Ť Armando Casas exhibirá su ópera prima en 60 salas

El estreno comercial será la ''prueba de fuego'' para Un mundo raro

ARTURO JIMENEZ

Para el director y coguionista Armando Casas, la exhibición comercial a partir de este viernes de su ópera prima Un mundo raro será la ''prueba de fuego" de dicha película, concluida hace un año.

Con esta actitud de cautela hacia su cinta, que cuenta la historia de un secuestrador aspirante a cómico de televisión, Casas marca distancia del buen trato recibido por la crítica y el público de diversos festivales del país.

Un mundo raro se ha presentado en muestras de cine en Guadalajara, Acapulco, Monterrey, Puerto Vallarta, San Luis Potosí, Jalapa y otras ciudades mexicanas, además de Los Angeles, en Estados Unidos. Muy pronto se exhibirá en San Diego y Nueva York y se esperan confirmaciones para Mar del Plata, Chicago y otros lugares.

Esta segunda coproducción Imcine-CUEC (Centro Universitario de Estudios Cinematográficos), dentro del Programa de Operas Primas, se exhibirá en 60 salas capitalinas y después itinerará por el país.

Acido atenuado con ironía

El estreno de Un mundo raro, exploración cinematográfica por los universos de la televisión comercial, la delincuencia y las aspiraciones y ''necesidad de ser" del protagonista Emilio (La Jornada, 12/01/01) ocurrió la noche del lunes en Cinemex Polanco.

Al final, en un bar, donde un mariachi interpretó la canción Un mundo raro, de José Alfredo Jiménez, Casas comentó que ha estado en todas las exhibiciones previas y que percibió una constante:

''El público agradece que la película no es soberbia sino sencilla, pero que al mismo tiempo tiene elementos de reflexión más complejos de lo que parecen. La gente se divierte. No es cruda ni sórdida, sino que la parte más ácida se atenúa con la ironía.

''La prueba de fuego de cualquier película es la presentación abierta al público. Si la gente asiste le puede ir bien. El asunto es que la distribuidora haya hecho la suficiente publicidad. Con la asistencia mediremos realmente cómo funciona."

Al buen recibimiento del público durante el estreno se sumó el aval de algunos actores invitados, como Demián Bichir, Roberto Sosa y Vanessa Bauche.

Sosa: ''La disfruté mucho. Tenía pocos antecedentes de la película. Sin mayores pretensiones cumple la función de divertir y de hablar de un tema que, por real, resulta complicado. No hay afán de herir susceptibilidades con su crítica a los medios de comunicación y a los modos de ciertos sectores''.

Bichir: ''Está a toda madre. Apenas me enteré que es ópera prima, pero sea la primera o quinta película es de una exactitud abrumadora. La historia me parece formidable, el reparto de actores es estupendo. Ese chavo Víctor Hugo Arana (Emilio) es un hallazgo de primerísimo orden.

Bauche: ''Desde que la vi en la Cineteca Nacional soy fan. Es una buena película en muchos sentidos, no sólo porque sea muy entretenida.

"Es una manera muy sana de confrontar al público con muchos aspectos importantes, comenzando por el de qué tipo de televisión quiere uno seguir viendo, qué tipo de público somos. Es una manera muy sana de divertir, de confrontar, de abrir preguntas respecto de ciertos aspectos de la pantalla chica que no nos gustan.

"Algo muy importante es que continúe el proyecto de óperas primas del CUEC. Con películas como ésta cabe la posibilidad de que se separe el rollo del cine del CUEC, como un cine serio y de calidad pero aburrido. Es una película que se hizo con los recursos necesarios (600 mil dólares), suficientes, es redonda, con buenas actuaciones y un guión redondo."