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Ť Minero del léxico
Era el último miembro de la generación del 98
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 17 de enero. La muerte Camilo José Cela, para unos el magistral escritor que narró como nadie aquel episodio de hambre y desesperanza de la posguerra, para otros un personaje contradictorio de ''maneras bruscas'', pero para todos un narrador de literatura transgresora y de aspiración clásica, cimbró esta mañana España, que despertó con la noticia de que el ''último escritor de la generación del 98'' había fallecido.
Ferviente defensor del idioma español, Cela será despedido en Iria Flavia, pueblo gallego que lo vio nacer en 1916 y que ahora está de duelo, al que se suman escritores, artistas, académicos, políticos y empresarios. El director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, calificó al autor de ''gran minero del léxico''. El escritor Francisco Umbral, amigo de Cela, consideró que su muerte significa la pérdida del ''último escritor de la generación del 98''.
El Nobel portugués José Saramago dijo por su parte que ''ahora todas las personas dirán lo mismo, aquellas palabras gastadas, que fue una pérdida para la literatura española y mundial, pero de hecho es eso lo que está ocurriendo, porque después de la muerte de Camilo José Cela queda un vacío''.
El poeta José Hierro, también viejo amigo de Cela, señaló: ''Recordaré de él al gran escritor que es'', tras rememorar cuando hizo su primer viaje a América, de la mano de un Cela inmerso en su novela sobre los tres últimos días de la Guerra Civil, San Camilo. El escritor Manuel Vázquez Montalbán dijo que ''en sus inicios representó el prototipo de escritor provocador, de ruptura para la época, antes de que apareciera un intento más sistemático de crítica de la realidad, que sería el realismo social de los años cincuenta''.