de las naciones,
sea respetada en su soberanía y en su autodeterminación."
Agradece apoyo y solidaridad
El comandante agradeció con un movimiento de cabeza
"el apoyo y la solidaridad" del pueblo mexicano. Y desde las tres o cuarto
de la tarde hasta las nueve de la noche trabajó haciendo cuentas,
recordando las etapas de la revolución y pidiendo el apoyo de Ricardo
Alarcón y Carlos Lage, para que dieran las últimas cifras
de los logros nacionales y las tareas en seguridad social y salud.
Los diputados mexicanos preguntaron sobre la importancia
de la mujer en el sistema político y social de la isla: "En la producción
están muy bien las mujeres porque hacen muy bien el trabajo, son
lo más noble, abnegado y digno."
Los visitantes no pestañeaban. Fidel Castro manoteaba,
gesticulaba, y con el índice enfatizaba. "¿Qué dice?",
preguntaban algunos diputados, porque el comandante bajaba el tono de voz,
y se le escuchó, por fin, hasta que dijo: "Yo los ministros no lo
escojo, incluso ni los viceministros; lo hace una comisión especial."
Y el primero de la abundante cantidad de aplausos que
se llevó el presidente de Cuba sobrevino cuando entusiasmó
a las diputadas mexicanas: "Tengo la convicción de que las mujeres
en este país van a tomar el mando (palmas)... pero no digo cuándo
(risas)."
La reunión fue tan relajada que Fidel bromeó
con su estatus dentro del organigrama del gobierno cubano, y dijo que no
le gusta el grado de general. "Ahora no sé que harán conmigo,
si degradarme o qué, porque me pusieron el título de comandante
como única solución, pero quiero decirles que aquí
la responsabilidad sola no es mía."
Fidel Castro habló también de la destrucción
de la naturaleza a manos del hombre, de la investigación que en
Cuba se hace sobre los beneficios de la soya y del sistema de salud, del
sida, de los medios de comunicación y del envidiable sistema educativo
de la isla, "que aquí lo vemos como una doctrina, como una religión".
De la contaminación del agua, recordó que
Vicente Fox, como gobernador de Guanajuato, le hablaba mucho de su estado.
"Yo le pregunté qué hacían con el agua de los ríos
y me dijo que no la utilizaban porque tenía altos niveles de productos
químicos", comentó.
También recordó que Brasil tiene tres veces
la capacidad de producir alimentos de todo el territorio de China, y que
Argentina podría generar gran riqueza en el tema de la producción
agropecuaria "pero algo no marcha bien". Destacó que en la atención
del sida, las empresas trasnacionales cobran por un tratamiento con AZT
12 mil dólares y aquí el costo se reduce a mil 200 dólares.
?¿Qué es la democracia, la libertad, la
igualdad?
El comandante dijo que en su país lo que no se
paga es la autoestima ni la estimación social que tienen los trabajadores,
"todos tenemos un sitio en este mundo, aquí somos todos importantes".
La defensa del partido único
En cinco horas el presidente cubano resumió la
realidad política y social de su país, y antes de abandonar
el Palacio de las Convenciones defendió el sistema de partido único,
al cuestionar la naturaleza de la democracia, la libertad y la igualdad.
"Hay muchas cosas por definir. ¿Qué es una
democracia? Y a partir de definirlo, habría que responder cuál
es el sistema político ideal. ¿Qué es la libertad?
Y creo que en esto nos vamos a meter en líos."
El ejemplo que abordó fue el de Estados Unidos,
porque allá, dijo, está Bill Gates y miles de personas que
duermen debajo de los puentes de sus carreteras, "y quién es más
libre, y quién es más igual que quién. El sistema
de nosotros es de igualdad. ¿Cuál es la democracia? ¿La
del pobre que no tiene nada, o del rico del que se dice que tiene todo?"
Otra de las interrogantes del comandante giró en
torno de quién decide en la sociedad actual, y él mismo respondió
que los medios de comunicación: "Son los especialistas en la publicidad,
en la imagen, y con las horas de trasmisión en la televisión
a la gente se le evita la libertad de pensar, y en eso ya hay especialistas
en pensar por otros." Castro sostuvo que antes de renunciar al sistema
unipartidista en su país se tiene que definir y responder a los
significados de democracia, libertad e igualdad. "Llegar al bipartidismo
es crear tribus. Y si llegamos a definir todo eso, nos debemos preguntar
dónde está la igualdad de posibilidades", planteó.