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Ť Presentaron una iniciativa para ser discutida en el Congreso de la Unión
Senadores priístas plantean exención total del ISR a los creadores
Ť Se derogaría el pago en especie aplicable a pintores y se eliminarían los límites determinados para escritores, caricaturistas y fotógrafos Ť No se privilegia a personas, ''sino a la creación''
RENATO RAVELO Y ANDREA BECERRIL
La fracción priísta de la Comisión de Cultura del Senado entregó este jueves una iniciativa para solicitar la exención total a los creadores, con lo que se derogaría el pago en especie que hasta la fecha tributan los pintores y se eliminarían los límites que anteriormente tenían escritores, caricaturistas y fotógrafos, para gozar de este beneficio: ''No se privilegia a los creadores, sino a la creación'', se argumenta.
En rueda de prensa, la senadora Addy Joaquín Coldwell leyó el documento y recordó el apoyo fiscal desde la época prehispánica: ''Siguiendo esa tradición, todos los autores en México gozaron de la exención del impuesto sobre la renta hasta 1990, cuando injustamente se suprimió''.
Escuchar a los creadores
La iniciativa, que podría discutirse a partir del 15 de marzo, durante el periodo ordinario de sesiones del Congreso, propone derogar fracciones de los artículos 121, 167 y 170 de la ley del ISR, como parte del estudio encabezado por el senador José Natividad González Parás, presidente de esa comisión.
A la entrega del texto, que ocurrió ayer por la mañana en la oficialía de partes, asistieron dirigentes de sociedades autorales: Víctor Hugo Rascón Banda por los escritores; Roberto Cantoral hijo por los compositores; Gilberto Gascón por los cineastas; Patricia Aulestia por los coreógrafos; Grisel Beristáin por los fotógrafos; José Luis Diego (Trizas) por los caricaturistas, y Julio Canseco por los artistas plásticos.
Estos últimos, que durante 27 años han pagado sus impuestos con obras, revelaron que según estimaciones de la propia sociedad de artistas, en este tiempo han entregado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al menos 54 mil obras en distintos formatos y técnicas. Canseco, a nombre de sus agremiados, preguntó: ''ƑDónde están esas obras? Estamos dispuestos a solicitar incluso auditoría a la secretaría para investigar su paradero''.
Según González Parás existen condiciones para que los legisladores tengan ocasión de escuchar los argumentos de los involucrados; ''eso es algo que no tuvieron oportunidad de hacer en el cambio de último momento que, nos que nos hicieron llegar a las cámaras en diciembre''.
Reiteró que ese cambio contravenía todas las pláticas sostenidas, y destacó que no todo en la Ley del Impuesto sobre la Renta fue negativo para la cultura, ya que se aprobaron créditos fiscales hasta de 70 por ciento para los que inviertan en la restauración de edificios patrimoniales.
La iniciativa, destacó el legislador, toma en cuenta que la obra tiene un beneficio social y que los ingresos obtenidos son paulatinos e inciertos: ''En realidad es una solidaridad con la cultura''. Son menos, expresó, los autores que obtienen grandes ingresos, cuando se le preguntó acerca de la eliminación de límites a las regalías exentas de gravamen.
La utilización de esta legislación durante años, cabe recordar, fue el motivo de que se eliminara, pues algunos editores la aprovecharon para hacer simulación fiscal y cobrar colaboraciones a nombre de familiares o conocidos. Sin embargo, con las reformas de 1993 se impidió gozar de este beneficio si se percibían ingresos como empleado. Ahora la idea de regresar a la exención total es una especie de reacción ante un posible ajuste posterior. Fueron de hecho los ingresos de dos autores, entregados por el subsecretario de Hacienda, Rubén Aguirre Pangburn, los que empujaron a los legisladores a tomar la determinación de eliminar la exención autoral: Roberto Gómez Bolaños, quien el año pasado renegoció los derechos de sus programas, y el columnista conocido como Catón, que publica su colaboración en un centenar de medios.
Pendiente, estímulos fiscales a editores
Otro de los aspectos de la legislación fiscal que afectaron la cultura -la eliminación gradual de la exención de 50 por ciento a los editores de libros- no fue abordado por la Comisión de Cultura que decidió centrarse en el rubro autoral. Este asunto quedó pendiente, señaló González Parás, así como el impuesto aplicado a la venta de obras de arte que, en su opinión, propiciará todavía más el mercado negro.
Uno de los argumentos esenciales del documento, reconocido por los representantes de los creadores como ''completo'', fue el siguiente: ''Otorgándose la exención fiscal que se propone a favor de los autores, no los convertirá en una clase privilegiada, pues éstos pagan impuestos respecto de todas las demás actividades que realizan para sobrevivir. Con la exención no se privilegia a los creadores, sino a la creación.
''Son contados los autores que pueden vivir de los ingresos que les proporcionan sus obras y ellos, para llegar a realizarlas, transcurrieron un penoso y difícil camino, durante el cual siempre tributaron. Pero por esos casos aislados de ingresos significativos por la actividad y que son verdaderamente excepcionales no puede afectarse a la gran mayoría de creadores de nuestro país.''