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Ť Califican organismos internacionales de inhumanas las condiciones de detención
Rechazan Bush y Blair que talibanes presos en Guantánamo hayan recibido malos tratos
Ť Admite el Pentágono no tener evidencias de que Al Qaeda tenga armas de destrucción masiva
DPA, AFP Y REUTERS
Washington, 16 de enero. El presidente estadunidense, George W. Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, salieron hoy al pa-so de las críticas por el trato dado a supuestos miembros de Al Qaeda enviados a la base naval estadunidense de Guantánamo, Cuba, al renovarse los cuestionamientos de organismos internacionales que calificaron de inhumanas las condiciones de detención.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, admitió a su vez no tener evidencias contundentes de que Al Qaeda tenga armas de destrucción masiva, pero sostuvo que las fuerzas estadunidenses descubrieron recipientes típicos de armas químicas, en investigaciones en más de 50 lugares.
Comentó que los investigadores hallaron "cajas que parecen ser de armas de destrucción masiva", sobre todo químicas, pero que aún no han sido abiertas para determinar lo que realmente contienen. En otros casos, reconoció, lo que se halló es que se producía droga.
Bush está "muy satisfecho" con el trato impartido a los prisioneros de Afganistán remitidos a la isla caribeña, de acuerdo con el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
"Se trata de gente muy peligrosa; es lo peor de lo peor", justificó, en referencia a los 50 talibanes presos en Guantánamo, mientras 30 más eran esperados esta tarde.
Ante el Parlamento en Londres, Blair se negó a criticar la reclusión y el trato otorgado a los detenidos llevados a Cuba, al responder que "estamos tratando aquí con gente muy peligrosa".
No obstante, afirmó que los estadunidenses les han informado que esos prisioneros reciben trato humanitario y conforme a la Convención de Ginebra.
Blair, principal aliado de Washington, afirmó que en Afganistán fue desbaratado un intento de ataque contra las fuerzas estadunidenses al descubrirse un escondite de armas para ese fin, por tanto la campaña militar en el país aún no termina, con lo que explicó la continuación de los bombardeos.
La alta comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Mary Robinson, expresó en Ginebra su preocupación por los informes de malos tratos a los detenidos que fueron enviados a la bahía cubana.
No obstante, aseveró que esas personas son prisioneros de guerra con derecho a la protección internacional, en rechazo a la afirmación de Rumsfeld de que eran "ilegales" y que por tanto carecían de derechos.
"La situación es compleja pero la gran mayoría de las opiniones legales es que son combatientes de un conflicto armado internacional", y en consecuencia "su situación está definida y protegida por la Convención de Ginebra de 1949. Ellos son prisioneros de guerra", advirtió, pero dijo que si hay dudas se debe apelar al protocolo de Ginebra signado por los estadunidenses.
Amnistía Internacional acusó a Estados Unidos de haber colocado "en el limbo legal" a los detenidos de Al Qaeda y demás prisioneros talibanes, y apuntó que niega que sean prisioneros de guerra y "no les da la protección mínima que merece cualquier persona privada de la libertad".
Denunció los malos tratos a que han sido sometidos al ser llevados encapuchados, encadenados y bajo efectos de sedantes, y asentó que Estados Unidos tiene la obligación de garantizar el respeto a los derechos de todas las personas bajo su custodia y de procesos justos, sin importar la naturaleza de los crímenes imputados.
Human Rights Watch, por su parte, expresó que es inaceptable que prisioneros talibán y de Al Qaeda sean mantenidos en "jaulas" en Guantánamo, expuestos al frío y otras condiciones físicas adversas.
"Los estadunidenses se sentirían totalmente devastados si un soldado estadunidense capturado en el exterior fuera tratado así y mantenido en una cueva con techo de lata", dijo el director Kenneth Roth.
A su vez, el Comité Internacional de la Cruz Roja anunció que visitará a esos prisioneros antes del fin de semana, de acuerdo con una autorización de Washington.
El procurador general de Estados Unidos, John Ashcroft, respondió a los familiares del talibán estadunidense John Walker que fue él quien rechazó una asesoría legal.
Los padres denunciaron que a su hijo se le niega el acceso a un abogado y que no se le ha informado que se le está apoyando.
Fuentes estadunidenses reportaron la de-tención de otros siete miembros de Al Qaeda en Afganistán, mientras el británico Richard Reid fue acusado de nueve cargos por llevar explosivos en sus zapatos en un vuelo París-Miami, y el argelino Mokhtar Haouri fue condenado a 24 años de prisión por complotar para estallar una bomba en el aeropuerto de Los Angeles.
El líder de la mayoría del Senado estadunidense, el demócrata Tom Aschle, tras reunirse en Kabul con el jefe del gobierno af-gano, Hamid Karzai, declaró que Estados Unidos debería quedarse un largo periodo en Afganistán para "demostrar con tanta fuerza como podamos nuestro compromiso con los esfuerzos para democratizar" el país.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas renovó este día por un año las sanciones contra el derrocado régimen talibán, pero eximió de esto al nuevo gobierno interino.
Las sanciones se refieren a embargo de armas, congelamiento de bienes de los talibanes en el exterior y restricción en el movimiento de sus funcionarios, incluyendo a Bin Laden y su red Al Qaeda.
Mientras, el gobierno afgano reabrió el aeropuerto de Kabul y rechazó las acusaciones de Estados Unidos sobre supuestas in-tromisiones de Irán en sus asuntos internos, y anunció que Afganistán necesita un ejército de entre 200 mil y 250 mil soldados mu-jaidines y quedó prohibido el cultivo, tráfico y uso de la adormidera.