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ASTILLERO
Julio Hernández López
EL QUE QUIERA AZUL PANISTA, que le cueste (y el que no, también). Véase un ejemplo actual: érase que se era un gobierno jalisciense del cambio (aunque el anterior, encabezado por Alberto Cárdenas Jiménez, había sido igualmente blanquiazul) que quiso a toda costa agregar su logotipo sexenal a las nuevas placas identificadoras de los automóviles de la entidad. No encontraron los doctos diseñadores contratados un color que mejor fuera con el negro de la clave alfanumérica tradicional que el azul, y no un azul que permitiera algún contraste (Pantene 208-C), como recomendó la secretaría federal de Comunicaciones y Transportes al conocer el peculiar diseño, sino un azul fuertecito (Pantene 300-C), panista, pues.
AL AFERRAMIENTO cromático de inegable filiación partidista, los genios pagados por el gobierno de Francisco Ramírez Acuña agregaron el tino de colocar el citado logotipo del sexenio (que es una estilización de la figura geográfica de la entidad) de tal manera que las dos últimas cifras de las placas resultasen confusas e ilegibles a muy corta distancia, ya no se diga en un vehículo en movimiento o en fuga. El prodigio fue coronado con la inclusión del dibujo de un agave que resultó no ser el tequilero que da prestigio mundial a la región, sino un henequenero de Yucatán, según denunció una asociación de egresados de Chapingo (el vulgo, sin embargo, encontró más parecido el dibujo de esas verdes pencas peninsulares a la figura clásica de una yerba fumable muy famosa, muchos de cuyos principales productores y exportadores radican justamente en la entidad occidental).
HABIENDO ENTREGADO ya 80 mil del millón y medio de placas que los jaliscienses deben cambiar, el escándalo fue imparable. La directora del Centro de Investigación en Ergonomía del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño de la Universidad de Guadalajara, Lilia Roselia Prado León, dijo que el autor del proyecto habría reprobado su examen para obtener una licenciatura en la materia si hubiera presentado ese trabajo. El gobernador azul pantene 300-C del estado aceptó el equívoco y ordenó la suspensión del canje de placas, pero advirtió a los inconformes que no deberían emocionarse, pues "no rodarían cabezas" a causa de algo que, según diputados priístas (como Salvador Caro, aunque el más aplicado en la denuncia ha sido Enrique Ibarra Pedroza), costará entre 60 y 300 millones de pesos, dependiendo del número de identificaciones metálicas que ya estuviesen impresas. El que quiera azul panista, pues, que le cueste...
(EN AGUASCALIENTES, gobernado por el panista Felipe González, andan por las mismas: las placas llevan un bonito cielo azul -Ƒde qué otro color podría ser: verde, blanco y rojo, o amarillo y negro?- y una frase que a los contrarios al blanquiazul les parece de proselitismo partidista indebido: "Sociedad y gobierno unidos en el cambio".)
UN COMPLICADO canje de placas, en cambio, está a punto de llegar a feliz término en el sur de la República. Gastón Alegre dejó de ser el prestanombres, socio y defensor de Arturo Durazo y de otros personajes enriquecidos en las épocas doradas de la corrupción priísta para convertirse ahora en generoso y populista empresario de la radiodifusión en Cancún, a cuya presidencia municipal es candidato, como abanderado de la democracia y el cambio, en nombre del PRD, partido este muy especializado en prestar sus placas para lavados de imagen y secuestros exprés del poder público. Los comicios en Quintana Roo (ocho presidencias municipales y el Congreso) serán el 17 de febrero.
POR CIERTO, a aquellas tierras del oriente mexicano ha llegado de vuelta Manuel Chan, aquel ex chofer de Mario Villanueva que fue detenido junto con éste y enviado al penal de La Palma. Entrevistado por David Sosa para el diario Por Esto, Chan aseguró que su encarcelación "fue un invento de la PGR porque me negué a ser testigo protegido" al que darían "casa en Estados Unidos o en cualquier parte de la República" si firmaba las declaraciones que le proponían sus captores. El ex gobernador Villanueva, mientras tanto, al igual que Carlos Cabal Peniche, acumula éxitos judiciales por las torpezas jurídicas cometidas por las autoridades federales cuyo jefe de entonces, Ernesto Zedillo, le cobró al quintanarroense no los muchos abusos y corruptelas cometidos en su gestión cotidiana, sino en especial los ataques a la persona e intereses de Roberto Hernández, dueño de Banamex, y el rechazo a la imposición de la hermana de Pedro Joaquín Coldwell como candidata priísta a la sucesión.
NUEVAS PLACAS, por su parte, pretende instalar la Secretaría de Hacienda en el pecho de sus 3 millones de contribuyentes cautivos: tarjeta tributaria, le llaman, y servirá, según eso, para que los bancos no le bailen el dinero a quienes creen haber cubierto sus obligaciones en esas instituciones de cuello blanco a las que, šdesde luego!, nadie pide ni pedirá cuentas por esa confesión de malversaciones hecha por Juan Manuel Herrero, administrador general de recaudaciones de la SH (vaya funcionarios: allí está Fernando Sánchez Ugarte, presidente de la Comisión Federal de Competencia, quien acaba de criticar al foxismo y de burlarse de algunas de sus acciones, en un seminario del ITAM).
APARTE DE LAS placas de bien portados que una correduría internacional ha dado a México en materia de grado de inversión, el Banco Interamericano de Desarrollo se ha sumado a la entrega de reconocimientos en metálico: mil millones de dólares, que es la mayor suma hasta ahora entregada por esa institución a país alguno, serán prestados para que el gobierno del presidente Fox lleve adelante el Progresa zedillista al que los panistas y su deslenguado candidato presidencial acusaban en el 2000 de clientelar y tramposo.
DIPLOMAS DE reprobado y de aprobado de panzazo, en cambio, mostraban ayer el Presidente de la República y su ex consejero de Seguridad Nacional. Al primero lo calificaron negativamente quienes se reunieron en mesa redonda en el Centro de Estudios Estratégicos de Washington, considerándolo como un presidente "en periodo de aprendizaje". Al segundo, en cambio, el Congreso federal le confirmó en su nombramiento de representante ante la ONU, pero con tal número de abstenciones que en los hechos constituyen una severa e inusual descalificación a quien ocupará tan importante cargo a título de enredos políticos y no de carrera diplomática. Lo malo es que Aguilar Zinser ni siquiera alcanzó a anotar las placas del tráiler legislativo que le arrolló, pero no lo remató.
ASTILLAS: Y, A PROPOSITO de desdichas, ha temblado en la ciudad de México y en Veracruz. ƑSerá la señal de que Carlos Salinas de Gortari está ya plenamente instalado en el país, listo para elegir entre un marro aliado o una pared acomodaticia?, Ƒo será el enojo celestial porque la iniciativa foxista de reforma al sector eléctrico no será presentada ante el Congreso en el venidero periodo ordinario de sesiones? Por lo pronto, hasta mañana, en esta columna sin segundo piso.
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