Ť Los empleados perdieron más de mil millones de dólares en fondos de retiro

Crece el escándalo por el caso Enron; según auditores, la empresa destruyó documentación

Ť Suspende el New York Stock el comercio de las acciones, que se cotizan a 67 centavos

REUTERS Y DPA

Nueva York, 15 de enero. El escándalo que envuelve a la administración del presidente George W. Bush se profundizó este martes luego que la firma de contabilidad Andersen dijo que su socio principal en la auditoría del gigante energético Enron ordenó la destrucción de documentos al enterarse de que las autoridades querían verlos.

Más aún, el senador demócrata Paul Sarbanes, quien preside el Comité Bancario del Senado, solicitó este martes que se investigue la manera en que Enron presentaba sus estados financieros y los fondos de retiro de la compañía en acciones, con lo que se unió a los pedidos de la Casa Blanca de que se revisen esas áreas.

Andersen, firma que ha sido criticada por su manejo de los libros de Enron, informó que despidió a su socio David B. Duncan y tomó acciones disciplinarias contra otros empleados.

"Con base en nuestras acciones de hoy, debe quedar perfectamente claro que Andersen no tolerará el comportamiento poco ético, errores de juicio o violaciones voluntarias de nuestras políticas", indicó Josepht F. Berardino, socio gerente y jefe ejecutivo de la firma, indica en su edición digital el diario The New York Times.

Andersen, con base en Chicago, también afirmó que cambiará el manejo de su oficina en Houston, relevando a cuatro socios de dichas responsabilidades.

La empresa dijo que "miles" de correos electrónicos y "un gran número" de documentos de papel relacionados con Enron fueron destruidos después de que Duncan supo el 23 de octubre pasado de una solicitud de la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) en la que se pedía información sobre la auditoría a Enron.

"Aun cuando la firma todavía trabaja para recaudar todos los hechos, descubrió que bajo la dirección del socio principal se llevó a cabo un esfuerzo acelerado para destruir los documentos en Houston", dijo Andersen en un comunicado.

En el texto se señala que "aquellas actividades fueron de tal escala y naturaleza que no hay duda que las políticas de Andersen y el buen juicio fueron violados".

"Andersen se compromete a mostrar la realidad y tomar medidas apropiadas en el caso Enron. Nos estamos moviendo tan rápido como es posible para determinar cómo fueron los hechos", señala el escrito.

El titular del Comité Bancario del Senado, Paul Sarbanes, solicitó al brazo de investigación del Congreso que examine las leyes de la propiedad de acciones en fondos de pensiones, como el llamado plan 401 (k), así como la manera en que las empresas publican sus estados financieros al público.

El desplome de las acciones de Enron socavó muchos de los ahorros de sus empleados, a quienes la empresa instó a comprar con sus fondos de pensión acciones a un precio de 80 dólares y que cayeron a 70 centavos cuando quebró la empresa.

Las pérdidas de los trabajadores de la empresa energética en sus fondos de retiro superan los mil millones de dólares. El plan de pensiones de Enron no permitía que los empleados tocaran sus acciones antes de que cumplieran 54 años, y semanas antes de que la empresa se declarara en bancarrota todas las cuentas fueron congeladas debido a que la compañía cambió a los administradores del plan.

"Las inversiones de fondos de pensión en acciones de la empresa permiten a los empleados compartir los frutos de su trabajo, como se refleja en los precios de las acciones de la empresa. Sin embargo, los resultados de la bancarrota de Enron hacen surgir temas considerables sobre la adecuación de las leyes y su aplicación", dijo Sarbanes en un comunicado.

El senador también resaltó la necesidad de una mejor divulgación de los resultados financieros.

"La información financiera adecuada y honestamente presentada es esencial para lograr la eficiencia de nuestros mercados de valores y de capital, aunque en los últimos años han proliferado costosas irregularidades contables", indicó.

Las preguntas sobre los estados financieros de Enron y sus revisiones por parte de la auditora Andersen están en el centro de la investigación de la SEC.

La decisión de destituir a Duncan es la primera que adopta la firma para identificar los errores en la auditoría de Enron.

Andersen en su totalidad enfrenta la ruina en el contexto de las demandas presentadas en su contra por su manejo de los libros de Enron, advierten varios expertos de la industria.

Por otro lado, el banco suizo UBS AG, que ganó una subasta para comprar el negocio de operaciones energéticas de Enron, señaló este martes que le pagará a la compañía 33 por ciento de las futuras ganancias de la operación. Enron dijo que no recibirá un pago en efectivo inicial de UBS.

En otro hecho que nutrió el escándalo, el New York Stock Exchange (NYSE) decidió remover de ese mercado accionario al gigante energético que buscó la protección de bancarrota a principios de diciembre pasado tras esconder por meses más de 500 millones de dólares en deuda.

En Wall Street, el NYSE ya suspendió el comercio de las acciones de Enron y anunció este martes que quitará del listado al gigante del comercio energético.

Enron, con sede en Houston, se declaró el 2 de diciembre en bancarrota, y según los analistas es la mayor quiebra en la historia de Estados Unidos.

Sus acciones se cotizaban a 67 centavos el 10 de enero, muy lejos de su nivel récord de 90.56 dólares en agosto de 2000.