Ť Editores españoles suspenden exportaciones de libros al país sudamericano

Se derrumba el mercado editorial de Argentina; continúa la disminución del consumo cultural

Ť Bloquear la venta de Paidós, mérito de la crisis, reporta el diario catalán La Vanguardia

Otrora el país de mayor nivel educativo y cultural en Iberoamérica, Argentina sigue viendo cómo se desmorona la infraestructura que permitió ese logro tras el fin de la dictadura. La crisis económica, que ha provocado una gradual pero continua disminución del consumo cultural, propicia que los editores españoles suspendan exportaciones de libros al país sudamericano, que han caído 80 por ciento, según reporta la edición digital del diario catalán La Vanguardia.

El liderazgo del mercado editorial argentino se lo disputan Random House- Mondadori y Planeta. Ambos grupos coinciden en que la crisis, ''los constantes cambios de reglamentación aduanera y las modificaciones arancelarias" hacen subir tanto los precios de los libros de importación que ''los convierte en invendibles".

De acuerdo con lo publicado por La Vanguardia, las editoriales españolas han suspendido prácticamente sus exportaciones de libros a Argentina, que supusieron 55 millones de euros en el año 2000 (10.4 por ciento del total de ventas de libros españoles en el extranjero), según datos de la Federación de Gremios de Editores.

Comercialización quebrada

El diario argentino Clarín publicó el sábado un reportaje sobre la dramática disminución de la venta en librerías, que se suma ''a las especies en peligro de extinción". Las librerías conforman ''una cadena de comercialización quebrada": no venden y por ende no pagan a editoriales que no cobran y retienen sus títulos o declinan importar debido a la incertidumbre cambiaria entre el peso argentino y el dólar.

Clarín da a conocer que desde 1999 las ventas cayeron 50 por ciento. Entre 2000 y 2001, 250 librerías cerraron sus puertas. Y ''muchas de las que aún sobreviven trabajan por debajo del punto de equilibrio", es decir, con pérdidas. Otras tienen el crédito suspendido y no reciben libros nuevos.

El panorama en el interior -relata el diario- ''es de una desculturización vertiginosa: en la provincia de La Rioja quedan cuatro librerías; tres, en toda Catamarca. En Córdoba capital perseveran gracias a textos universitarios, mientras el resto de los títulos cae a pique. A este escenario se suman las dudas que generan las nuevas reglas económicas.

''Por lo pronto, y mientras aclare, las vidrieras de las librerías de la calle Corrientes ya registran alzas hasta de 35 por ciento en el precio de libros traídos de España, y las nuevas listas de algunas editoriales prometen aumentos promedio de 20 por ciento en los argentinos. En cuanto a la calidad de la oferta, se simplifica al grado de la inanición literaria y académica. Favoritos: Harry Potter y El señor de los anillos, best-sellers clásicos con el aventón de sendas películas. Jorge Bucay, Paulo Coelho y Umberto Eco pagan el alquiler; las fijas de verano, como Stephen King, rinden menos que nunca."

Editorial Planeta -ahora propietaria de Emecé, una de las más emblemáticas editoriales argentinas- no distribuirá ningún libro en enero y febrero. A partir de marzo, las 13 novedades que en promedio difunde al mes serán reducidas a nueve. Además -siempre según la información de Clarín- los tirajes se reducirán de 5 mil a 3 mil ejemplares por título de ensayo y narrativa argentina.

Si algún mérito ha tenido esta crisis -dice el reportaje- es que bloqueó la venta de Editorial Paidós, reconocida por sus títulos de ciencias sociales. Por último, ''con la tecnología y la capacidad ociosa actual de las imprentas, se podrán ajustar las tiradas a la demanda, acelerar los tiempos de salida de una edición y abaratar costos de materiales y depósito. Además de la industria gráfica, esto supone un aliento para un sector clave de oficios tradicionalmente argentinos hoy en retroceso, como la traducción, edición e ilustración". DE LA REDACCION