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Ť Urge remplazar equipo obsoleto, remodelar las instalaciones y adquirir aparatos modernos
Requiere el Instituto de Pediatría de $75 millones más
CAROLINA GOMEZ MENA
El Instituto Nacional de Pediatría (INP) de la Secretaría de Salud (Ssa) requiere de un aumento presupuestal de 75 millones de pesos, indicó su director general, Miguel Angel Rodríguez Weber.
Comentó que el instituto debe renovar algunos equipos médicos que ya son obsoletos, remodelar un piso de hospitalización y adquirir nuevos aparatos, uno de "resonancia magnética que cuesta casi 20 millones de pesos", entre ellos.
El año pasado el INP recibió 500 millones de pesos de presupuesto, cantidad insuficiente para costear las compras requeridas, pues 70 por ciento "se va en salarios y el resto en el gasto corriente: servicios, medicinas material de curación y alimentación", entre otros.
Luego de la firma de un convenio entre el INP y el Sistema de Desarrollo Integral para la Familia (DIF), mediante el cual médicos de éste podrán tomar cursos de especialización en rehabilitación en el INP, Rodríguez Weber comentó que otra de las áreas en las que es indispensable invertir es quimioterapia, pues una de las principales demandas de atención en el instituto a su cargo son los cánceres, especialmente las leucemias.
Explicó que por la restricción de dinero "40 por ciento de la quimioterapia" se consigue de asociaciones civiles dedicadas a la atención oncológica de infantes; "de otra manera con el puro presupuesto del hospital no podríamos".
Detalló que la mayoría del equipo está rebasado por el tiempo y los avances tecnológicos; existen ejemplos muy concretos de que el instituto requiere modernizar algunos aparatos, como el de rayos X, ''que tienen 30 años -la antigüedad del INP- y que ya es obsoleto".
Lo mismo sucede con el tomógrafo, el cual pertenece a la primera generación de esos aparatos, pero su restitución costaría 11 millones de pesos.
Todas estas carencias son conocidas por Julio Frenk Mora, titular de la Ssa, quien le ha expresado a las autoridades de hospital que se hará un esfuerzo por darles mayores recursos; sin embargo, "el ofrecimiento es que en el mejor de los casos el presupuesto se quede igual''.
Según Rodríguez Weber, pese a que el Congreso le autorizó al sector salud un aumento de presupuesto de poco más de 2 mil 500 millones de pesos, ese dinero "está etiquetado", por lo que se hace difícil obtener más financiamiento para el instituto.
Ante esta expectativa prácticamente de lo único que existe certeza de que se podrá realizar es la modernización otro piso de hospitalización -en 2000 se remodeló uno, y el año pasado otro--, señaló el especialista al subrayar que "para operar bien requerimos 50 por ciento más de dinero", sobre los 150 millones de pesos del gasto de operación.
Prolíficas actividades
Pese a las restricciones financieras, el INP hospitaliza a 7 mil infantes, efectúa 5 mil 500 cirugías de todas las especialidades y brinda más de 140 mil consultas al año.
Además tiene múltiples proyectos, entre los cuales se hallan desarrollar líneas de investigación en el área de genética, profundizar los estudios de la fibrosis quística del páncreas (grave enfermedad hereditaria determinada genéticamente) y emprender investigaciones de nuevas terapéuticas oncológicas con productos naturales.
También se continuará y ampliará el "salvamento de extremidades", rubro en el instituto es "pionero" y que consiste en la implantación de prótesis de metal que evitan la amputación de extremidades superiores e inferiores de los niños que desarrollan tumores en los huesos de las piernas o brazos.
Explicó que antes de incursionar en ésta técnica el diagnóstico era la mayor parte de las veces amputar el miembro afectado, pero ahora "más de 100 niños" atendidos en el INP han recibido este nuevo tratamiento, mediante el cual se les quitó el hueso canceroso y se les introdujo la prótesis "que tiene un mecanismo que permite que la pierna vaya creciendo igual a la del otro lado".
El INP atiende fundamentalmente a menores de escasos recursos de todo el país y actualmente 51 por ciento de sus pacientes provienen del Distrito Federal y el resto de los estados.